6 millonarios que muestran sus lujos en Instagram
Si en la década del 90, el mandato social era ser exitoso, en el siglo XXI ese mandato es ser feliz. Así lo argumenta la psiquiatra argentina Geraldine Peronace, estudiosa de las drogas de diseño
Siempre existió la ostentación. Desde que el mundo es mundo, hubo ricos y pobres, y sobre esa diferencia siempre estuvieron quienes intentaron evidenciarla aún más mediante el lujo. ¿O acaso el lujo no es un exceso, una extravagancia, un bonus track del dinero? Sin embargo hoy la cuestión cambia y toma otro color. El exhibicionismo constante que se potencia por la idea delestar ahí, leivmotiv de las redes sociales, (que la selfie se haya transformado en una costumbre ejemplifica bastante) hace que la ostentación adquiera otro valor. ¿Qué lugar ocupan las nuevas tecnologías del nuevo siglo en el arte de demostrar?
Si en la década del 90, el mandato social era ser exitoso, en el siglo XXI ese mandato es ser feliz. Así lo argumenta la psiquiatra argentina Geraldine Peronace, estudiosa de las drogas de diseño. Es por eso que plataformas como Instagram, Facebook y Twitter, ente otras, con su lógica de la exhibición y la búsqueda de la aceptación son el canal ideal para compartir esa felicidad.
En Argentina quien ha hecho escuela en este sentido es Ricardo Fort -el millonario heredero de la fábrica de chocolates Felfort (La Delicia Felipe Fort S.A.), fallecido en noviembre de 2013- que en su reality show mostraba sus exuberantes gastos. Con humor, bijouterie y algo de sensibilismo, «el chocolatero» se ganó un lugar en la pantalla y, aunque fue muy resistido en su momento, hoy se ha transformado en un hito post mortem de la cultura pop.
Fue con el mismo estilo, pero potenciado por nuestra época de redes sociales, que estos millonarios han decidido contar cómo son sus vidas, qué lujos poseen (con todo el machismo y materialismo que este tipo cosas trae aparejadas), qué cosas tienen que el resto de la sociedad carece y desea.
1. Matrimonio Yotta: Bastion y María tienen una casona en Hollywood donde arman sus fiestas. Él es el CEO de tres compañías que tienen que ver con el bienestar individual: GlobalSkin(cosméticos), GIBaCon (software para personas de la tercera edad) y Mindslimming (productos dietarios). Suben a Instagram fotos y videos con muchas mujeres, pìlas de dinero saltando por los aires y autos caros. «No hay separación entre el placer y el trabajo. Sólo se vive una vez», es su frase de cabecera. No hay forma de olvidar a esta pareja, pues han sabido promoverse como una marca, como un producto, bajo el lema que parece más un eslogan turístico que una clave de éxito: «Vive Yotta». ¿Acaso a alguien no le gustaría, por lo menos por un segundo, probar, para ver qué se siente, esa rutina? Dan Bilzerian: en Estados Unidos se lo conoce como El Rey de Instagram por el grado de ostentación que le propina a sus 16 millones de seguidores, que megustean y comentan gustosas sus nuevas hazañas fotografiadas. Es jugador profesional de póquer, de ahí viene gran parte de su fortuna ya que posee un portal dedicado al juego de cartas llamado Victory Pok. Además de ser actor, integró el ejército de su país antes dedicarse al póker. Sus pasiones: dinero, armas, mujeres, autos de alta gama y deportes arriesgados. La barba pasó a ser, además de sus fibrosos músculos, su distinción.. Tony Toutouni: «Es un estilo de vida que todo hombre quiere vivir», le dijo en una entrevista alDaily Mail. Como a casi todos los millonarios ostentosos, a este empresario de clubes nocturnos, restaurantes y hoteles le gusta la noche. Con sus característicos bigotes y sus recurrentes fuck you, muestra la vida de un tipo de mediana edad amante de los billetes. «Salí con muchas, muchas mujeres. Siendo joven en Los Ángeles y teniéndolo todo, no es tan difícil conseguir a la chica que uno quiere», dice pero, sin embargo, no duda en cosificar al extremo a todas las mujeres que fotografía utilizándolas, irónicamente, como tabla de sushi el adorno frutal, entre otras cosas.Travers Beynon: conocido como Candyman (el Hombre de los Dulces), este excéntrico empresario tabacalero de la corporación Freechoice tiene una pasión muy marcada: le gustan mucho las mujeres. En su cuenta de Instagram sube fotos donde el género femenino es un objeto decorativo pero también de culto ya que expone su belleza constantemente. Su mansión, la Tienda de Dulces, está llena de chicas, sin embargo aseguran que está casado con una mujer que, justamente, no es para nada celosa.. Lorenzo Carvalho: su origen es brasileño pero -por esas generosidades del idioma- hace unos años causó mucho revuelo en Portugal por el contraste con el rescate financiero que atravesó el país en 2013. Porque es desde lo políticamente incorrecto que estos millonarios de la ostentación repercuten y escandalizan. ¿Cómo hizo su fortuna? Como era de suponerse, desde la herencia: un imperio familiar forjado en el negocio de las piedras preciosas. Con apenas 25 años, es toda una sensación en el mundo de internet donde muestra, además de su cuerpo tatuado y las fiestas repletas de mujeres esculturales, los exuberantes autos que posee. Aleem Iqbal: su nickname en Instagram es Lord Aleem y con 21 años aprovecha la fortuna de su padre, propietario de la compañía británica Birmingham, dedicada al alquiler de autos de lujo. «La gente dice que ostento pero no lo hago», le dijo a Daily Mail intentando negar su exhibicionismo. No es ningún pecado, ni siquiera un delito. Cada cual tiene derecho a mostrar lo que quiera en sus redes sociales. Por eso, Lord Aleem muestra sus autos. Los ama tanto que es el único contenido que aparece en su cuenta de Instagram. Como cualquier de los millonarios de esta lista, muestra su exuberante forma de ser feliz. Todos los likes que recibe lo legitiman. Puede que esa ostentación sea una forma de suplir alguna carencia, pero al in de cuentas, ¿a quién le importa? A ellos, seguro que no.