HOY MASSA JUEGA SU PARTIDO DECISIVO PARA EL DÒLAR HUBO PEDIDOS DECISIVOS A GOBERNADORES E INTENDENTES
Hoy, en la última licitación del año, vencen más de $400.000 millones. Pedido a gobernadores e intendentes. El resultado influirá en el mercado cambiario
¿La paz cambiaria responde a una cuestión exclusivamente estacional? ¿O, más bien, se trata de factores más de fondo que están jugando a favor del Gobierno?. Lo concreto es que hoy, miércoles, mientras en Qatar se defina el otro finalista del Mundial, Sergio Massa se jugará otra partida importante en el mercado financiero: debe afrontar un vencimiento superir a los $400.000 millones.
Así, a 96 horas del partido de la selección contra Marruecos o Francia, el ministro jugará esta tarde su propia final.
Sin chances de malograr la operación, desde Economía encabezaron gestiones ante inversores privados que tienen en su poder esos papeles de deuda -en su mayoría bancos, aseguradoras y fondos comunes de inversión- y también hubo pedidos expresos a gobernadores y algunos municipios.
Las provincias empiezan a ser jugadores clave en estas licitaciones: entre los gobernadores y algunos intendentes atesoran casi $600.000 millones en plazos fijos. Es dinero que tienen ahorrados en los bancos, a una tasa de interés positiva, y que Massa pretende que se sumen a las licitaciones de deuda.
El argumento de Economía parece lógico: en momentos críticos en que se juega una pulseada con el mercado, y en donde cualquier traspié puede desencadenar otra corrida cambiaria, el ministro quiere que todas las dependencias del Estado se unifiquen y jueguen como un bloque.
De hecho, el repunte que mostraron los bonos argentinos tuvo relación con esta posibilidad. Lo mismo con la mejra en mejra en las cotizaciones de los dòlares alternativos en el inicio de esta semana.
Además, claro, hay una variable que juega a favor del Gobierno: la mayor necesidad de pesos de la economía durante este último mes del año.
La novedad de ayer en los Estados Unidos, con una inflación más baja de lo esperado (7,1% interanual contra 7,5% de las expectativas) también favorece a las necesidades oficiales. Si la Reserva Federal (banca central estadounidense) no se ve forzada a acelerar la suba de la tasa de interés, ese escenario protegerá la delicada situación financiera de la Argentina.
El riesgo está claro: de no poder cumplir con las expectativas, Economía se verá forzado a emitir más pesos para financiar el rojo de las cuentas públicas. Desde el equipo económico desestiman esa posibilidad. Insisten en que no se dará ese escenario.
El calendario de los vencimientos de la deuda luce apretado. El mercado de la deuda en pesos es uno de los frentes abiertos. Tanto o más urgido que el mercado de los dólares.
A los $411.000 millones que vencen ahora, le sucederán otros $650.000 millones para enero, un mes que ya no suele ser estacionalmente tan benévolo como el final del año. En febrero esperan unos $700.000 millones adicionales. Y recién en marzo habrá un aflojamiento, a $424.000 millones. Similar a lo de esta tarde. En total, hasta finales de marzo vencen 1,77 billones de pesos.
En simultáneo, la apuesta de Massa está a la vista: necesita conseguir dòlres en e corte plazo para evitar cualquier mal augurio para los próximos meses.
El segundo capítulo se refiere a la inflación. Que los precios muestren una tendencia bajista en el ritmo de los aumentos.
Massa cree que una cosa se vincula con la otra, necesariamente: que a mayor cantidad de dólares en el Banco Central hay una mejora en las expectativas y una consecuente disminución en la dinámica inflacionaria.
Lógicamente, cuando este jueves el INDEC informe que la inflación de noviembre dio más abajo del 6%, el ministro intentará proyectar esa tendencia para los próximos meses.
Lo dicho más arriba: la prioridad del ministro de Economía es dar todas las señales posibles de que no habrá una devaluación abrupta. Y que, con dólares en el Banco Central, podrá mejorar las expectativas de los agentes económicos.
Massa intentará conseguir, por lo menos, 15.000 millones de dólares para sumar a las reservas del Banco Central. La consigna es que ingresen antes de que termine el verano.
Habrá una posibilidad concreta de que Brasil pueda tender un puente -se menciona de hasta u$s8.000 millones– a través de un préstamo de DEGs que ese país recibió el año pasado de parte del FMI.
Habrá que esperar la asunción de Lula da Silva en el vecino país -el primer día de 2023- para que se oficialice (o quede desechada) esa posibilidad.