LA CGT NO DESCARTA QUE ¿PODRÍA LEVANTARSE EL PARO GENERAL DE LA CGT DEL 9 DE MAYO? SI EL GOBIERNO TOMA ALGUNAS DECISIONES CONCRETAS
Por qué se volvió a trabar el diálogo entre el Gobierno y la CGT que podría desactivar el paro del 9 de mayo
¿Podrá levantarse el paro general de la CGT del 9 de mayo? El sector dialoguista del gremialismo no lo descarta si el Gobierno toma algunas decisiones concretas. Una de ellas ya se instrumentó cuando la Secretaría de Trabajo destrabó la paritaria del Sindicato de Camioneros, que se terminó reformulando en sintonía con la pauta salarial del Ministerio de Economía y, a la vez, con las cifras reacomodadas para que el aumento en el bolsillo de los trabajadores sea el pactado originalmente.
“Es lo que estábamos pidiendo, pero no alcanza para levantar el paro”, advirtió a Infobae un jefe cegetista, que admitió que el compromiso del secretario de Trabajo, Julio Cordero, en la solución del conflicto salarial de Camioneros se convirtió en una señal de buena voluntad hacia el sindicalismo.
La dirigencia de la CGT espera ahora que la Casa Rosada formalice una invitación para consensuar el proyecto de reforma laboral que debatirá el Congreso y eliminar así los artículos irritativos para el sindicalismo. En la reunión realizada en la Casa de Gobierno, los funcionarios plantearon a los gremialistas la idea de conformar una “mesa técnica” para buscar un acuerdo sobre este tema.
Sin embargo, fuentes oficiales aseguraron a Infobae que “no habrá una nueva convocatoria” a la CGT para hablar sobre la reforma laboral. “Ya lo hicimos en la reunión que tuvimos en la Casa Rosada. Lo que no queremos es que la expectativa sobre esa convocatoria frene la modernización de la legislación laboral. Ya están invitados a debatir. Si tienen algo para decir, que lo digan. Nosotros vamos a ir consultando a los distintos sectores sociales. Esto pasó a manos políticas en Diputados”.
La relación Gobierno-CGT quedó encerrada otra vez en un laberinto. La central obrera espera que el Gobierno la convoque para explorar un acuerdo. Los funcionarios libertarios, por su parte, aguardan que los sindicalistas brinden una opinión más detallada sobre la “actualización laboral” (lo único consensuado hasta ahora entre ambos sectores es dejar de hablar de “reforma laboral”). Si la concreción del paro del 9 de mayo depende de un acuerdo sobre este tema, la medida de fuerza está más consolidada que nunca: no hay posibilidades de que ninguna de las partes quede conforme.
En el Gobierno tampoco creen que la CGT levante el paro de 24 horas, pese a que el ala moderada de la central obrera no lo descarta si se producen algunos gestos del Gobierno. Para la Casa Rosada, la dirigencia sindical irá jugando con la idea de dejar sin efecto la huelga para tratar de presionar al oficialismo y, al mismo tiempo, contener a los sectores más duros de la CGT. “Sí, pueden llegar a bajarle el tono a su actitud opositora”, afirmaron en la administración de La Libertad Avanza.
Mientras, en la CGT avanzan con los aspectos organizativos de la movilización a Plaza de Mayo por el Día del Trabajador y los detalles de la participación en la marcha universitaria del 23 de abril. Serán dos herramientas más para exteriorizar sus reclamos y acercarse a otros sectores de la sociedad, donde la dirigencia gremial espera medir el nivel de rechazo hacia el Gobierno y usarlas como un test del paro general, para el que aún no tienen garantías de que tenga un alto acatamiento.
Los líderes cegetistas suspiraron aliviados por el “final feliz” de la paritaria de Camioneros: en la reunión de la Casa Rosada exigieron que homologaran cuanto antes el acuerdo firmado por Hugo Moyano, que Trabajo no convalidaba por impugnaciones de empresarios del interior, una excusa para disimular que estaba frenado porque las cifras superaban el tope de Economía.
El convenio inicial de Camioneros, no homologado, fijaba un aumento del 45% para marzo y abril, en dos tramos del 25% y del 20%, pero este último porcentaje era inaceptable para el ministro Luis Caputo, que rechazaba que en ese mes se superara el 15%. Luego de varias amenazas de paro de Pablo Moyano, su papá terminó aceptando “dibujar” la paritaria para que pueda ser homologada: pactó con los empresarios porcentajes moderados del 15% para marzo y del 9% para abril, pero con el agregado de dos sumas fijas, equivalentes al 10% y 7% sobre los sueldos de marzo, que dejan la mejora total en casi un 45%. Prácticamente, los mismos números que antes, aunque por 3 meses: el nuevo acuerdo incluye el mes de mayo sin aumentos salariales y revisarlo recién en junio.
Javier Milei da algunas señales hacia el sindicalismo (Foto EFE/EPA/Cristóbal Herrera-Ulashkevich)
Como anticipó Infobae, el acuerdo reformulado de Camioneros tiene sabor a empate entre el Gobierno y Moyano. El oficialismo podrá decir que el sindicato de Moyano cedió al rediseñar el convenio, no fijar ningún aumento en mayo y extender su vigencia hasta junio, mientras que el gremio consiguió que la mejora en el bolsillo de los trabajadores se mantenga en casi un 45%.
Una solución similar destrabó la nohomologación del aumento del 45% otorgado en febrero al Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH), que tampoco tenía convalidación oficial, ante la decisión del gremio de pactar incrementos del 10% para marzo y del 4% para abril, que están en sintonía con las previsiones inflacionarias descendentes.
Si las paritarias se adaptan a la pauta oficial y se aceleran las homologaciones, será una buena noticia para el Gobierno y también para el sindicalismo. La otra buena noticia que quedará en suspenso por ahora es la negociación para consensuar la reforma laboral. Tanto la CGT como los funcionarios se pasan la pelota y, hasta ahora, todo sigue trabado. Todo, menos el paro general del 9 de mayo.