EDUCACION: El Ministro de Educación de la Nación dijo que la crisis educativa comenzó en 1810
«Si hay crisis en la educación, es desde 1810«, declaró el ministro de Educación, Alberto Sileoni, en diálogo con el periodista Reynaldo Sietecase en radio Vorterix. «Hay procesos y si se dice que éste es un sistema en crisis, dígalo desde 1810, porque si no pareciera que hay un pasado dorado que no ocurrió», argumentó el funcionario.
Los dichos del ministro generaron las respuestas de Horacio Sanguinetti (Academia Nacional de Educación), Gustavo Zorzoli (Rector del Colegio Nacional de Buenos Aires) , Myriam Southwell (Flacso), entre otros especialistas en la materia.
Sanguinetti explicó que la crisis educativa tiene 70 años y no 200, como dijo el ministro. «Posiblemente se haya originado entre 1945 y 1950, hasta ese entonces tuvimos una gran escuela secundaria, que era lo mejor que teníamos«, detalló en una columna de opinión.
Y ahondó: «La crisis comienza a partir de cambios en la situación social en el país y en el mundo con la segunda posguerra. El impulso sarmientino duró hasta ese momento».
Sanguinetti calificó como un «error» la «federalización» del sistema educativo porque se llevó a cabo sin el financiamiento correspondiente, ya que hay distritos que no tienen recursos para afrontar los gastos. Sin embargo, cuestionó la respuesta de los estudiantes de tomar los colegios.
Zorzoli, quien atraviesa un duro enfrentamiento con un grupo de estudiantes del colegio que conduce, recordó que el nivel educativo argentino pasó por muy buenas etapas. «Por ejemplo en los 40», analizó. Y fundamentó que el problema es el cambio del paradigma: «Esta escuela es inclusiva y los problemas que se generan es porque hay más chicos».
«Antes los pibes no entraban al secundario porque no era para todos. Como ahora sí, surgen otros conflictos: se van antes de terminar. ¿Por qué? Quizás la respuesta sea que la principal crisis del secundario es que no modificó su formato, sigue estancada en el modelo del siglo pasado. O mejor dicho, no se adecuó a estas generaciones que no encajan en la vieja estructura», reflexionó.
Los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires, que dependen de los programas que elabora la Universidad de Buenos Aires, realizan una protesta en «solidaridad» con los alumnos que sí están afectados por los cambios en los planes de estudio.
Southwell, investigadora de Flacso, indicó que «la educación será buena sólo si nos incluye a todos y si se conecta con las características que tiene nuestra sociedad hoy, no la que nuestro recuerdo selectivo parece celebrar en el pasado».
Los índices educativos
A 125 años de la muerte de Domingo Faustino Sarmiento, Argentina ocupa el séptimo lugar en el ranking de países según su calidad educativa, detrás de Brasil, Chile, Colombia, México y Uruguay.
«La calidad educativa está en situación de emergencia», fue una de las conclusiones consensuadas entre los principales referentes del sector entre autoridades nacionales, de la ciudad y del mundo que participaron del V Foro de Calidad Educativa que organiza anualmente la asociación civil Proyecto Educar 2050, en el marco de la Semana de la Educación.
Según el último Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA (por su sigla en inglés: Program for International Student Assessment), el 52% de los adolescentes argentinos de 15 años no comprenden lo que leen, y este es un dato que se sostiene en el caso argentino desde al año 2000. El PISA se realiza cada tres años en varios países con el fin de determinar la valoración internacional de los alumnos y es llevado a cabo por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Los chicos «ni, ni» (ni estudian, ni trabajan) representan en la Argentina entre el 10% y el 15 % de la población juvenil, según los últimos informes realizados en base a datos del INDEC. Es la franja joven que aún no ha podido vencer el cerco de la ignorancia.
Alieto Guadagni, en una de las mesas del Foro, se refirió al fenómeno objetando la falta de cifras para encararlo: «Es muy importante contar con datos fidedignos, como ocurre en países vecinos que están mejorando su nivel educativo como Brasil, Uruguay y Chile«. Y resaltó como contraste la prohibición del Art. 97 de nuestra Ley Nacional de Educación, que no permite la utilización de esta información por estigmatización, lo cual no ayuda al desarrollo de la calidad.