sábado 23 de noviembre de 2024 02:30:22

DICEN QUE DICE CRISTINA GANAMOS TODOS O PIERDE ALBERTO DE AHÍ LAS LISTAS DE CANDIDATOS DEL FdT EN PRIMER LUGAR

Las encuestas encargadas en las últimas semanas por Cristina no señalan buenos augurios en términos electorales. “Ningún candidato nuestro superaba a la marca Frente de Todos

Uno de los momentos preferidos de Cristina es la conformación de las listas de candidatos. Desde 2011, cuando esa tarea quedó exclusivamente en sus manos, disfruta como pocos definir el destino político de tantos dirigentes del peronismo. Y ahora ha vuelto a vivir ese placer de distribuir premios y tomarse venganzas. Con su lapicera inexorable, bendijo a quienes van a disputar las PASO y las elecciones legislativas en nombre del Frente de Todos.

“Una vez me tocó esperar siete horas en una café cercano a la Casa Rosada”, cuenta una señora peronista que luego se convirtió en senadora. “Estábamos con otra compañera y un secretario nos vino a buscar, pero resultó que me convocó a mí y a ella le tocó el destierro. Siempre es así desde que los candidatos los elige Cristina; el que diga otra cosa miente”, completa la anécdota. Toda una escena de la ópera trágica para la política argentina.

El estilo monárquico con el que la Vicepresidenta eligió a los candidatos tiene una incógnita en la provincia de Buenos Aires. Al tope de la boleta oficialista del Frente de Todos se encuentra Victoria Tolosa Paz, la secretaria de Políticas Sociales que fue ganando espacio como polemista picante en los medios de comunicación y que, además de esposa del publicista del peronismo Pepe Albistur, es una dirigente bien alineada con Alberto Fernández. Cristina igual se cuidó de retener a 10 de los 15 primeros postulantes.

La elección de Tolosa Paz como primera candidata bonaerense tiene una explicación de real politik para el kirchnerismo. Las encuestas encargadas en las últimas semanas por Cristina no señalan buenos augurios en términos electorales. “Ningún candidato nuestro superaba a la marca Frente de Todos, ni siquiera Berni (Sergio)”, explican quienes frecuentan el Instituto Patria. Algunos sondeos los ubican arriba, pero demasiado cerca de la oposición, y en alguno mantenido en reserva aparecen directamente un puñado de puntos abajo.

Por eso, la ecuación de Cristina terminó simplificada en una frase que el kirchnerismo repite con una sonrisa. “Si ganamos, ganamos todos; y si perdemos el que pierde es Alberto porque los primeros candidatos en la Provincia y en la Ciudad son suyos”. La primera hipótesis de la Vicepresidenta había sido presionar para que el primus inter pares electoral fuera Santiago Cafiero, pero el Presidente resistió como pudo la maniobra y propuso la novedad de Tolosa Paz. En territorio porteño la cosa resultó mucho más fácil porque al kirchnerismo le interesa muy poco el distrito. Esa es la razón por la que Leandro Santoro, otro polemista mediático, y la periodista Gisela Marziotta, terminaron al frente de la boleta donde el peronismo es la oposición.

Con matices que llevan un año y medio de vida, en la Casa Rosada y en las usinas kirchneristas esperan una elección complicada. Aceleran como pueden el operativo de vacunación para tratar que la cuestión sanitaria y algunos estertores de reactivación del consumo aplaquen la demanda de una sociedad agobiada por las muertes del Covid, la falta de vacunas (dramática en el caso de las segundas dosis) y por una economía exhausta, sobre todo en el nivel de las Pymes, en la agonía de los comercios y en el congelamiento del empleo. Y si hay un lugar donde se perciben esos síntomas recesivos es en el decisivo cordón industrial del Gran Buenos Aires.

A eso hay que sumarle una crisis inesperada. La interna del Gobierno disparada por la negativa de Agustín Rossi a bajarse de su precandidatura a senador por Santa Fe. Desde Perú y por televisión, el Presidente lo obligó a renunciar al cargo abriendo una grieta que provocó incluso una sorprendente divisoria de aguas en el kirchnerismo. “Agustín se la jugó muchas veces en los peores momentos y no es justo lo que le hicimos”, reconocen funcionarios y dirigentes que lo estiman. La disputa a cielo abierto entre Rossi y el gobernador Omar Perotti también pone en riesgo una elección siempre complicada por la situación alarmante de la seguridad en Santa Fe.

Alberto trata de definir la mejor opción para reemplazar a Rossi en el ministerio de Defensa. La alternativa de correr a Sabina Frederic desde la cartera de Seguridad le abriría una oportunidad al kirchnerismo en un cargo que siempre observó con interés. La salida más fácil sería hacer el reemplazo directo en Defensa y no mover toda la estantería en plena campaña electoral. “Ahora son más los que se quieren despegar que los que se quieren arrimar”, explica resignado un ministro partidario de no hacer olas. Después de la elección, será otro escenario.

Son tiempos en que los problemas afloran por todas partes. Martín Guzmán admite lo que todos ya sabían: que la negociación con el Fondo Monetario no va a cerrarse antes de las elecciones. Y el romance inexplicable de Alberto con Venezuela, Cuba y Nicaragua va cerrando puertas de la política exterior que después es muy difícil volver a abrir.

Sin embargo, las sobreactuaciones con Maduro, Díaz Canel o el matrimonio Ortega no le causan a Alberto Fernández más problemas que sus múltiples encuentros a toda hora en la Quinta de Olivos. No se trata de la indignación o de la audiencia mediática que generan las asesoras nocturnas, actrices o afortunados empresarios asiáticos que recibe en la vivienda que el Estado le concedió por cuatro años.

Lo que no se merece esta Argentina golpeada por los encierros, los contagios y las muertes es que sus gobernantes vulneren con semejante desprecio las mismas reglas que ellos impusieron, con rigor de cruzados a toda la sociedad. Eso que falta se llama empatía y es la razón de la angustia que, en cualquier momento, podría comenzar a arder en las encuestas.Por Fernando González, Clarín. Fte. Identidad Correntina