DISPUTA EN EL PERONISMO ¿QUIÈN ES EL GRAN ELECTOR?
Reuniones clave de gobernadores, sindicalistas e intendentes del conurbano; Wado de Pedro, incómodo; Massa, entre la sequía y la reticencia a prestarle pesos al Gobierno
Por Carlos Pagni. Se está produciendo un reacomodamiento. Todavía en medio del desconcierto. Porque Cristina Kirchner anunciò que ella n va a estar en ninguna boleta del Frente de Todos para las elecciones del año que viene, es decir, no va a ser candidata a nada. No sabemos si fue como parte de una estrategia durante mucho tiempo pensada o como parte de una especie de arrebato emocional. Pero seguramente fue un mensaje que solamente ella sabía que iba a emitir después de la condena que decidió la semana pasada el Tribunal Oral Federal N°2.
Ese mensaje tiene muchas dimensiones. Una de ellas tiene que ver con lo que ella quiere hacer llegar hacia afuera de su grupo, hacia aquellos que no la quieren. Como si ella dijera: “Quienes no me quieren me presentan como una bandida cuyo único objetivo es buscar fueros para protegerme de ir a la cárcel; a esa gente le digo, no voy a buscar los fueros”. Con lo cual, pretende que se crea que como no busca fueros, no es una bandida. Es lo que está subliminalmente dicho en su frase: “Métanme presa”. Lo cual tiene algo de épico y una pretensión de ponerse en un plano de aquellos que han sido perseguidos políticamente en la historia. Podemos ir desde Fidel Castro a Hipólito Yrigoyen, que no tuvieron casos de persecución penal.
El fallo del Tribunal tiene un detalle que los juristas discuten. No es un detalle intrascendente, es la absolución de Julio De Vido. Hay quienes dicen que, como lo absolvieron al exministro de Planificación, que estaba en funciones mientras se hacían las operaciones de Vialidad en Santa Cruz, y el tribunal dijo que no se pudo probar que haya estado involucrado en las maniobras, va a ser difícil llegar a Cristina. Porque, si De Vido era el ministro, y no tenía nada que ver, cómo demostrar que la presidenta sí tuvo que ver. Hay otra lectura que sostiene que el tribunal la perjudicó con esto, porque si no está De Vido quiere decir que la están involucrando no en su calidad de presidenta sino en su condición de Cristina Kirchner, tan cercana a Lázaro Báez, que es la gran piedra en el zapato de toda esta historia. Es lo que hace que se mire en Cristina Kirchner como, si no la socia, por lo menos alguien que ha tenido muchas relaciones comerciales con Báez.
Hacia afuera ella dice: “Todo esto es una persecución política, métanme presa”. Hacia adentro, la idea de que no será candidata transmite algo que se filtró de una reunión que ella tuvo en Ensenada con dirigentes cercanos, y es la presunción de que se estaría viendo como la líder, la jefa, el gran atractivo electoral de un grupo de parásitos que viven de ella. Por eso, a esa gente que la rodeaba la noche del martes le dijo: “Basta de cariño, busquen votos, pónganse a trabajar. No voy a garantizar los votos porque no voy a estar en la boleta”.
Para entender esto hay que recordar dos cosas. La primera es un discurso que dio Cristina Kirchner después de que el fiscal Luciani formulara su pedido de condena, en donde dijo: “Al final yo soy la pavota, la que tiene que pagar por todos”. Suena a que tiene que pagar penalmente por cosas que hacían otros. Su esposo, por ejemplo. Y suena también a que tiene que pagar políticamente porque tiene que conseguirle los votos a una maquinaria que vive de ella. Esa “pavota” dijo el martes pasado: “No soy más candidata, búsquense los votos ustedes”.
La segunda cuestión a recordar es el cuadro de la encuesta de ARESCO, de Federico Aurelio, que pregunta a los votantes del Frente de Todos quién es el candidato ideal y en donde el 64,3% dice Cristina Kirchner.
