POLITICA: Fuerte repudió de organizaciones y dirigentes por los dichos del presidente Correa

La DAIA emitió un duro comunicado repudiando las expresiones del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, quien ayer en declaraciones a un canal de noticias localbanalizó el atentado contra la AMIA ocurrido hace 18 años, y que provocó 85 víctimas fatales. En el que seguramente es el primer documento que suscribe Julio Schlosser como flamante presidente de la entidad comunitaria, la DAIA habla de«estupor y profundo rechazo» por los dichos del polémico mandatario, y califica de«inaceptables» las comparaciones que ensayó Correa entre el atentado contra la AMIA y conflictos en otras partes de mundo. También apunta el comunicado que Correa «cuestiona lo actuado por la Justicia argentina que imputa a anteriores y actuales funcionarios del Gobierno iraní y promueve una cerrada defensa del presidente Ahmadineyad, negador de la Shoá e instigador de la destrucción del Estado de Israel».

Más tarde, la entidad le envió una carta al embajador de Ecuador en la Argentina, invitándolo a visitar la sede de la DAIA, para explicarle el atentado.

Por su parte Guillermo Borger, presidente de la AMIA, también repudió los dichos del presidente ecuatoriano, calificándolos de «una ironía fuera de todo contexto»y exigiendo que el Gobierno argentino se pronuncie al respecto.

El presidente de Ecuador exhibió ayer y sin falsos rubores su postura sobre el peor atentado terrorista sufrido por la Argentina: el mandatario dijo que el caso «es muy doloroso para la historia argentina, pero vea cuántos murieron en el bombardeo de la OTAN a Libia. Comparemos las cosas también y veamos dónde están los verdaderos peligros; no debemos manipular».

Silencio

Como es habitual cada vez que alguien minimiza lo ocurrido hace 18 años en Pasteur 655, y pese a que las víctimas fueron todos ciudadanos argentinos, los únicos que levantaron su voz de condena fueron los dirigentes de la comunidad judía; en sentido inverso, todo el arco político guardó silencio.

Sin embargo, la DAIA se reunió ayer por la tarde con el canciller Héctor Timermany el secretario de Culto, Guillermo Oliveri, y no hizo mención a los dichos de Correa. «Ya habíamos emitido el comunicado; nos interesó más hablar de temas como las negociaciones con Irán y la causa AMIA», reveló Schlosser a este diario.

En una mezcla difícil de comprender, Correa trató de defender a su amigo y aliado político, el presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, minimizando los trágicos efectos del ataque terrorista ocurrido hace 18 años, y del cual la Justicia argentina acusa a varios funcionarios y exfuncionarios del régimen teocrático de Teherán.

Pese a estas declaraciones, en las que habla de ciudadanos argentinos asesinados por agentes extranjeros, Correa se entrevistó con Cristina de Kirchner, y más tarde fue galardonado y ovacionado en la Universidad Nacional de La Plata, una casa de estudios que se ha convertido en una agencia de propaganda oficial y una usina de judeofobia, y que hasta tiene convenios de pasantías con Irán.

El resto de la sociedad política argentina, tanto el oficialismo como la oposición en sus múltiples formatos y expresiones, volvió a guardar silencio ante un ataque contra la memoria de los argentinos muertos en el atentado del 18 de julio de 1994.Schlosser dijo a este diario que «indudablemente nos gustaría que las fuerzas políticas también salieran a contestarle a Correa; creo que la sociedad argentina debería repudiar en su conjunto los dichos de un mandatario que banalizó la muerte de 85 argentinos».

Por la tarde, al recibir el premio Rodolfo Walsh de manos de la decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, Correa pareció volver sobre el tema al afirmar que «los medios en mi país no entienden que las verdades a medias son doble mentira y dicen que debemos tolerar la mentira en nombre de la libertad de expresión». Horas antes había concurrido a la Casa del Bicentenario, donde se abrazó con dirigentes del grupo ultraoficialista «Unidos y Organizados», en el que se destaca el dirigente de La Matanza Luis DElía, otro reconocido defensor del régimen iraní.Fte.textualambito