Cristina anunció nuevos créditos para la compra de autos
El Gobierno lanzó ayer una línea de créditos personales para la compra de autos que aspira a revertir la fuerte caída en las ventas en el sector en la primera parte del año.
En un intento por mostrar un cambio de clima después del fallo en contra de la justicia norteamericana que benefició a los fondos buitre, el Gobierno lanzó ayer una línea de créditos personales para la compra de autos que aspira a revertir la fuerte caída en las ventas en el sector en la primera parte del año.
La presidenta Cristina Kirchner evitó hacer referencias explícitas a la negociación que comenzará en las próximas horas en Nueva York y dejó las críticas de lado. Apenas si mencionó al pasar, y a tono con el clima mundialista, que había «árbitros» que la quieren «bombear», pero evitó las referencias concretas después de que la Casa Rosada inició el proceso para un acuerdo.
El Gobierno se concentró ayer en retomar la iniciativa política con un acto que había planificado para la semana pasada y que debió cancelar por la crisis de los holdouts. Rodeada de buena parte del empresariado representante del sector automotor y los sindicatos, entre ellos el jefe de la CGT afín al Gobierno, Antonio Caló, Cristina presentó el plan Pro.Cre.Auto, una línea de créditos para la compra de vehículos por hasta 120.000 pesos que estará accesible por sólo tres meses. El programa tendrá financiamiento del Banco Nación en 60 cuotas y cubrirá hasta el 90 por ciento del valor del auto con una tasa anual de entre 17 y 19 por ciento.
Incluye 26 modelos y, según el anuncio que corrió por cuenta de la ministra de Industria, Débora Giorgi, los autos incluidos en el programa tendrán una rebaja en sus precios que van del 3 al 13%.
Consciente del impacto que tuvo la crisis de los primeros meses del año, el Gobierno busca así revertir la baja en las ventas y su consecuente suspensión de trabajadores por parte de las empresas con esta línea que tendrá vigencia hasta el 24 de septiembre.
«Si se venden 10 autos más, estoy conforme», calificó el lanzamiento el presidente de FIAT, Cristiano Rattazzi, que ayer volvió a sentarse en un acto en la Casa Rosada delante de la Presidenta, con quien tuvo idas y venidas. También estaban representantes de General Motors, Ford, Toyota, aunque el programa incluye también a Volkswagen, Peugeot-Citroën, Renault y Honda.
«Vamos a seguir saliendo a la cancha aunque algún árbitro nos quiera bombear», arrancó su mensaje la Presidenta, que se mostró de buen humor. Todo su gabinete parecía haber dejado atrás las horas de tensión que se vivieron la semana pasada a partir de la decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos de rechazar tomar el caso argentino por la deuda con los fondos buitre.
La Presidenta hizo su propia interpretación de la crisis del sector automotor y se quejó de la suba de precios que habían dispuesto las empresas. «Cuando hay caída del consumo o problemas en la economía se lanzan descuentos, pero acá hicieron al revés», se quejó.
La jefa del Estado sostuvo que la causa fundamental de la caída en las ventas, además de la suba de precios, había sido la menor compra por parte de Brasil, y destacó la negociación a la que había llegado con la administración de Dilma Rousseff. «Todo esto no se hace tomando café amablemente», descargó, sobre el acuerdo que se concretó después de cuatro meses de reuniones.