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Acá está el tema. Estamos hablando de que no va a ir en las listas alguien que para el grupo Frente de Todos tiene un gran atractivo, que no viene solamente de la opinión pública sino de una representación especial que ejerce Cristina Kirchner, sobre los pobres de los grandes conurbanos y más sobre los pobres del conurbano bonaerense. Alrededor de esta figura están los que la quieren o la idolatran, están los que la necesitan y están los que le temen. Un intendente puede pensar: “No me gusta Cristina, es más la detesto, pero le temo porque tiene la capacidad de venir a mi pueblo e instalar a otro candidato que no gana, pero me quita la suficiente cantidad de votos para que gane mi opositor”. Ese es un poder ¿extorsivo? posiblemente, que tiene Cristina sobre el peronismo, en particular en el conurbano bonaerense. No hay que olvidarse de que el peronismo se inventó para el conurbano bonaerense, en donde Cristina Kirchner sigue teniendo un lugar estratégico.
Un sociólogo llegó a una formulación que me gustó para analizar el panorama del peronismo. Metafóricamente, en términos fiscales, están los parásitos que consumen poder y están los que no son parásitos y aportan poder, lo generan, representan gente. En ese universo de los que representan gente hay tres grupos importantes: el de los gobernadores, entre los que aparecen algunos que se sienten víctimas del gobierno nacional; están los intendentes; y están los sindicalistas, que también tienen que buscar el voto periódicamente dentro de su sindicato. Curiosamente, estos productores de poder empezaron a hablar entre ellos a partir de las últimas horas.
Tenemos que prestar atención a una novedad y es un efecto de la retirada de Cristina. Hoy hubo en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), que es el lugar al que recurren los líderes provinciales cuando quieren hablar entre ellos sin influencia del gobierno nacional, un encuentro entre gobernadores peronistas. Lo curioso es que se reunieron con ocho líderes de la central obrera, de la CGT, que no van en esa condición sino como grupo que se denomina Movimiento Nacional Sindical Peronista. Es un brazo político del sindicalismo, pero no en su condición de CGT. Porque si fueran como CGT tendrían que convocar gente a que no quieren convocar como, por ejemplo, los Moyano. Este Movimiento Nacional Sindical Peronista -del que hablamos hace tiempo porque lo empezó a organizar Luis Barrionuevo con el gobernador de Salta, el gobernador de Catamarca y el de Santiago del Estero- se reunió hoy con los gobernadores peronistas. Es una iniciativa que vinieron trabajando sigilosamente en los últimos dos meses el líder de la UOCRA, Gerardo Martínez, y el gobernador de San Juan, Sergio Uñac. Un dato importante para entender el concepto que hay detrás de esto: Martínez es el mismo que hace unos meses reunió a gente de su sindicato, a la conducción de la CGT, lo invitó a Alberto Fernández y le dijo: “Presidente agarre la lapicera, nosotros lo votamos a usted. Tenemos que respetar la institucionalidad, póngase los pantalones largos”. Y le regaló una lapicera que hasta ahora Fernández no usó. Está cero kilómetro.
Alberto Fernández recibe la lapicera que le regaló Gerardo Martínez en el acto de la Uocra, en Esteban Echeverría
En ausencia de ese liderazgo y ante el anunciado retiro de Cristina, aparecen hoy gobernadores y sindicalistas a decir: “El elector somos nosotros”. Aparece una disputa respecto de quién va a modelar la oferta electoral del peronismo y qué orientación conceptual va a tener esa oferta el año que viene. Varios de esos gobernadores comieron anoche con intendentes del conurbano bonaerense. Lo que estamos viendo es que, retirada Cristina, se empieza a descongelar el peronismo en distintas usinas de poder que compiten con ella. Es gente a la que ella no le tiene que pedir explicaciones sino más bien dar explicaciones de por qué su última jugada, que fue poner a Alberto Fernández al frente de la Casa de Gobierno, salió tan mal. Algo que a ella le preocupa, porque si uno sigue los discursos de Cristina, permanentemente, inclusive en la última entrevista que le concedió a Folha de São Paulo, está tratando de explicar que esa no fue una jugada irresponsable. Porque los accionistas de la empresa le preguntan: “Vos que sos la presidenta de la empresa, ¿a qué gerente nos pusiste, que está destruyendo el capital de esto que es de todos, llamado PJ?
