ECONOMIA: Artículo económico «LA CORTINA DE HIERRO»
ARTICULO PRODUCIDO POR EL ECONOMISTA Y EX PRESIDENTE DEL BCRA DR. RODOLFO ROSSI PARA EL MULTIMEDIOS PRISMA. En los últimos 12 meses la Base Monetaria se incrementó el 32,4 %. Simultáneamente, el BCRA disminuyó las Reservas Internacionales informadas de US$ 52.200 millones a US$ 46.467 millones. En el año 2011 la Base Monetaria aumentó el 39 % y las Reservas perdidas fueron US$ 5.769 millones. El endeudamiento Público medido por el stock de Títulos Públicos y los Adelantos Transitorios al Gobierno Nacional en Activo del Banco Central era de $ 188.853 millones, equivalente a US$ 43.994 millones (al 31/12/2010 era de US$ 32.782 millones). Al 15 de Junio pasado asciende a $ 218.842 millones o sea US$ 48.669 millones. La política de pagar el endeudamiento público externo con reservas del BCRA es inflacionaria, por la expansión monetaria que genera y también coadyuva a un mayor encaje en moneda extranjera por parte de los residentes nacionales, por la disminución del respaldo de reservas de la Base Monetaria. Ciertamente, es el Gobierno nacional quien determina la política monetaria. El BCRA ha perdido la autonomía de la dirección de la política monetaria. Por la observación de su evolución en estos últimos cuatro años, crudamente, se puede concluir que está existiendo un paulatino proceso de “destrucción de la moneda”.
El “cepo cambiario” es anti “natura”. O anti Economía. Automáticamente a su construcción y paulatino perfeccionamiento desde Noviembre de 2011 a la fecha, se desarrolla un mercado paralelo “ilegal” (para la autoridad pública) cuyo precio se formaliza por la oferta y la demanda. En la medida que el MULC (mercado administrado por el BCRA y la AFIP) va tratando de absorber la mayor parte de las operaciones cambiarias, el valor de la moneda argentina en el mercado paralelo disminuye, con la distorsión de los precios internos relativos consiguiente. En definitiva, el “cepo cambiario” determina que todos los bienes en nuestro país valgan menos en términos reales. La “cortina de hierro” existe y no le hace bien a la economía del país. La misma, conjuntamente con otras medidas aislacionistas (tasa de interés pasiva desvinculada de la inflación; subvenciones tarifarias de envergadura; comercio exterior seleccionado; precios administrados; elevada presión tributaria; imposibilidad de revisión de las cuentas fiscales por parte de los Organismos de Crédito Internacional, etc.) determinan la desvinculación económica de nuestro país de los principales centros financieros internacionales. Con ello y por ello, crece el “riesgo argentino”.
Sería muy sencillo creer que una devaluación del Peso podría resolver los problemas económicos nacionales. No. Es de apreciar que existen temas de fondo de fundamental importancia que hay que esclarecer y resolver previamente. Ante todo, definir cuál es la identificación filosófica del “Modelo”. ¿La “sovietización” de la economía, en la cual el cálculo económico se hace poco posible? ¿Existencia de una política improvisada que va actuando sin mayor direccionamiento, resolviendo “al toque” los problemas en que se enreda o que se le presentan? ¿Probabilidad de un cambio pragmático de orientación económica, en atención a un mayor realismo frente a una profundización de la orientación inflacionaria, regulatoria e intervencionista actual, que está determinando aceleradamente la disminución del ahorro y la inversión? Todo o cualquier circunstancia de lo anterior, no se resuelve con una “devaluación”. Por el contrario. Una devaluación más acentuada del Peso que la vigente, aumentaría los desequilibrios existentes.
La “brecha cambiaria” generalmente tiende a ampliarse por la incertidumbre que conlleva. Es de destacar el “overshooting” (exceso) que pudiere tener o que pueda alcanzar. El aumento de la tasa referencial del BCRA (Pases Pasivos en $ a 7 días) podría determinar una caída de la “brecha”, aunque impactaría negativamente el consumo, ícono del “Modelo”. El logro de un equilibrio económico-financiero en nuestro país, en las actuales circunstancias políticas nacionales e internacionales, no será tarea fácil, ni corta. El esclarecimiento de su filosofía política es trascendente.
En tanto, permaneceremos con la “Cortina de Hierro”.