POLITICA: Cristina se reunió con la CGT oficialista y les pidió prudencia en la discusión paritaria
Cristina Kirchner ratificó ayer a la CGT oficialista que sólo aceptará paritarias anuales y que no dispondrá el pago de una suma fija por decreto para compensar el aumento de precios de los últimos meses. Sin embargo, sí habilitó el pago de sumas adicionales por gremio. Además, pidió “prudencia y responsabilidad” de cara a las próximas negociaciones salariales.
La Presidenta recibió ayer, en un clima de fuerte hermetismo, al jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, y a tres integrantes de la mesa chica de la central: Omar Viviani (taxistas), Ricardo Pignanelli (mecánicos) y José Luis Lingeri (Obras Sanitarias). La reunión se hizo en la residencia de Olivos, comenzó poco después de las 18 y duró dos horas. Hacia el final se sumó la superintendenta de Servicios de Salud, Liliana Korenfeld, para discutir sobre las obras sociales.
Según pudo reconstruir LA NACION entre los asistentes a la cita, la Presidenta evitó hablar de porcentajes, pero sí dejó claro que espera “moderación, prudencia e inteligencia” de parte de los gremios. “Ustedes tienen experiencia, saben hasta dónde puede llegar cada uno”, les dijo.
Los sindicalistas retrucaron con un pedido similar, pero “para que los empresarios no sigan remarcando”.
El Gobierno aspira a que las paritarias cierren con aumentos en torno al 25 por ciento, lejos de los cálculos alternativos de inflación (que la ubican en torno al 30%) y de lo que pretende la mayoría de los gremios (tanto de la CGT oficialista, como de las centrales opositoras).
La posibilidad de decretar el pago de una suma fija para postergar buena parte de las paritarias al segundo trimestre había sido sugerida por el propio Gobierno hace algunas semanas para ganar tiempo y previsibilidad respecto de las variables económicas, sobre todo, la inflación. Llegó a hablarse de $ 1000 en dos cuotas de $ 500. Finalmente, y según recogieron ayer los hombres de la CGT, esa alternativa quedó descartada.
Cristina Kirchner en cambio sí dio vía libre para que “el que pueda negociar, negocie” el pago de adelantos a cuenta de las paritarias, como ya lo hicieron los bancarios, los aceiteros y los choferes de UTA.
Antes de la reunión en Olivos, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, había ratificado que, en el caso de los trabajadores estatales, el Gobierno no aceptará paritarias cortas, como exigen, por ejemplo, los docentes.
“El Gobierno va a propiciar una paritaria de carácter anual para establecer las condiciones de fijación del salario de los trabajadores que dependen del Estado. No hay condiciones objetivas para modificar las estrategias de negociación”, dijo Capitanich por la mañana.
Los gremialistas que estuvieron en Olivos se mostraron de acuerdo con el esquema de las paritarias anuales. “Nuestras prioridades son el salario, pero también la estabilidad laboral. Si empezamos a tirar de la cuerda, sabemos dónde terminamos”, dijo a LA NACION uno de ellos respecto de la “carrera” entre precios y salarios.
Quedó descartada la inclusión de “cláusulas gatillo” (que obligan a renegociar salarios si la inflación supera un límite determinado) en los acuerdos paritarios. No se descartó, en cambio, que gremios y cámaras empresarias se comprometan a reabrir la negociación “si las condiciones económicas” así lo imponen. La diferencia parece sutil, pero es sustancial: en un caso, la reapertura es automática, en el otro, queda sujeta a negociación.
Los gremialistas aprovecharon para sugerirle a la Presidenta que adelante la convocatoria del Consejo del Salario Mínimo. Cristina se comprometió a analizarlo.
En la reunión también se abordó el tema de las obras sociales. No hubo avances respecto de la deuda que el Estado mantiene con esas entidades y que los gremios calculan en 15.000 millones de pesos.
Sí se acordó revisar los costos de algunos tratamientos, sobre todo los de alta complejidad, y actualizar el valor de las cuotas para los monotributistas. También pidieron “limitar” el sistema de libre elección de cobertura de salud que, afirman los gremialistas, produjo un drenaje de afiliados al sistema privado.Fte.lanación