Ella está atenta a lo que pasa ahí. Se nota porque de golpe aparecieron en la misma reunión, con toda legitimidad porque son gobernadores peronistas, Axel Kicillof y Alicia Kirchner. Por lo que trascendió, los sindicalistas fueron los que empezaron a hablar. Gerardo Martínez, dirigiéndose a Kicillof, que era ahí la voz de Cristina en la reunión, dijo: “Nosotros al único que le obedecíamos de manera incondicional fue a Perón, después de Perón a nadie. Y además Perón nos dio el mandato de institucionalizar al peronismo, entonces lo que queremos de ahora en adelante es que las decisiones se tomen institucionalmente. Sobre todo, nosotros los sindicalistas, que nos vemos marginados de la distribución de poder que hace el oficialismo”.
Cuando le tocó a hablar Kicillof planteó dos temas: una enorme preocupación por lo que pueda hacer la Corte en materia de coparticipación, en la disputa que hay con la ciudad de Buenos Aires, curiosamente único tema de Kicillof y de Alicia Kirchner. Los demás no pusieron mucho acento en esto. Probablemente porque entendieron que, cuanto más presionan, peor les puede salir. Después, hubo un gran alegato muy previsible de Kicillof respecto del lawfare contra Cristina Kirchner y la necesidad de respaldarla. Lo escucharon con mucho respeto, pero nadie se sumó a esa serenata. Era obvio, porque lo que aparece en esta reunión, no de modo explícito, es: “Queremos discutir de nuevo quién manda, cómo se organizan las listas y sobre todo qué orientación va a tener el país a partir de 2023, porque la experiencia actual salió mal”. Lo dijo el propio Kicillof: “A mi Alberto Fernández me decepcionó”.
Wado de Pedro y Axel Kicillof, junto a Cristina Kirchner al finalizar el acto en el Estadio Único de La PlataCaptura de Video
Al mismo tiempo, en La voz del Interior, de Córdoba, vemos que Fernando “Chino” Navarro expresa a otra corriente dentro de este Frente de Todos con mil rostros: los movimientos sociales. Fue a Córdoba a decir que Schiaretti sería un gran candidato a presidente. Schiaretti puede tener que ver con muchas cosas, menos con Cristina Kirchner. Navarro es funcionario de Alberto Fernández y sabe que el presidente habla de la reelección. ¿Ellos también están buscando otro candidato ahora? ¿Navarro fue a promover a Schiaretti o fue a Córdoba a sepultar la candidatura de Alberto, porque se descongela el peronismo y se abre otro juego? ¿Qué relación va a haber entre el grupo que se juntó en el CFI? Y que se van a seguir juntando. Es decir, este lunes se inauguró una mesa que va a seguir funcionando. Habrá que ver cómo se relaciona Cristina Kirchner con esa mesa. Y qué relación van a tener los movimientos sociales con esta nueva estructura de poder.
Juan Schiaretti, gobernador de Córdoba
Esto pone en tela de juicio algo que se daba como una premisa indiscutible: que Cristina Kirchner va a ser la gran electora. Insisto, gobernadores, sindicalistas e intendentes del conurbano dicen: “No, queremos discutirlo, inclusive con ella”. Cristina puede estar pensando en candidatos a presidente o a vice, como en el 2015 cuando puso a Carlos Zannini como segundo de Daniel Scioli ¿Quiénes pueden ser los candidatos de Cristina? Por un lado, Axel Kicillof. ¿Por qué? Primero porque reúne una condición importantísima para este momento histórico de ese grupo: Kicillof no roba. Por otro, a pesar que todos han caído en consideración pública, Kicillof demostró en la provincia de Buenos Aires que es capaz de retener el que voto cautivo de Cristina Kirchner. Es la persona a la que ella puede trasladar su electorado con más facilidad. ¿Cuál es el problema? Kicillof está aferrado a la candidatura de gobernador de la provincia de Buenos Aires como un náufrago a una tabla. Le preguntan por qué no recorre el interior del país. Pero él, recorre el interior de la provincia, no quiere salir de ahí. Tal vez piensa: “¿Por qué me van a mandar al cadalso de la candidatura nacional, si probablemente es para perder?”
