ECONOMIA: El gobierno nacional bloqueó otros 6 mil millones de pesos que necesita con urgencia la Provincia
El Gobierno nacional retrasa la aprobación del programa de colocación de Letras del Tesoro por 6.000 millones de pesos solicitada por la Provincia. Es un instrumento financiero impostergable para financiar deuda y garantizar la prestación básica de servicios en Buenos Aires.
Hace un par de semanas, el Ministerio de Economía también postergó la conformidad para el endeudamiento externo por 12 mil millones de pesos que tramitó el estado provincial.
Sin esos recursos, desprovisto de ayuda adicional de la Nación, Scioli queda arrinconado en soluciones a través de un ajuste salvaje de las cuentas públicas. Otra alternativa es extremar la presión tributaria que durante su gestión ya aumentó 42% y se encuentra al límite de las capacidades contributivas.
El gobernador tiene permiso de la Legislatura provincial para un endeudamiento de 18.700 millones de pesos. Hace un año, también tuvo dificultades en lograr los avales de la Nación, pero finalmente logró auxilio financiero de los mercados con títulos dólar link, atados a la cotización de la moneda extranjera.
Ahora, apremiado por una crisis con riesgo institucional, apela a las Letes porque le permite conseguir liquidez a corto plazo. Son títulos de deuda que pueden ser emitidos a tasa fija o variable y cuyos vencimientos no superan los 170 días.
No obstante, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, vuelve a cerrar esa posibilidad a Scioli. El trámite formal está conectado con otras decisiones de mayor contundencia dispuestas por la Casa Rosada: hace una semana, el kirchnerismo realizó un acto en Entre Ríos, encabezada por el vicepresidente Amado Boudou y organizada por del PJ nacional, donde participaron ocho gobernadores. Scioli, presidente interino del Consejo Nacional, no fue invitado, porque –según los organizadores- “está a destiempo, trabajando en su candidatura presidencial”.
Ese es el punto. El kirchnerismo ubica al gobernador en la línea no deseada de la sucesión en 2015. Y lo quiere “quebrado” tan rápido como puedan. Mientras, el gobernador hace equilibrio. Por ahora, su premura son los números: la Provincia tiene un déficit de 13 mil millones de pesos y requiere con urgencia otros 12 mil millones para los aumentos salariales del 22,6% escalonado hasta diciembre.
Sólo un dato define el apremio financiero de la Provincia: entre la segunda y tercera oferta a los 550 mil estatales que aumentaba 4 puntos el nivel salarial, el gobierno necesitó postergar gasto por 1.000 millones de pesos. Pero ese monto es sólo para el último trimestre del año, cuando recién se hará efectivo el incremento del 18,6% al 22,6%.
Es una cuestión de volumen. Buenos Aires consume el 91% de su presupuesto (139 mil millones de pesos) en sueldos, jubilaciones y fondos a municipios. Es gasto intocable. Por eso, los 5.598 millones de pesos de la Letras representa aire fresco para las finanzas.
De ese monto, 3.000 millones están destinados al roll over con términos de deuda que finaliza ahora y necesita ser reciclada “a futuro” por un nuevo endeudamiento.
Ya se habían realizado tres colocaciones de bonos este año por 393 mil millones, 525 mil millones y 622 mil millones de pesos la última. Pero en estos momentos, Buenos Aires encuentra un freno presidencial. No es una presunción. Mendoza, Entre Ríos y Chaco acaban de obtener aprobación de Economía para la colocación de esos bonos, mientras a Scioli no le atienden los teléfonos. Apenas le llegan recomendaciones: “Es riesgoso tomar deuda para pagar salarios”, insiste Lorenzino.
De esta manera, el gobernador está atrapado en su laberinto por la imposibilidad de contraer deuda en el exterior y la venta de bonos dentro del país.
Son los prolegómenos de una larga encrucijada. Aún no empezó el pago del primer tramo de la suba de haberes con los estatales (17,6% en marzo). No hay prevención extraordinaria para el aguinaldo de julio. En setiembre, los haberes deberán incrementarse otro punto, y en el último trimestre otros cuatro. Con este panorama, más los gastos corrientes, octubre -fecha de los comicios legislativos- aparece muy distante para los objetivos del gobernador. Alguien se está encargando de indicarle que 2015 le queda más lejos todavía.