EL PAPA FRANCISCO FUE OVACIONADO EN EL CAPITOLIO
Francisco saludo con un mensaje claro sobre qué piensa de los Estados Unidos: “Estoy en la tierra de los libres y en el hogar de los valientes”. La afirmación generó la primera gran ovación del pleno.
El papa Francisco arribó al Capitolio las 9:15, hora local, en el automóvil Fiat que utiliza para desplazarse por Washington. En el edificio del parlamento norteamericano fue recibido por el jefe de la Cámara baja, John Boehner, del partido Republicano. Tras una breve recepción en la que se reunió con legisladores y funcionarios del clero local, se dirigió al pleno de la asamblea para dar su esperado discurso.
La tierra de la libertad
Francisco saludo con un mensaje claro sobre qué piensa de los Estados Unidos: “Estoy en la tierra de los libres y en el hogar de los valientes”. La afirmación generó la primera gran ovación del pleno.
La lucha contra el extremismo
Luego llamó a evitar acercarse a los extremismos con dos declaraciones sinceras y fuertes. En la primera, reconoció que “ninguna religión es inmune al extremismo ideológico”. Asimismo, advirtió sobre el peligro de combatir esos extremismo con más odio: “Imitar el odio y la violencia de los tiranos y los asesinos es la mejor manera de tomar su lugar”.
Francisco recordó también a cuatro figuras norteamericanas: Abraham Lincoln, Martin Luther King, Dorothy Day y Thomas Merton. Entre ellas, cuando se refirió a Martin Luther King recordó especialmente que los “Estados Unidos siguen siendo para muchos unas tierras de sueños”. La frase que inmortalizó MLK fue: “I have a dream” (“Tengo un sueño”).
Francisco volvió sobre los cuatro personajes que eligió para otorgarles a cada uno los valores que más reconoce. “De Lincoln, la libertad. De Martin Luther King, la libertad con pluralidad y sin exclusión. De Dorothy Day, la justicia social y los derechos de las personas. Y de Thomas Merton, la capacidad para el diálogo y la apertura a Dios”.
Recordó: “Muchos de nosotros también fuimos extranjeros alguna vez”. La referencia a la inmigración y, si bien no lo nombró directamente, a las declaraciones de Donald Trump en las recientes semanas, puso al pleno de pie en un sonoro aplauso.
En ese sentido, pidió “tratar a los demás con la misma pasión y la compasión” con la que uno quiere ser tratado.
Pena de muerte y pobreza
También pidió abolir la pena de muerte, ya que en su consideración, “cada vida es sagrada”. Reclamó que se mantenga viva “la meta de rehabilitación” para aquellos que están en las prisiones.
Cuando recordó la misión religiosa de Dorothy Day, pidió librar “constantemente la lucha contra la pobreza y el hambre”. El Papa relacionó esto con la tarea de las empresas: “Parte de esta lucha (contra la pobreza) es crear y distribuir la riqueza”.
Medio ambiente y riqueza
Les reclamó también cuidar el medio ambiente y crear empleo “como parte de su servicio al bien común, un bien común que incluye cuidar la Tierra (…). Tenemos que esforzarnos en evitar los efectos más graves del deterioro ambiental causado por la actividad humana”.
Cuba
“Es mi deber construir puentes y ayudar a hombres y mujeres a hacer lo mismo. Cuando países que han estado en sendas distintas renuevan dialogo, se abren nuevas oportunidades para todos. Esto ha requerido y requiere valentía y ser temerarios, que no es lo mismo que ser irresponsable”, dijo Francisco sin mencionar a Cuba, pero dejando en claro que se refería al deshielo en las relaciones entre EEUU y el régimen de los Castro.
Sin embargo, se abstuvo de hacer referencias directas a sus críticas al embargo comercial norteamericano sobre Cuba.
Tráfico de armas
Francisco atacó duramente el comercio de armas, con la pura ambición de ganar dinero: “Es nuestro deber detenerlo”, sentenció. Fue otra de las ovaciones cerradas que el Congreso le dedicó.Fte.textualinfobae.com