Hay muchos que quieren que Kicillof salte a la candidatura nacional. Por ejemplo, Martín Insaurralde, intendente de Lomas de Zamora y aliado de Máximo Kirchner, que quiere ser gobernador. A propósito, Máximo Kirchner mantiene un silencio increíble respecto de las definiciones de su madre. ¿Sabía Máximo que Cristina no iba a ser candidata? ¿Qué efecto tiene esto sobre La Cámpora? ¿La Cámpora es productor de poder o es parásito? Esta es una gran pregunta para lo que viene. Tal vez por eso hay silencio, porque estarán todavía digiriendo una jugada de Cristina que, sobre todo, los desconcierta a ellos.
Máximo Kirchner en el congreso del Partido Justicialista Bonaerense en Mar del PlataPrensa La Cámpora
El otro candidato que viene remando, y tratando de ir al centro y de ‘descamporizarse’, es el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro. Él venía haciendo campaña para tender puentes con lo que sería el ‘no kirchnerismo’, no el antikirchnerismo. Sin embargo, ha tenido un par de traspiés. El primero aparece en los chats del grupo de jueces, de un agente de inteligencia y dos funcionarios de Horacio Rodríguez Larreta que viajaron a Lago Escondido. En ellos, el juez de la Cámara de Casación, Carlos Mahiques, le ofrece al resto del grupo, cuando están buscando cómo zafar de la filtración de la información del viaje, hablar con sus “paisanos de Mercedes”. ¿Quiénes son los que podrían tener la capacidad de resolverle un problema a estos jueces caracterizados por Cristina como una “mafia”, a directivos del Grupo Clarín y a dos funcionarios de Larreta? Serían Wado de Pedro y su medio hermano, Gerónimo Ustarroz, que son los íntimos amigos de la familia Mahiques, porque todos vienen de Mercedes. Estamos hablando de dos sectores -conocidos en Comodoro Py como los “salamineros”, justamente por la especialidad en Mercedes- que manejan la Justicia. ¿Hay un túnel entre Wado de Pedro y los enemigos de Cristina? Es lo que aparecería en este chat de Carlos Mahiques.
El otro problema de Wado de Pedro es la relación con Clarín. El Gobierno ha vuelto, en una especie de regresión al conflicto con el campo, a poner al multimedio como el culpable de todos sus males. Y a Héctor Magnetto como una especie de genio maligno, que maneja todos los planos de la realidad, tanto que Cristina pide que él la meta presa. De Pedro es el director por parte del Estado en Telecom, que es la gran empresa del Grupo Clarín. La empresa es acusada por el Gobierno, y sobre todo por Cristina Kirchner, de haber pagado ese viaje a Lago Escondido, con una peculiaridad: el kirchnerismo está tratando de ir contra Telecom al afirmar que es una empresa que cotiza en Nueva York y que tendría que ver con el pago del viaje. Pero eso no está demostrado todavía, y no se sabe si se va a poder hacerlo porque son cosas que aparecen en un chat obtenido ilegalmente, que no puede ser usado como fuente judicial. Esto lo pone en un problema a De Pedro que debe tomar determinaciones rigurosas dentro de la empresa, donde él está como representante del Estado. Y hay otra peculiaridad. Si uno se introduce en la fiscalía federal de Bariloche, que es donde se investiga este viaje, aparece el abogado Gustavo Révora. Es el primo de Wado de Pedro y prosecretario de la fiscalía. ¿De qué lado está De Pedro? ¿Ayuda o perjudica a los Mahiques? Es una ambigüedad que le debe generar una preocupación a Cristina Kirchner.
