ECONOMIA: El Gobierno asegura que (BCRA) pondrá «todos los dólares» que se necesiten para responder en tiempo y forma a los retiros de depósitos en esa moneda
El Gobierno inició en las últimas 48 horas un operativo para tratar de superar la crisis de confianza generada por las nuevas restricciones que, desde hace 10 días, aplica a la venta de divisas.
Distintos funcionarios mantuvieron contactos formales e informales con banqueros, operadores y consultores económicos que asesoran a personas de alto patrimonio o empresas para confirmarles que el Banco Central (BCRA) pondrá a disposición de las entidades financieras «todos los dólares» que éstas necesiten para responder en tiempo y forma a los retiros de depósitos en esa moneda.
Semejante definición no es casual. Llega cuando la ola de rumores sobre la posible incautación de este tipo de colocaciones bancarias había generado una especie de psicosis colectiva , reactivando miedos que los argentinos creían sepultados. No en vano, tras mantenerse en niveles constantes, la sangría de este tipo de depósitos había vuelto a incrementarse en las últimas jornadas hasta alcanzar un monto récord anteayer, que los banqueros estiman en US$ 250 millones por día. Hasta entonces, por el retiro de billetes del público, de los bancos se iban entre 170 y 180 millones de dólares por día.
La apuesta oficial, que llevó algo de calma a los banqueros, es que la ola de retiros de depósitos en dólares se detendrá cuando la gente perciba que «los billetes están» y que podrán disponer de ellos cuando lo necesiten, «más allá de que, por cuestiones logísticas y de seguridad, en algunos casos se hacen en tramos», reconocieron a La Nacion en bancos de capital extranjero.
Es la tesis que, por caso, desplegaron el ministro de Economía, Amado Boudou, y la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, anteayer en un almuerzo desarrollado en la sede de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), la cámara que agrupa a las entidades de capital extranjero, al responder en tiempo récord a una invitación. Los escuchaban los titulares de los bancos más afectados por una ola de retiros que actualmente le resta reservas al BCRA a razón de US$ 150 millones por día.
Ocurre que, como se explicó en los últimos días, la mitad de los dólares del público bajo administración de los bancos están depositados como encajes en el BCRA y, por lo mismo, se computan como parte de las reservas. De allí que el acelerado proceso de dolarización que se vivió en el último semestre, si bien por un lado le quitó reservas al BCRA por sus constantes y cada vez más abultadas intervenciones de venta en la plaza cambiaria local (para administrar el precio de la divisa), por el otro se las aportó por el aumento en 3000 millones (20%) que, en el año, mostraban los depósitos del público en esa moneda.
El mensaje tranquilizador lo esparcieron también Boudou y Marcó del Pont, entre otros banqueros nacionales y operadores. A esa cadena se sumaron también otros funcionarios y ministros, que lo repitieron entre sus contactos empresarios en los últimos días en el marco de un operativo destinado a recobrar la calma que, según admitieron a La Nacion fuentes oficiales, se armó de apuro y por instrucción presidencial.
Claro que se trata de un plan que convive con las crecientes presiones que reciben los exportadores para acelerar sus liquidaciones y los pedidos realizados a las empresas extranjeras para que accedan a posponer el giro de utilidades al exterior, algo que a algunas firmas (cuyas casas matrices están radicadas en mercados en crisis) se les hace difícil de explicar. «Lo primero que te dicen es: «¿no era que allí estaba todo bien?». Te juro que te ves en figurillas para explicarlo», convino el líder de una transnacional.
TESIS DE MÁXIMA
«Suponiendo que la gente retire todos los dólares, nos quedarán casi US$ 40.000 millones en reservas. Desde ya que nos gustaría que no se fueran pero, si lo hicieran, ¿dónde está el problema?» , planteó Boudou a un banquero, conminándolo a difundir ese mensaje en un esfuerzo por sumarlo al plan tranquilizador. «Lo único que les pedimos es que no corten las prefinanciaciones», reclamó, en referencia a los créditos en dólares que el sistema otorga a los exportadores.
Fue entonces cuando Marcó del Pont les recordó que el BCRA había reabierto la ventanilla de pases en dólares. Se trata de préstamos de corto plazo en esa moneda que los bancos pueden tomar a costo mínimo (los ofrecen a una tasa del 0,10% anual) y con sólo dejar en garantía títulos públicos.
Sin embargo, y por absurdo que parezca, ayer el primer escollo al esfuerzo por llevar calma lo puso el propio BCRA, al postergar con justificaciones vagas la difusión del balance cambiario del tercer trimestre, que permitiría dimensionar la magnitud que tuvo la salida de divisas de la economía (ver aparte), generando toda clase de especulaciones sobre las razones que habrían impulsado el retraso.
El segundo es la creciente disparada que muestra el dólar paralelo (llegó a $ 5 ayer, tras aumentar 30 centavos en dos días), un valor que preocupa porque algunos sectores de la economía comienzan a tomarlo como referencia sobre la evolución que podría tomar el tipo de cambio en el corto plazo.
El tercer escollo deberá superarse hoy cuando el BCRA dé a conocer la evolución de los depósitos en la primera semana del mes, que exhibiría una baja de 5% en los nominados en dólares por la aplicación de las nuevas medidas de control, tras haber aceptado que la caída de reservas se viene acelerando por ese efecto, pese al refuerzo de los controles.
El mensaje oficial incluyó otra definición. «No se va a retroceder en el esquema de controles armado con base en la AFIP, pero tampoco se está pensando en aplicar nuevas medidas restrictivas», repitieron los voceros del «plan calma».
Los funcionarios también les aclararon que el Gobierno mantiene su postura de no impulsar una devaluación brusca del tipo de cambio, pese a la advertencia de economistas de todo signo ideológico de que sería un paso para calmar la demanda, porque apartaría de las ventanillas a los ahorristas que hoy creen que el dólar «está barato».
Excepciones menos excepcionales
El Banco Central reprogramó ayer de manera sorpresiva la fecha de difusión del balance cambiario del tercer trimestre, un informe que permite dimensionar la magnitud que alcanza la salida de divisas del país. «Es una reprogramación por un corrimiento de diferentes informes», dijeron en el BCRA. El retraso recuerda los desmanejos en que incurrió el Instituto de Estadística y Censos (Indec) antes de introducir cambios en los índices de precios.Fte.lanacion