ROMA: El Papa Francisco recibirá a Massa en setiembre
Alguna vez el Cardenal Jorge Bergoglio le sugirió a Daniel Scioli algo así como: “Cocodrilo que duerme la siesta, se despierta convertido en cartera”.
No fue exactamente esa frase, pero le quiso decir que se definiera sin dar tantas vueltas sobre cuál iba a ser su lugar en la política argentina.
Pocos saben que cuando Francisco estaba en Brasil, un jueves la presidente Cristina se levantó con la intención de viajar a San Pablo con su nieto, hijo y nuera, para pedirle al Santo Padre una bendición para el niño recién nacido.
Aunque Francisco acostumbra realizar acciones fuera del protocolo, alguien de su entorno creyó inconveniente que el Papa recibiera a la mandataria argentina de esa forma, cuando estaba programada la presencia de otros Presidentes americanos en la Misa del domingo.
Entonces la Jefe de Estado cambió la presencia del pequeño nieto por la de Martín Insaurralde, que una semana después encabezaría la lista clave en las elecciones de la Provincia de Buenos Aires.
La foto de Francisco, Cristina e Insaurralde empapeló las paredes de Buenos Aires, aunque es válido reconocer que muchos dirigentes cristinistas -con Gabriel Mariotto a la cabeza-, no vieron con buenos ojos esa utilización de la figura del Papa Francisco en la campaña electoral.
También en el Vaticano lo vieron mal. Francisco no puede seleccionar quién acompaña a cada Presidente, pero fue un gran error subestimar su capacidad de percibir las acciones políticas que intentan sacar provecho de su imagen.
Después del arrollador triunfo en las PASO del Intendente del Tigre, al día siguiente su principal operador “en las sombras” viajó a Roma para solicitar una audiencia formal entre Sergio Massa y el Papa Francisco.
Los contactos previos ya estaban hechos, no era cosa de viajar al Vaticano, tocar el timbre, presentarse, solicitarle el encuentro y esperar la respuesta.
No conocemos la agenda del Papa Francisco, aunque por lo demostrado en el poco tiempo que lleva sentado en el trono de San Pedro, su capacidad de adaptarse a las circunstancias imponderables es su rasgo distintivo.
El operador de Massa en el Vaticano recibió una fecha provisoria que se confirmará los próximos días: el 26 de septiembre.
Puede ser unos días más tarde, pero no antes. O sea, justo en vísperas de las elecciones legislativas de octubre, Sergio Massa también tendrá esa foto que hoy tanto anhelan los políticos.
Pero estará solo, sin padrinazgos, Francisco y Massa hablarán de lo suyo y después veremos cómo juega esa imagen en los comicios claves.
Por lo visto estos días en el raid televisivo que viene haciendo el tigrense, imaginamos que un diálogo con el Papa sobre temas de inseguridad y lucha contra el flagelo de las drogas será clave para su entendimiento con el Santo Padre.
Ni Cristina Fernández, ni Daniel Scioli ni Martín Insaurralde podrán catalogar de oportunista el viaje de Massa al Vaticano, y la correspondiente foto que tendrá a pura sonrisa.
Ellos tuvieron su encuentro también, así que les cabe las generales de la ley.
Daniel Scioli estará recordando aquella frase que una vez le dijo Jorge Bergoglio (nos la dijeron en su momento, pero la olvidamos), pero la idea es aquella del cocodrilo que duerme y se despierta convertido en cartera.
Hoy el cocodrilo de Las Pampas -que parece dispuesto ni siquiera a bostezar-, se llama Sergio Massa. Los llamados “barones” del conurbano, los intendentes fuertes con dominio territorial, apuntan su brújula hacia el Tigre y no a La Plata como antes. Todos recalculan su GPS.
Fuente: Seprin y Diario Veloz.com.ar