MEDIOS PÚBLICOS Y PAUTA OFICIAL: KARINA MILEI INTERVINO EN UNA INTERNA Y VACIÓ DE PODER A UN FUNCIONARIO
Karina Milei pasó buena parte de la jornada del jueves en el Congreso. Allí desembarcó con el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el vocero presidencial, Manuel Adorni, para ponerse al frente de las negociaciones con la oposición. Enfocada en destrabar el proyecto, la secretaria general de Presidencia siguió de cerca que se apurara la publicación de dos decretos con los que pone tomó una fuerte posición en torno a una interna que durante enero se desató en el Gobierno entre Santiago Caputo, el asesor todoterreno del presidente Javier Milei, y el secretario de Comunicación, Eduardo Serenellini.
Con el aval de su hermano, Karina Milei vació de poder a Serenellini, que desde que asumió buscó ganar influencia en el esquema de poder de Milei y alteró el ecosistema de la Casa Rosada con un perfil muy distinto al de su predecesora en el cargo, Belén Stettler, una persona de confianza de Caputo.
«El Jefe», como la apoda el Presidente, se garantizó que en el Boletín Oficial salieran publicados dos decretos.
El 110/24, un DNU con el que Milei, en el artículo 3, le quita a la Secretaría de Comunicación y Prensa, a cargo de Serenellini, varias funciones para concedérselas al jefe de Gabinete, Nicolás Posse.
Manuel Adorni, el vocero presidencial, empoderado tras los cambios en el Gabinete. Detrás, Karina Milei, que influyó en la decisión. Foto: Federico López Claro
Entre ellas, la administración, el control y los lineamientos de los medios públicos «y de aquellas empresas del sector en las que el Ejecutivo sea accionista».
Este diario había dado cuenta de una puja creciente entre distintos actores del Ejecutivo por quedarse con el control del área, con la expectativa de incidir en el proceso de privatización que busca encarar la administración de Milei. La TV Pública es observada con especial atención.
En tanto, en otro decreto simple, el 111/24, con el que absorbe la Subsecretaría de Vocería y Comunicación de Gobierno», conducida por Manuel Adorni.
Hasta el momento, Adorni no tenía firma para poder avanzar con designaciones sin el aval de Serenellini, una circunstancia que, según confiaron fuentes oficiales, le impedía avanzar en su gestión.
Al mismo tiempo, el decreto que lleva la firma del Presidente y del ministro del Interior, Guillermo Francos, sólo mantiene bajo la órbita de Serenellini al subsecretario de Comunicación y Prensa, Javier Lanari, como virtual número 2.
Es decir, le quitaron el manejo de todas las áreas administrativas y de influencia sobre la publicidad oficial, suspendida por un año por Milei, pero que tiene bajo su responsabilidad el pago de deudas adquiridas durante la gestión de Alberto Fernández.
Lo curioso es que Lanari, el único funcionario a su cargo, responde incondicionalmente a Adorni. «Le siguen mojando la oreja, quieren que se vaya solito, no lo van a echar, como hicieron con (Guillermo) Ferraro», dice, con cierta malicia, un mileísta de la primera hora.
¿Por qué tanto encono?
En el Gabinete había generado incomodidad las reuniones que Serenellini organizó durante enero con empresarios de distintos sectores, por fuera del universo de la comunicación, industriales, y hasta diplomáticos. Pero se instaló la idea de que el funcionario apuntaba en realidad a disputarle al asesor Caputo su injerencia sobre Milei. «Está yendo por Santiago, quiere meterse en al cabeza de Javier», decía un integrante del Gabinete.
El resultado, salvo para algún ingenuo que no dimensionó el rol de Caputo en la mesa chica del Presidente, era previsible. Una puja desigual.
De todos modos, no está claro si esa fue la intención de Serenelli, que en los últimos días, luego de que trascendiera la interna, se mostró conciliador con sus pares del Gabinete (redujo las reuniones sectoriales y las que organizó fue acompañado por el ministro del área) y también más cercano con los periodistas, algo que no había hecho antes, al punto que pasó a visitar la Sala de Acreditados de Casa Rosada.
Pero no pudo remontar su vínculo con Karina Milei, que primero bloqueó la designación del especialista en comunicación Alejandro Perandones, al que Serenellini buscaba posicionar como su número 2 y al que en una reunión de voceros presentó como el hombre con el que debían consultar a partir de ese momento, en desmedro de Adorni.
Luego, mientras avanzaba en la redacción de los decretos, Karina tuvo un gesto simbólico para expresarle su malestar: en ausencia de Serenellini, hizo retirar del despacho una mesa larga en el que el funcionario encabezaba sus reuniones. «No fue pedida por los mecanismos oficiales», fue el argumento que recibió el personal de maestranza.
Con todo, a pesar del impacto, Serenellini buscó mostrarse activo este viernes con una reunión, bien temprano. con el Presidente en la Quinta de Olivos. «Trabajando desde Olivos junto a @Jmilei», fue el mensaje que escribió en su Twitter, acompañado por una foto sonriente junto al mandatario. «No se va a ir de ninguna manera», reafirmó otra fuente muy bien informada de Casa Rosada.