viernes 22 de noviembre de 2024 13:28:11

EL PRESIDENTE MILEI DIJO QUE VETARÁ CUALQUIER PROYECTO QUE ROMPA EL EQUILIBRIO FISCAL: “ME IMPORTA TRES CARAJOS”

Ante empresarios argentinos en el foro de IAEF, el jefe de Estado amenazó con rechazar la propuesta para financiar a todas las universidades que el radicalismo llevó al recinto; volvió a criticar a Pedro Sánchez

El presidente Javier Milei amenazó con vetar cualquier proyecto que “atente” contra su objetivo de lograr el equilibrio fiscal. Transmitió, así un fuerte mensaje a los legisladores, al hablar en el 41° Congreso Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF), frente a un auditorio repleto de ejecutivos financieros, que festejaron sus chistes y le pidieron selfies, en el Centro de Convenciones porteño.

“Yo les aviso. Cualquier proyecto que manden desde el Congreso, que quiera romper la caja y hacer volar este país por los aires, se los voy a vetar. Me importa tres carajos. Obviamente, lo van a hacer con fines electoralistas”, fueron sus contundentes palabras.

Milei se mostró cómodo y en su estado más puro: enumeró datos, cifras y logros de su gestión, apuntó contra adversarios y críticos y, con la excepción del exsecretario de Comercio Guillermo Moreno, no mencionó a ninguno con nombre y apellido.

Habló de la “política sucia” y mencionó especialmente a los miembros del equipo económico, que lo enorgullece: el ministro Luis “Toto” Caputo – lo precedió con su exposición-, el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili.

Recibido con aplausos, el Presidente adelantó que se referiría a “la naturaleza del dinero, el problema del ancla nominal y la dolarización endógena”.

Mientras hablaba sobre el modelo del trueque y el intercambio del oro y la plata durante la época en la que está ambientada la novela “El Zorro”, hizo mención a España y aprovechó para lanzar un nuevo ataque contra Pedro Sánchez. “Justo hoy mencioné a España. Igual, ya lo tengo match point a Pedrito, pese a lo que diga la progresía mediática”, lanzó.

También aludió a la marcha universitaria del mes pasado y dijo que la concurrencia había sido usada por el “tren fantasma”, en referencia a dirigentes de la oposición. Y, en medio de la discusión de un proyecto para financiar las universidades nacionales, anticipó que vetará cualquier iniciativa que quiebre el equilibrio fiscal. “Me importa tres carajos”, afirmó. Al respecto, el Gobierno había anunciado más temprano un acuerdo económico con el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que reúne a los rectores.

Más adelante, frente al debate por la Ley de Bases en el Senado, el presidente libertario lanzó otra advertencia. “Si el Congreso no me saca ahora las reformas estructurales, no me importa. Lo voy a volver a intentar. Lo voy a intentar todas las veces que pueda. Y si no me la dejan pasar, la paliza electoral que le vamos a dar el año que viene hará que cambie la composición del Congreso y pasemos todas las reformas”.

Y siguió: “No solo eso. Tenemos las 300 reformas del DNU. Y les cuento algo. Tenemos todavía pendientes 3200 reformas. Tarde o temprano las vamos a hacer. No me importa cuánta voluntad tenga de bloquear la política sucia. La vamos a hacer”.

Críticas a la oposición
En su exposición, el líder de La Libertad Avanza (LLA) criticó a los opositores Sergio Massa y Martín Lousteau, aunque sin mencionarlos con nombres propios.

“Había bestias que decían que el tipo de cambio iba a ser de $10.000. Uno decía que si dolariza lo va a ser a $7000. ¿Dónde estaba el que hacía esa cuenta? Por suerte, sacó pocos votos y desapareció. Es uno de los tipos con más imagen negativa”, dijo, en alusión al exministro de Economía de Alberto Fernández.

Acto seguido, dijo que “la persona que le hizo la cuenta también tiene imagen negativa”, y emuló al senador de la UCR cuando levantó tímidamente la mano en el Senado para votar a favor del aumento de dietas.

En otro tramo, Milei expresó que el oficialismo “está limpiando la basura que el resto de los políticos dejaron desde 1935?. Volvió a insistir en que el Banco Central tiene que ser eliminado porqué “hace daño”, y auguró que la Argentina abrazará las ideas de la libertad. “va a pasar de ser un país pequeño a un país grande”, dijo.

Sobre la salida del cepo, remarcó que no sabe cuándo se llevará adelante, ya que “lo determinará la gente”, y destacó el trabajo de sus funcionarios en materia económica.

“Cuando decían que íbamos a hacer este ajuste, pronosticaban que iba a ser imposible. Se nos fue un poco la mano. Queríamos hacer ajuste por cinco [puntos del PBI] e hicimos siete. Ya en el primer mes de gestión, generamos superávit. Y mientras aguantábamos a los maníacos degenerados del gasto público”, dijo.

El modelo de “dolarización endógena”
Sobre el final, dio los lineamientos del esquema de dolarización que pretende implementar en un futuro.

“En la medida en que la economía crezca de manera permanente y eso implique un aumento sostenido del consumo, la contracara es que me va a aumentar la demanda de dinero. ¿Cuál es el problema si yo tengo fija la cantidad de dinero? Es que, como tengo un tipo de cambio flexible, la moneda se puede apreciar”, explicó.

“Y, a raíz de eso, una de las cosas que va a pasar… ¿Cómo se resolvía el aumento de la demanda de dinero en la convertibilidad? La gente vendía los dólares al Banco Central y así inyectaban los pesos. Hablábamos de ese mecanismo endógeno. Pero ahora no vamos a emitir. ¿Cómo hacemos entonces? Vamos a permitir la competencia de monedas”.

Prosiguió: “Supongamos, solo para hacerlo fácil ahora, que se puede utilizar el dólar. Conforme al aumento de demanda de dinero, ¿cuál sería la única forma de monetizar la economía? Con los individuos metiendo los dólares dentro de la economía. Entonces, ¿qué es lo que va a pasar? Se van a encontrar con una situación en la que los pesos están fijos y una economía que crece y cada vez tiene más y más dólares. Pero los pesos son siempre los mismos. El peso pasa a ser una pieza de museo. Y cuando sea muy chiquitito respecto de la cantidad de dólares, vamos a dolarizar. Y ahí va a desaparecer el peso”, detalló.

Y pronosticó: “Con la dolarización hecha, terminamos con la inflación para siempre, le quitamos la navaja al mono asesino que es la política, no nos van a joder más con la inflación, y nos vamos a poner a trabajar para hacer las reformas estructurales para que la Argentina, en 35 o 40 años, vuelva a ser una potencia”.