miércoles 24 de abril de 2024 13:54:41

POLICIALES: Fueron denunciados Policías de la Comisaría 9na

La Sala I de la Cámara Federal ordenó profundizar la investigación sobre policías de la Comisaría 9ª por haber protagonizado una violenta requisa a un hombre, a quien le encontraron drogas en su poder, tras lo cual lo habrían agredido físicamente y ante la presencia de su hijo de 18 años

El hecho- según la denuncia- ocurrió el 8 de octubre de 2009 cuando Tomás Manuel Villanueva Aguera, circulaba por la calle Billinghurst a bordo de su moto junto con su hijo de 18 años, cuando fue demorado por la policía en un control de rutina.

Ante los policías, el hombre extrajo de su campera sustancia estupefaciente, y luego los policías –según dijo el denunciante- lo agredieron, lo esposaron, lo arrojaron al suelo ocasionándole cortes en su cabeza.

Incluso los policías, al enterarse que el hombre era portador de HIV, al mismo tiempo que lo golpeaban le decían: “extranjero, drogadicto y sidoso”.

Pero la denuncia no sólo fue por el maltrato que sufrió la víctima, sino que también dijo que luego de ser liberado la policía no le devolvió un encendedor antiguo, un celular, anteojos de sol marca “Rayban” y la suma de 46 pesos, que le habían sacado durante la requisa.

En primera instancia, la jueza federal María Servini de Cubría archivó la causa por falta de pruebas de los dichos del denunciante, lo cual fue apelado por el fiscal Carlos Cearras, quien había requerido la investigación hacia el personal policial.

Ahora, la Sala I consideró “prematura” la decisión de la jueza, y ordenaron que se avance sobre la misma siguiendo con las medidas propuestas por el fiscal Cearras.

El Fiscal pidió que se cite a los testigos del procedimiento policial para que relaten cómo ocurrieron los hechos, “que se determine la filiación de los efectivos policiales que participaron del procedimiento aludido y que se requieran sus legajos, y que se pida al Hospital Ramos Mejía la historia clínica del denunciante a fin de determinar las lesiones que hubiere sufrido”. Por Luis Sangiorgio