jueves 27 de marzo de 2025 19:54:57

MILEI ES LA NUEVA AMENAZA PARA UN PERONISMO QUE NO PARA DE CAER

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No es casualidad que las encuestas registren una consolidación de la ventaja que Juntos por el Cambio (aún con sus enormes conflictos internos todavía sin definir) por sobre el Frente de Todos. Episodios como el de las tomas de propiedades privadas en la Patagonia o el de la violencia policial en La Plata le impiden al Gobierno aprovechar cualquier síntoma de recuperación. La imagen negativa de Alberto, de Cristina y de Kicillof está en el orden del 75% para la mayoría de los consultores. Una cifra muy complicada para encarar las elecciones del año próximo y conseguir candidatos competitivos.

En ese escenario, hay otro dato que también preocupa en la Casa Rosada y en el Instituto Patria. La caída que había tenido Javier Milei en el primer semestre del año, por errores propios y por el final de la euforia después de las legislativas del 2021, parece haberse detenido. Y, en algunos sondeos que todavía no hicieron públicos, la diferencia se ha ido achicando a entre 10 y 5%. Hay dirigentes que observan ese panorama con alarma.

“Una cosa es que el loco Milei sea el que canalice el descontento con los políticos, y otra muy diferente es que empiece a arrimarse a un escenario de ballotage”, explica un consultor que releva estadísticas para el Gobierno y también para la oposición. La fuerza del libertario son los votos de la antipolítica. Jóvenes y adultos pobres castigados por la crisis económica y social lo visualizan como una alternativa. Esa es la amenaza para el peronismo.

El economista estuvo en Madrid este fin de semana, invitado por Santiago Abascal, el líder de Vox, el espacio de extrema derecha que se ha consolidado como la tercera fuerza política de España. El sábado les habló a una veinte mil personas que la agrupación reunió en el barrio de Valdebebas, en un exótico encuentro anual que incluye torneos deportivos, conciertos musicales, juegos para niños y presentaciones culturales de todo el país.

Allí llevó Milei su campera de cuero de negra, sus gritos de “Viva la libertad carajo” y sus acusaciones a “los zurdos” de todos los males de la actualidad. Su arenga cayó muy bien en un público que ya lo conoce por las redes sociales, que descree del estado de bienestar, que condena el aborto, rechaza a la inmigración, a la ecología, al feminismo y que culpa a los políticos por blandos. “Los políticos no son Dios, no son Dios”, les gritó el libertario.

Milei experimentó así su primer raíd europeo, en un espacio ultra conservador que avanzó en España y que acaba de llegar al gobierno en Italia con Giorgia Meloni, el fenómeno de la extrema derecha que creció reivindicando a Benito Mussolini. La nueva primera ministra italiana estaba demasiado ocupada armando su gabinete en Roma y el domingo les habló a los socios españoles a través de un discurso por zoom. Avatares de la pospandemia.

El economista libertario está acelerando sus planes del año próximo para presentarse como candidato a presidente en todo el país. Solo le falta Río Negro para tener presencia partidaria en las 24 provincias del país. En algunos distritos llevará candidatos a gobernador, y en otros solo competirá a nivel presidencial.

El mayor conflicto lo tiene en la provincia de Buenos Aires. Allí se ha abierto una grieta con el diputado José Luis Espert, quien rechaza la suspensión de las PASO para este año y tiene ofertas de Juntos por el Cambio para competir en internas abiertas.

Milei, en cambio, no tiene problemas con la suspensión de las primarias. “Me adapto a las reglas de juego que haya”, ha dicho. Esa declaración ha encendido el entusiasmo del kirchnerismo, que suma voluntades en el Congreso para barrer el instrumento electoral que diseñó Néstor Kirchner en 2009. Si es así, Milei y Espert marcharán inexorablemente por caminos que se bifurcan.

Lanzado al objetivo de convertirse en la tercera fuerza política del país, Milei es una doble amenaza para las coaliciones mayoritarias de la Argentina. A Juntos por el Cambio puede sacarle los votos que necesita en el espectro más duro de la derecha. Los mismos votos que podría negociar en una segunda vuelta, como hace Vox y hacen las fuerzas de extrema derecha en algunas de las democracias parlamentarias europeas.

De todos modos, la amenaza es mucho más sensible para el kirchnerismo. Si Milei sigue creciendo a expensas de las inconsistencias del gobierno que no logran encarrilar Alberto, Cristina y ni siquiera el dólar soja o el dólar Qatar de Sergio Massa, el fantasma de desplazar al peronismo del ballotage podría convertirse en la pesadilla más inesperada de su historia.