ALERTA POR LA CANTIDAD DE EMPRESAS «QUE MUEREN EN LA ARGENTINA» HAY 60 MIL MENOS QUE HACE 10 AÑOS
El pico de creación de firmas fue entre 2003 y 2011. Después desaparecieron a un ritmo cada vez mayor, incluso antes de la pandemia

Un dato oficial, como el que refleja el Ministerio de Trabajo sobre la cantidad de empresas que declaran empleados, permite ver que en la Argentina hoy hay 60.000 compañías relevantes menos que hace 10 años.
Después de la caída de 2001 y 2002, señala el Observatorio de Empleo (OEDE) del Ministerio de Trabajo, la creación de empresas relevantes fue sostenida hasta 2011, donde llegaron a 607.053.
Luego, se estancó el nacimiento y en 2014, empezó la mortandad de compañías. En 2008 y 2009, cayó 4,9% la cantidad de empresas empleadoras y otro 4,7% desapareció en 2020 con la pandemia. El año pasado apenas alcanzó para detener la sangría y terminar con 597.625 firmas vivas.
Argentina: el tobogán del cierre de empresas
Desde inicios del siglo, se observan dos etapas diferenciadas: entre 2003 y 2011, la cantidad de empresas del sector privado saltó un 60%, ayudada por una economía pujante, describió Santiago Manoukian, de Ecolatina.
Entre 2012 y 2018, el estancamiento del PBI tuvo su correlato en la cantidad de firmas, que permaneció invariable y continuó. Y, entre 2018 y 2019, cerraron 20.000 empresas netas, lo que representa un 3,1%, concluyó.
«Estamos hablando de alrededor de 600.000 empresas en todo el país. ¿Qué pasa cada año? Se crean en promedio entre 50.000 y 55.000 empresas nuevas pero muere y cierra la misma cantidad», indicó.
«El stock se mantiene estable, con algunos datos de la dinámica empresarial que me parecen no menores», enumeró:
- El 70% de las empresas está radicada en sólo cuatro provincias.
- El 80% de las nuevas empresas se crean en solo cinco provincias.
- Tenemos una de las densidades empresariales (cantidad de empresas cada mil habitantes) más bajas de la región, detrás de Uruguay, Chile y Brasil.
La estructura de empresas está enfermo
En Argentina, de acuerdo con estadísticas internacionales se observa una grave anomalía estructural que se refleja en un escaso número de empresas (formales e informales) y una muy baja tasa de natalidad empresarial, sostuvo un informe de la Fundación Observatorio Pyme (FOP).
Existe, además, una concentración de la informalidad en la contrataciòn de la mano de obra en las empresas con menos de 10 ocupados, afirmó.
La Argentina cuenta con 2,5 millones de asalariados no registrados en unidades privadas urbanas. Más del 80% de éstos trabaja en empresas con menos de 10 ocupados. Por otro lado, el grado de informalidad en las grandes empresas es casi nulo, remarcó.
Según el ultimo informe de Econométrica, existen cerca de 8 millones trabajadores informales entre asalariados y cuentapropistas. El INDEC estima que los ingresos de los informales aumentaron un 59% interanual al mes de julio, reflejando una merma en los ingresos reales del 7,1% interanual.
El ingreso de los trabajadores en situación de informalidad ronda los u$s250 dólares mensuales, que complementan con u$s100 adicionales mediante planes sociales. Aún así la mayoría de los hogares de los sectores informales terminan por debajo de la línea de pobreza. La aceleración de la inflación está colapsando sus ingresos reales, con una caída de 14,4% desde diciembre’19, subrayó la consultora.
En Argentina se contabilizan 2.326 habitantes (de la población económicamente activa) por cada empresa formal naciente, mientras que el promedio de América Latina arroja 505, Brasil 347 y Chile 125, precisó.
Ayelen Bragados, de FOP, señaló como el principal escollo para la creación de empresas exitosas a la presión tributaria, junto con el riesgo laboral, la incertidumbre sobre las reglas de juego y el funcionamiento de la Justicia.
Bragados sumó la falta de financiamiento, pero también la escasez de «habilidades blandas», de formación para el emprendedurismo.
¿Por qué Argentina es anti empresa?
«Cuando uno mira la curva de la mortalidad empresarial, encuentra una correlación con las crisis económicas pero también influyen otros factores», indicó Gigli.
Cuando el viento en contra se hace insoportsble, notodoso los empresarios se adaptan y toman una posición defensiva, achicando sus operaciones, recortando gastos e inversiones o, en el peor de los casos, cerrando», describió.
«Pero hay sectores que se muestran dinámicos a pesar de las crisis: la economía del conocimiento, por ejemplo, se muestra como un sector resiliente, fuertemente vinculado con el mundo y activo en creación de empresas y empleo a pesar de las crisis domésticas», señaló
«La estabilización macro debería ser el punto de partida, lo básico, y es lo que le vamos a pedir a los candidatos y candidatas a presidente el año que viene», advirtió.
«Para eso, desde ASEA estamos comenzamos a trabajar en un plan de políticas y programas concreto y factible», subrayó.