LA PLATA: El karateca Osvaldo Martínez negó ser el autor del cuádruple homicidio
El karateca Osvaldo Martínez, acusado del cuádruple homicidio descubierto el sábado en una casa de La Plata, se declaró inocente al afirmar que estaba durmiendo al momento de los crímenes, pero igual quedó formalmente detenido.
Por eso, se cree que en la medianoche del sábado, cuando Marisol llegó a la casa de calle 28, entre 41 y 42, Martínez la hizo pasar y una vez que estaban todas las mujeres dentro del departamento, cometió los homicidios.
Sobre la declaración, los voceros relataron a Télam que el imputado contó que desde las 22 del sábado estuvo en su casa de Melchor Romero durmiendo y que se levantó alrededor de la 1.30 para ingresar su auto, aunque hay testigos que lo ubican en la puerta de la casa de las víctimas.
Sobre su relación con su novia, contó que no tuvo peleas, sino “sólo algunas discusiones por mensaje de texto” y que se enteró del hecho cuando la Policía lo interceptó saliendo de su casa el domingo al mediodía y quedó demorado.
Martínez dijo que los rasguños de su brazo, que se asemejan a signos de defensa, se los hizo “un perro” y respecto a unas pocas manchas de sangre que fueron halladas en su auto, las relacionó con carne que trasladó en el vehículo unos días antes.
El imputado, vestido con bermudas de jean largas y remera roja, declaró luego de que el juez de Garantías Guillermo Atencio convirtiera en detención la aprehensión que venía cumpliendo desde ayer y de que el fiscal reuniera las primeras evidencias.
El hecho fue descubierto ayer a la madrugada, en una casa del barrio platense La Loma, donde tras el aviso de un vecino la policía encontró los cadáveres de Bárbara, su amiga Marisol, su madre, Susana de Bartole (63) y su hija, Micaela Yamila Galle.
En el pedido de detención formulado hoy, el fiscal Garganta entendió que el móvil del homicidio contra Soledad fue “por cuestiones vinculadas con desavenencias de pareja” y que las otras dos mujeres y la niña fueron asesinadas por Martínez “con el fin de lograr su impunidad”.
Garganta tuvo en cuenta a testigos que describieron al único detenido como “de carácter celoso y posesivo con su pareja” y dijeron que incluso “le controlaba sus salidas y amistades”.
Sobre lo sucedido el domingo, el fiscal mencionó a testigos que observaron el auto del imputado, un Fiat Uno blanco, estacionado en horas de la madrugada en el domicilio de las víctimas y a un vecino que lo vio entre las 2 y 3 de la mañana ingresar violentamente con el vehículo a su casa de Melchor Romero.
Según el fiscal, ese vecino declaró que Martínez “abrió violentamente el portón de chapa, ingresó a la casa, cerró y apagó todo” y remarcó que “nunca (Martínez) abre el portón de ese modo violento, por lo que pensó que había chocado”.
Garganta sostuvo además que el imputado presenta “dos escoriaciones en el antebrazo izquierdo compatibles con signos de pelea” y que su condición de karateca “le permitió ejercer una situación de dominación sobre las víctimas”.
También es relevante la declaración de un remisero que llevó hasta la casa de Bárbara a su amiga Marisol y escuchó que un hombre de similares características a las de Martínez le dijo que su amiga “se estaba bañando y que se fuera”.
Sin embargo, luego el imputado abrió la puerta e hizo pasar a la joven al interior de la vivienda.
Después de esto, según los informes de los peritos y la disposición de los cuerpos, Martínez habría matado a Marisol en el comedor, cuando De Bartole intenta reaccionar, la ataca en la cocina, luego va a la habitación y asesina a la nena y finalmente da muerte a Bárbara mientras estaba en la ducha.
De la reconstrucción, surge que la joven fue apuñalada en la ducha, pero tuvo unos minutos de sobrevida y por eso fue rematada a golpes con un palo de amasar en el comedor, donde su cuerpo fue hallado, junto al de su amiga.
“El hombre, lejos de ser un psicótico, seleccionó la escena delictiva, esperó el momento en que estuvieran las personas separadas y les dio muerte primero a los que podrían llegar a ser testigos”, evaluó el juez Atencio.
Por su parte, el fiscal aseguró que, antes de ser asesinada, la niña intentó comunicarse con su padre, presuntamente para pedir auxilio, pero la llamada no alcanzó a realizarse y la pequeña fue hallada muerta con el celular en la mano.
La Policía Científica levantó de la escena del cuádruple crimen huellas dactilares, pisadas ensangrentadas de zapatillas, un palo de amasar de algarrobo y una cuchilla. Las dos últimas serían las armas homicidas.
Respecto de las pisadas, salían desde el interior de la casa hasta el exterior y en caso de que el calzado sea hallado, ya que aún no se encontró, se podrá comparar el dibujo de la suela.Fte.telam