POLITICA: Los principales partidos comenzaron a consensuar un plan de acciones contra la reelección
Decididos a poner límite a lo que consideran «una clara intención del kirchnerismo de perpetuarse en el poder «, los principales partidos de la oposición están organizando un frente común y articulando un plan de rechazo a la reforma constitucional impulsada por sectores cercanos a la Casa Rosada, que incluiría la posibilidad de habilitar a la Presidenta para un nuevo mandato.
A tono con esta preocupación, compartida por el heterogéneo abanico opositor, la cúpula de la Unión Cívica Radical (UCR) envió en las últimas horas una carta a los presidentes de todas las agrupaciones políticas para pedirles que se manifiesten «con firmeza en contra de estas aventuras reeleccionistas que empobrecen la democracia y la convivencia social», tal como señala el texto. El documento, firmado por el presidente de la UCR, Mario Barletta, y por los jefes de los bloques parlamentarios del partido, Luis Naidenoff (Senado) y Ricardo Gil Lavedra (Diputados), rechaza la «violación permanente de los derechos de todos los ciudadanos argentinos» por parte del Gobierno.
El radicalismo considera, además, que una reforma llevará a «profundizar la concentración de las decisiones políticas para proteger el saqueo y la corrupción y convertir a todos los ciudadanos en mendicantes del Estado. Quieren legalizar el autoritarismo y la soberbia», concluye la carta.
El resto de los partidos opositores, consultados por LA NACION, dijeron que apoyan la convocatoria, aunque en algunos casos plantean ciertas condiciones. «Creemos que el Gobierno está decidido a ir por todo, y que es necesario que los partidos políticos y las organizaciones sociales se expresen en rechazo de esta pretensión», afirmó a LA NACION Mario Barletta, titular del Comité Nacional de la UCR e impulsor de la misiva. El plan prevé preparar para los próximos días una fuerte campaña pública de rechazo a la reforma. No se espera, por el momento, una foto pública de quienes rechazan la reforma, «pero tampoco la descartamos en un futuro», afirmó un dirigente del centenario partido.
«No vamos a autorizar ningún tipo de debate en el Congreso, porque eso abriría la puerta para la intención del Gobierno de perpetuarse» agregó Ricardo Gil Lavedra, jefe del bloque de diputados radicales.
La posibilidad de oponerse de manera efectiva y conjunta a la reforma impulsada por el kirchnerismo fue analizada en la reunión que la cúpula del radicalismo porteño sostuvo el martes último con el jefe de gobierno, Mauricio Macri, y dirigentes de Pro. La necesidad de «ponerle límites» al Gobierno es una de las preocupaciones que Macri les transmitió a los dirigentes radicales con los que conversó en las últimas horas, según pudo saber LA NACION.
El jefe de gobierno, incluso, habría llegado a transmitir en esas conversaciones privadas su temor a que «el kirchnerismo meta presos» a aquellos opositores a su gestión si obtiene la suma del poder público.
«Estamos de acuerdo en rechazar la reforma de la Constitución y vamos a trabajar para que eso no ocurra», afirmó el ministro de Gobierno porteño, Emilio Monzó. También el presidente de Pro, Humberto Schiavoni, afirmó ayer desde Córdoba que su partido «respalda» la iniciativa de rechazo impulsada por la dirigencia radical.
Esta postura supone un cambio en el macrismo: hasta hace pocos días, sus referentes hablaban del plan reeleccionista en términos negativos, pero lo veían como «un problema del kirchnerismo», y se negaban a tomar una postura en contra.
Desde el peronismo disidente, el diputado Francisco de Narváez saludó la iniciativa. «Adherimos en un cien por cien. Siempre decimos que más que modificar la Constitución hay que cumplirla, y una reforma en manos del kirchnerismo es como darle un costurero a un mono», afirmó el ex candidato a gobernador bonaerense y entonces aliado de Ricardo Alfonsín.Fte.lanacion