María Cándida Etchepare, fiscal de BarilocheMarcos Brindici
Más allá de su origen, esos chats tienen informaciones que son importantes para entender lo que pasa con la causa. La fiscal de Bariloche, María Etchepare, fue citada a la Procuración General de la Nación. Viajó a Buenos Aires, se encontró con el subprocurador a cargo de la Procuración, Eduardo Casal, y con uno de sus colaboradores, Juan Manuel Casanova. Ella explicó en ese encuentro que iba a ser súper rigurosa con la investigación. Tan rigurosa que, en vez de hablar de dádivas -como si una empresa les hubiera pagado el viaje a los jueces, algo que habrá que demostrar- lo calificó como “cohecho”. Para esa calificación, habría que demostrar muchas otras cosas, por ejemplo, que esos jueces tienen alguna causa de Clarín entre manos. ¿Por qué fue tan dura Etchepare? ¿Para qué fue la reunión con Casal y Casanova? ¿Le pidieron que fuera menos dura? Uno diría que es una buena fiscal y que en su tarea es implacable. Pero también hay que recordar que en los chats, Juan Bautista Mahiques -hijo de Carlos Mahiques- les dice a sus amigos que ya habló con Etchepare y que está todo arreglado. “Casi que ni nos va a imputar”, les dijo. Cuando Etchepare ve eso probablemente diga “es una mentira”. O tal vez lo admita y ahora considera que tiene que sobreactuar su rigor. El tráfico de influencias entre funcionarios judiciales está penado con 12 años de prisión. Juan Bautista Mahiques, que es el fiscal general de la Ciudad, también está en problemas.
El otro integrante del gobierno de la Ciudad que también está en dificultades es Marcelo D’Alessandro, el ministro de Seguridad. Rodríguez Larreta estuvo recientemente en los Estados Unidos. El corresponsal de LA NACION en Washington, Rafael Mathus Ruiz, le preguntó sobre su funcionario. “Yo creo en lo que él me dijo”, respondió el jefe de Gobierno porteño. No dijo D’Alessandro es inocente, sino que cree en lo que él le explicó. Larreta agregó que, en todo caso, todos están a disposición de la Justicia. Muy medido Larreta en el respaldo a Marcelo D’Alessandro, quien dijo que todo esto surgió luego que le hackearan el teléfono. En ese hackeo aparecieron las conversaciones que el kirchnerismo usa para decir que hay una relación de contubernio entre Clarín, los jueces y los funcionarios de Larreta.
El ministro de Seguridad y Justicia de la ciudad de Buenos Aires, Marcelo D’Alessandro
Hay alguien que vende esos contenidos, los ofrece. Y hay alguien que compra y que pide que le muestren algo para ver si es verdad el contenido. El que vende mostró estos chats de los viajeros patagónicos, y mostró otro entre D’Alessandro y Daniel Angelici, el hombre de los bingos, principal operador judicial de Mauricio Macri, expresidente de Boca, que ahora está en Qatar. Angelici le pedía en ese chat que ascendiera a uno de sus custodios porque justo el día que tenía que rendir el examen había muerto la madre. D’Alessandro le confirma que lo va a hacer. Peccata minuta, intrascendente. Ahora bien, ¿por qué Angelici tiene custodia? Dicen que es porque recibió amenazas. Es posible, aunque nunca se supo. Esto lleva a otra pregunta. ¿Hay custodias vip de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires? Es una pregunta interesante porque hay un problema con las custodias de la Policía de la Ciudad. La causa del hackeo del teléfono de D’Alessandro cayó en el juzgado de María Servini de Cubría, quien se excusó. Algunos lo consideran obvio porque, afirman, ella es casi como su madre. Marcelo D’Alessandro hizo casi toda su carrera respaldado en María Servini. Pero hay otros que señalan que no está bien esa relación. A Servini la robaron, y según esta versión que circula en Tribunales, en ese momento la custodia que había puesto D’Alessandro no estaba. Como ella sospechaba de una trampa, pidió un cambio de custodia. Ahora la estaría custodiando la Policía Federal. Desde el entorno de D’Alessandro explican que posiblemente fue un descuido y dicen que no hubo nada mal. Niegan que haya habido una complicidad con los ladrones. Mientras tanto, en Comodoro Py hacen apuestas para descubrir a cuánto asciende el monto que se llevaron de la casa de Servini. Uno supone que en la casa de un juez federal no puede haber mucha plata.
