POLITICA: Se conoció que hay mucho enojo en el gobierno con las Madres de Plaza de Mayo por el tema Schoklender
Un escándalo de consecuencias impredecibles afectó ayer al Gobierno por su vínculo con la Fundación Madres de Plaza de Mayo, que preside Hebe de Bonafini. Según fuentes de la Casa Rosada, la Presidenta estalló de furia contra Bonafini y su administrador y abogado, Sergio Schoklender, que anteayer renunció al manejo financiero en medio de graves denuncias de irregularidades con fondos de la Secretaría de Obras Públicas destinados a las viviendas que construyen las Madres.
«Esto es una explosión en la relación con las Madres», dijo anoche a LA NACION un miembro del entorno de Cristina Kirchner. «La primera entidad de derechos humanos a la que el Gobierno ayudó está investigada por corrupción con fondos públicos para viviendas de gente pobre, imagínense», se lamentó la fuente.
La renuncia de Sergio Schoklender, revelada ayer por Clarín, se produjo tras una pelea con su hermano Pablo, que ahora lo sucede en el control de los recursos de la fundación, y con Hebe de Bonafini , que lo echó. El caso causó un inusual malestar porque involucra a una entidad que es pilar de la gestión kirchnerista y emblema del «proyecto nacional y popular».
Además, el tema tiene profundas implicancias políticas. Según pudo saber LA NACION, el estallido del escándalo es parte de la guerra entre el Gobierno y el jefe de la CGT, Hugo Moyano. El entorno moyanista accedió a información de punteros barriales disconformes con el manejo de las viviendas y la usó para presionar a la Casa Rosada.
Existe en marcha un intento de mediación entre la Casa Rosada y Moyano por medio de dirigentes políticos y evangelistas.
Bonafini dijo ayer indignada: «No vamos a hablar de puteríos». En el Gobierno nadie respondió a las consultas. Hubo un hermetismo absoluto. «No tenemos nada para decir», dijo a LA NACION un vocero oficial del jefe del Gabinete, Aníbal Fernández.
El secretario de Obras Públicas, José López, no respondía ayer las llamadas. Según fuentes del Gobierno, desde su área salían los recursos contra la firma de presuntos certificados de dudosa legalidad y dirigidos a empresas no del todo claramente registradas.
«Serían subcontratistas virtuales. Hay un escándalo en el manejo que hicieron en Madres. La Presidenta lo sabe. Y sabe que Moyano quiere sacudir al Gobierno. Ahora, Cristina está muy enojada con Hebe y con el apoderado de Madres, [Sergio] Schoklender. Lo investigarán», dijo a LA NACION una fuente del entorno oficial.
Según la información oficial de Madres de Plaza de Mayo, existen 5609 viviendas proyectadas y en construcción en todo el país. Además, hay 19 centros de salud en los planes.
Los voceros del ministro de Planificación, Julio De Vido, tampoco informaron el monto ni el presupuesto del plan de las Madres denominado Misión Sueños Compartidos. Sólo en la ciudad de Buenos Aires supera los 75 millones de pesos y el plan incluye varias provincias.
La Secretaría de Vivienda, de Juan Bontempo, y la Subsecretaría, de Abel Fatala, tampoco informaron.
La única voz oficial fue el senador Daniel Filmus, candidato a jefe de gobierno porteño por el Frente para la Victoria. «No conozco los detalles, pero hablé con Hebe [Bonafini] el 24 (martes último) y me contó de la separación de Schoklender, y la verdad que no caigo de mi asombro», afirmó Filmus en declaraciones a Radio 10.
Los denunciantes
La trama del escándalo comenzó cuando se supo que un conocido puntero kirchnerista de Villa Soldati, descontento con el manejo de las viviendas de Madres de Plaza de Mayo, dio información al entorno de Moyano sobre las irregularidades que implicarían a Schoklender y al Gobierno. Esa infidencia llegó a oídos del secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, y de la Presidenta, lo cual desató el nerviosismo y la furia oficial.
Entre el Gobierno y Moyano crece hace semanas una guerra encubierta. El titular de la CGT sospecha que el Gobierno está detrás de la causa judicial en la que se lo investiga por la mafia de los medicamentos.
Además, reclama cargos en las listas de candidatos para las elecciones de octubre. La Presidenta le pidió públicamente dejar de presionar con medidas de acción directa o ella podría desistir de su reelección.
También renunció por el caso el ingeniero civil Eduardo González Fernández, director técnico de la Fundación. En el Gobierno temen que se destape un desfalco millonario que salpique a las Madres y a funcionarios. El caso había sido denunciado por la diputada de la Coalición Cívica, Elsa Quiroz, que responde a su par y candidata presidencial, Elisa Carrió.
Según la información que circuló ayer, Schoklender, que había decidido no hablar ante la prensa y al que se le adjudica un nivel de gastos excesivo, sería socio de una empresa que elabora casas prefabricadas como la que se instaló en el Club Albariño de Villa Lugano, presentada en un acto al que asistió la Presidenta y sus principales funcionarios.
Precisamente, punteros de ese barrió y de Villa Soldati, que tuvieron notoriedad en la toma del Parque Indoamericano, desataron en estas horas peleas internas y pases de factura por la disconformidad de esas construcciones.Fte.lanacion.com.ar