INTERNACIONAL: Hace 50 años asesinaban a John Fitzgerald Kennedy
Héroe de guerra, estadista, defensor de los derechos civiles, John Fitzgerald Kennedy encarnaba hace medio siglo el modelo ideal del presidente estadounidense, hasta que tres balas pusieron fin a su vida, el 22 de noviembre de 1963, en un acontecimiento que conmocionó al mundo. La tercera bala, disparada de frente, le estalló en la cabeza. La escena parece hoy tan fresca como cuando sucedió el hecho, hace 50 años en Dallas, Texas. El mito Kennedy, alimentado por su juventud, su belleza y estilo moderno proyectado por la televisión, sigue intacto en el corazón de los estadounidenses medio siglo más tarde. JFK, nacido en una familia rica e influyente de Boston, se convirtió en el presidente estadounidense más joven y el primero de religión católica, encarnando una era de esperanza para la generación de los denominados baby boomers. De su mandato trágicamente truncado, la historia se acuerda particularmente de su enfrentamiento con los soviéticos durante la llamada crisis de los misiles, la derrota de Bahía de Cochinos en Cuba y el programa Apolo para enviar a un estadounidense a la Luna. Su frase “No pregunten qué puede hacer su país por ustedes; pregunten qué pueden hacer ustedes por su país”, pronunciada el día de su investidura, permanece grabada en la memoria mundial. EL MITO DE “CAMELOT” Pero el mito también es el de “Camelot”, la corte del rey Arturo trasplantada a la Casa Blanca, donde Kennedy vivía con Jackie, su bella, joven y siempre impecable esposa, y unos pequeños hijos que eran retratados jugando en el Salón Oval. Su asesinato ocurrió en momentos en que gozaba de una gran popularidad y mientras se preparaba para participar en las elecciones de 1964, en uno de los períodos más críticos de la Guerra Fría entre EE UU y la ex Unión Soviética. Según el fiscal Jim Garrison, que investigó al magnicidio, la CIA, el FBI y el Ejército estuvieron detrás del asesinato de Kennedy, y Lee Harvey Oswald, quien fue detenido 80 minutos después del crimen tras asesinar a un oficial de policía, “no mató a nadie”. Oswald, que era empleado del depósito de una librería en la Plaza Dealey, fue asesinado dos días más tarde. Garrison logró llevar a juicio a Clay Shaw, quien fue absuelto por la Justicia, aunque años más tarde se comprobaría -a pesar de lo que declaró el acusado- que había trabajado para la CIA. Garrison afirmó en su dictamen que hubo una conspiración para matar al presidente Kennedy y a Martin Luther King, el 4 de abril de 1968. Kennedy, nacido en 1917, fue el segundo hijo del matrimonio formado por Joseph P. Kennedy y Rose Fitzgerald, familia en la que también crecieron Robert Francis y Edward, entre otros hermanos. Tras ganar las primarias demócratas en 1960, fue nominado formalmente como candidato a presidente y venció a Richard Nixon ajustadamente en las urnas y con un margen más amplio en el colegio electoral. Juró como el 35º mandatario estadounidense el 20 de enero de 1961 y, sin duda, su breve camino bastó para dejar su sello en la historia y convertirse en parte del eterno sueño americano.