Estamos hablando del comportamiento de los jueces. Hubo otro viaje en la misma empresa aérea, Flyzar, que emprendieron, aparentemente a Madrid, Guillermo Coppola y Lucas Nejamkis, dos colaboradores de Antonio Stiuso, el tenebroso exjefe de los espías durante el período Kirchner. Salieron desde Uruguay. ¿Quiénes iban con ellos? Según esta versión, irían el juez Ariel Lijo y el fiscal Ramiro González. Viajaron en un avión Gulfstream, uno de los más caros del mundo, que es de Lionel Messi. Lo tiene alquilado en esta empresa Flyzar, que es de un señor Gustavo Carmona. ¿Por qué es interesante esto? Lijo y González tienen una causa en la que se investigó desde 2018 por presunto lavado de dinero a la Fundación Lionel Messi. Además, en 2017, como se publicó en LA NACION, hubo una operación de espionaje clandestino sobre el padre de Messi. ¿Los Messi están siendo extorsionados? ¿Cómo es todo esto? Es un interrogante importante sobre el comportamiento de los jueces y de los fiscales.
Antonio StiusoArchivo
Cristina usa todo esto para tirar una especie de balde de bleque sobre la Justicia y sobre la calidad de las instituciones. Pretende instalar la idea de que la discusión de la próxima elección tiene que ser entre democracia o mafias. Y aporta que ella ya no está. Dice que no quiere que se discuta su candidatura y que se retira para que se discuta mejor estos otros temas. Esta es la estrategia discursiva de ella, que ahora convoca al Grupo de Puebla. Curiosamente, no lo hizo a través de Alberto Fernández, que es miembro del Grupo de Puebla. Se lo encargó a amigos de ella para que concelebren en Buenos Aires la idea del lawfare, inicialmente este lunes, aunque, como se contagió de covid, se postergó para el próximo. ¿Por qué es importante este discurso que pretende discutir la calidad institucional? La cuestión es planteada por alguien que en su momento había dicho que iban por todo, es decir, en aquel entonces no tuvo mucho reparo por la calidad institucional. Es más, la contaminación entre servicios de inteligencia, jueces y aprietes, empezó a gran escala tal vez en el gobierno de Fernando de la Rúa, pero llegó a su apogeo en el gobierno de Néstor Kirchner, cuando era habitual que se persiguiera incluso a los propios ministros con la Secretaría de Inteligencia que manejaban Francisco Larcher y Stiuso. ¿Entonces qué credibilidad tiene este discurso sobre la calidad institucional? ¿O es un eje de campaña para distraer del verdadero problema?
El verdadero problema es saber si es posible ser candidato de esta experiencia económico social. Aquí aparecen las prestaciones del plan Massa, que encuentra una cantidad de dificultades muy importante. De eso está huyendo Cristina, tal vez más que de la Justicia.
Agua útil en la capa arable (2022)
Apenas hay un poco verde en la zona núcleo sojera. No es solo un enorme problema para la oferta de dólares, sino que también tiene muchas derivaciones. La situación impacta en la pampa húmeda. ¿Cuándo se habla de cambio climático se sugiere que la pampa está dejando de ser húmeda? ¿Y si la pampa deja de ser húmeda, cuál va ser el perfil productivo de la Argentina en los próximos 20 o 50 años? Es un enorme problema en cámara lenta.
