SOCIEDAD: El 2014 ya es el año mas lluviosao
El fenómeno afecta Capital Federal y puede profundizarse porque llega El Niño El mayor registro es de 1959, con 990 milímetros de enero a mayo. Hasta ayer, se contaban 966 milímetros.
Tras varios días de lluvia, ayer por fin asomó apenas el sol y, al menos hasta el domingo, no hay pronóstico que anuncie más agua. De todos modos, la lluvia vuelve a ser noticia. Ocurre que este año ya es uno de los más lluviosos de la historia y se espera que siga así porque, según la reciente información de la NASA, llega el fenómeno de El Niño que hará incrementar las precipitaciones en la región de América del Sur.
Según datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) para el área metropolitana, hasta ahora el récord lo tiene el año 1959, con 990 milímetros caídos desde enero a mayo. Desde comienzo de año se llevan registrados 966 milímetros, 24 menos que la marca considerada histórica. “Estamos muy cerca de igualar esa marca”, confirmó a Clarín el meteorólogo del SMN, José Luis Stella. Si bien no hubo eventos de grandes caídas de agua en poco tiempo, sí se dieron lluvias constantes que elevaron el promedio, como las registradas en febrero y las de esta semana. Ahora, con la instalación del fenómeno del Niño sobre el océano Pacífico, se mantendrán las lluvias para lo que queda del año.
En los primeros cinco meses del año, cayó bastante agua en la Ciudad y también en el Conurbano. Las mediciones del SMN indican que en enero fueron 268 milímetros, en febrero 255, en marzo 181, en abril 128 y durante este mes, hasta ayer, cayeron 134 milímetros. En total son 966 milímetros.
De acuerdo con los registros del SMN, en el ránking de años lluviosos, siempre de enero a mayo, a 1959 le siguen el año 1900 –aunque como no se medía de la misma manera que ahora, no se tiene en cuenta para el ránking– con un acumulado de 969 milímetros; luego, siguen dos años más cercanos y ya superados por las lluvias de lo que va de 2014, son 1990 con 934 milímetros y 2001, con 920.
El meteorólogo Stella señala que el aumento de las lluvias también se observa en otras partes del país, como el norte de la Patagonia, que en los últimos años estuvo muy seco. “Esa zona está muy lluviosa y también sigue lloviendo. A principios de abril, Neuquén sufrió el peor temporal de los últimos 40 años”, recordó.
En abril, el SMN había adelantado que se esperaba un otoño con lluvias superiores a los registros normales. Ese era el resultado del pronóstico climático del trimestre abril, mayo y junio que climatólogos de diversas instituciones del país realizan periódicamente en base al análisis de las condiciones oceánicas y atmosféricas globales y regionales.
Este año, el aumento de las lluvias comenzó a registrarse en un período denominado “neutro”, sin Niña ni Niño, que se ajusta más a los valores normales, aunque pueden ocurrir fenómenos de precipitaciones intensas localizadas. En nuestro país, la influencia de la Niña, cabe recordar, significa más sequía; y el Niño más precipitaciones. El experto Stella apunta que, por la influencia de la corriente del Niño, en el segundo semestre del año, habrá más probabilidades de lluvias en el país.
Especialistas de la NASA, en tanto, encontraron signos evidentes en el Pacífico de que se avecina un importante fenómeno de El Niño, una alerta que fue prevista el mes pasado por la Organización Metereológica Mundial (OMM). El Niño, que produce lluvias torrenciales en América del Sur, ocurre cuando los vientos alisios decaen no sólo por unos días, sino por muchos meses. Entonces, las ondas denominadas “de Kelvin” cruzan el Pacífico como una caravana, elevando el nivel del mar y dejando, además, aguas ecuatoriales más cálidas en su estela.
El satélite francoestadounidense Jason-2, que chequea cada diez días el estados de todos los océanos del mundo y controla los cambios que se producen en la altura de la superficie del mar, alertó a los investigadores que algo se está gestando en el océano. “Se ha formado un modelo de alturas y temperaturas en la superficie del mar que me recuerda a la forma en la que el Pacífico se veía en la primavera de 1997”, explicó Bill Patzert, climatólogo del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
Los metereólogos, que siguen y cruzan datos de estos fenómenos están prestando atención a estos dos acontecimiento, ondas de Kelvin y El Niño, porque están vinculados por el viento. Los vientos alisios del Pacífico soplan de este a oeste, empujando las aguas superficiales calentadas por el sol hacia Indonesia. Como resultado de este panorama, el nivel del mar de Indonesia es normalmente 45 centímetros más alto de lo que es cerca de Ecuador.Fte.textualclarin