Cuando Montiel consiguió el último penal, la gente se volcó a las calles. La celebración durará hasta la llegada de la Selección desde Qatar (Crédito: Franco Fafasuli)
La explosión por un título mundial se aguardaba desde 1986. Para muchos, fue la primera vez (Crédito: Adrian Escandar)
Una bandera gigante, llevada por los hinchas al Obelisco (Crédito: Franco Fafasuli)
La espalda ancha por el triunfo y el 10 de Messi (Crédito: Adrian Escandar)
(Crédito: Adrian Escandar)
La plaza de la República, epicentro de la celebración (Crédito: Adrian Escandar)
(Franco Fafasuli)
Como siempre, los semáforos fueron peligroso e improvisado columpio para el grito de campeón (Crédito: Adrian Escandar)
Muchos chicos vieron por primera vez a la selección Argentina campeona del mundo y no se perdieron el festejo (Crédito: Franco Fafasuli)
La bandera y el Obelisco, dos símbolos de la argentinidad (Crédito: Adrian Escandar)
La avenida Corrientes se convirtió en una mar de gente vestida de celeste y blanco (Crédito: Adrian Escandar)
El centro porteño fue un carnaval después de la tanda de penales (Crédito: Adrian Escandar)
Desde el dron de Infobae, la abigarrada multitud que copó el Obelisco (Franco Fafasuli)
Los más chicos fueron los privilegiados protagonistas de la fiesta más genuina (Crédito: Adrian Escandar)
Ni la fe ni el choripán podían faltar si el festejo es popular (Crédito: Franco Fafasuli)
La gente se congregó desde temprano alrededor del Obelisco para ver el partido (Crédito: Franco Fafasuli)
El enrejado que proteje al Obelisco fue el para avalancha de los que celebraron con más ímpetu (Crédito: Franco Fafasuli)
Un poco de sombra bajo la bandera argentina para sostener la fiesta a pesar del intenso calor de la tarde (Crédito: Adrian Escandar)
El abrazo del alma, una imagen que se repitió entre millones de familias que celebraron (Crédito: Franco Fafasuli)
¡Vamos Argentina! La 9 de Julio quedó chica para tanta fiesta (Crédito: Franco Fafasuli)
Una Copa improvisada y la camiseta argentina como poncho al viento (Crédito: Franco Fafasuli)
El hombre, hincha de Racing, siempre lleva el cráneo de su abuelo a cuanta fiesta deportiva haya. Todo suma, para él (Crédito: Franco Fafasuli)
Los colores celeste y blanco también sirvieron como improvisado barbijo (Crédito: Franco Fafasuli)
Un lobo suelto en el Obelisco para cantar por Argentina campeón (Crédito: Franco Fafasuli)
La fiesta en la avenida Corrientes (Crédito: Franco Fafasuli)
Toda la familia para festejar. Algún día le mostrarán al bebé que estuvo allí (Fuente)
El festejo fue en todo el país: aquí, una imagen de la caravana de autos en Río Gallegos, Santa Cruz (Walter Díaz)
Messi y Maradona son una sola bandera en Río Gallegos, Santa Cruz (Walter Díaz)
La fiesta en Calchín, tierra de Julián Álvarez (Télam)
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La fiesta en Mar del Plata: playa, fútbol y la Selección (Télam)
El «qué mirá, bobo» se hizo pintura en la espalda de un hincha en el interior del país (Télam)
En Rosario, cuna de Di María, la gente salió a la calle (Télam)
Final del mundial Qatar 2022 en el Establecimiento Don Edgardo en la zona rural de Toay La Pampa (Télam)
Los festejos en Tucumán (Télam)
La celebración en Santiago del Estero (Télam)
En Tierra del Fuego también se gritó campeón (TELAM)
Hinchas argentinos festejan la copa del mundo en la fuente pucara y en las calles de Viedma Foto telam : Marcelo Ochoa
Una multitud en el centro de Mar del Plata Crédito: Juanchi Ugalde
La fiesta en el centro de la ciudad de San Juan (Télam)
Los goles de Messi y los penales que detuvo Dibu Martínez desataron una locura (Fuente)
Un corazón en el auto para decir que Argentina salió campeón (Fuente)
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Diego y Lio, los dos mejores, argentinos (Fuente)
El papá y su hijo, amor compartido en el festejo (Fuente)
Tres amigos con la 10 de Lio (Fuente)
La fiesta en el Obelisco es total (Fuente)
Messi y el Obelisco: dos íconos reconocibles de Argentina en el Mundo
Hinchas argentinos celebrando el éxito del Mundial en el centro porteño (Crédito: Franco Fafasuli)
Vestida de celeste y blanco y preparada para la fiesta del Mundial (Crédito: Franco Fafasuli)
Qatar y la tradición: cualquier ropa sirvió para dar rienda suelta al grito de campeón (Crédito: Franco Fafasuli)
Caras pintadas de felicidad por la victoria (Crédito: Franco Fafasuli)
Maradona no se olvida nunca: desde el ’86 que el país no tenía esta alegría (Crédito: Franco Fafasuli)
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El amor es mundial (Crédito: Franco Fafasuli)
La Copa y la gente: una comunión inquebrantable (Crédito: Franco Fafasuli)
Diego, desde el cartel, sonríe como Gardel (Crédito: Franco Fafasuli)
El Mundial da para cualquier locura, como plotear el auto con Messi y Maradona (Crédito: Franco Fafasuli)
El colectivo, como una tribuna (Crédito: Franco Fafasuli)
El obelisco, cada vez más poblado, desde el drone de Infobae (Crédito: Franco Fafasuli)
«¿Qué mirá, bobo? Andá pa ‘llá». Cuando nadie lo esperaba, y a lo Maradona, Messi se convirtió en creador de muletillas (Crédito: Franco Fafasuli)
Cualquier lugar sirvió para sostener la pasión, aún los menos aconsejables y peligrosos como el techo del Metrobus porteño (Crédito: Franco Fafasuli)
La Casa Rosada, también escenario de los festejos (Crédito: Franco Fafasuli) FOTOGRAFÌAS TEXTUALES DE INFOBAE