En lo urgente, la sequía que afecta a todo el país se traduce en un cuadro del economista Fernando Marull sobre oferta de dólares. Se estima que habrá una sequía de agrodólares hasta abril de 2023. Con el dólar soja I, 8120 millones de dólares fueron ofrecidos. Con el dólar soja II, van hasta ahora 3500 millones de dólares. Entre diciembre y el mes de abril -si el campo empieza funcionar de nuevo debería haber una oferta de 2590 millones de dólares- habría una gran escasez de divisas, por lo tanto, es probable que la brecha cambiaria se amplié. Ahora no es el único efecto de la sequía.
Hay otro, tanto de la sequía como del dólar soja, que tiene que ver con la inflación. Una cuenta de Twitter llamada IPC online, de Bahía Blanca, midió, por ejemplo, que el precio de cortes delanteros y traseros de carne vacuna fresca cayó 18,64%.
Este lunes, en CABA, el dato de inflación arrojó un número de 5,6% en noviembre. La baja de la inflación tiene muchísimo que ver con el precio de la carne. ¿Por qué cae provisoriamente el precio de la carne? Los que producen carne se están deshaciendo de las vacas. Por un lado, porque no hay agua ni pasturas. Y, por otro, porque el dólar soja encarece el precio de los granos y por lo tanto encarece el costo de los feedlots. La oferta del dólar soja encarece el tipo de cambio para los productores de carne vacuna y también para los de aves. Otro cuadro indica los productos que subieron. Los cereales se incrementaron 51,09% debido al dólar soja. Siempre pasa esto. Cuando se interviene en los mercados, se toca una clavija y se desarma la otra.
El segundo problema que tiene el experimento económico de Massa no tiene solamente que ver con el dólar -y con su escasez, que puede ser más dramática si no llueve-, sino con los pesos. Ya nadie quiere tener pesos y mucho menos títulos en pesos. El Tesoro llama a los bancos para ofrecerles un título a cambio de pesos, y los bancos llaman a las empresas para que les tomen los pesos. Los bancos prefieren prestarles a las empresas y no al Gobierno. Esto llevó a que en la última renovación de títulos en pesos el Tesoro lograra renovar solo 84%, metiéndole títulos a todo aquel organismo que tuviera pesos, como municipios y gobernaciones. Y, así y todo, no pudo renovar el 100%. Hubiera necesitado renovar la totalidad y conseguir aún más, porque el año que viene hay un déficit previsto de 1,9% del PBI, que hay que financiar. Se empieza a encontrar el Gobierno con que nadie quiere financiarlo en pesos. El mercado empieza a percibir que el Gobierno va a tener que emitir y eso va a generar atraso cambiario, más perspectiva de devaluación y más inflación. Puede haber un momento en el que probablemente al Gobierno le rechacen los títulos en pesos y, además, le digan que no quieren tampoco que el Banco Central se los compre a cambio de leliqs. Las leliqs tienen una tasa de default.
Massa se está metiendo en un enorme problema con la deuda en pesos. Ausencia de dólares, exceso de pesos por emisión, es la tormenta perfecta. Esto que hablamos eran los vencimientos razonables de los últimos meses. ¿Y los que vienen? Un billón de pesos en enero; un billón 100 en febrero; un billón 200 en marzo. Hay quienes dicen: “No importa porque es el sector público, al Estado lo hacemos quebrar”. Es decir, es la plata de los jubilados. En abril, hay casi un billón y en julio estamos en un billón 690.000 millones.
El ministro Sergio Massa en la UIASantiago Filipuzzi – LA NACION
Este es un problema enorme que tiene la economía hoy y eventualmente más adelante para el próximo gobierno. En este problema está Massa. Entonces, es muy probable que Cristina mire todo el panorama, mire la evolución de la inflación y, por lo tanto, el avance de la pobreza, y diga: “Yo no voy a ir en la lista de este Gobierno, me termino de separar de Alberto”. Cuántos gestos más hacen falta para que le crean que no tiene nada que ver con el gobierno que ella hizo. Como si dijera: “M aparto tanto que ni siquiera quiero ser candidata de esta coalición y probablemente termine siendo candidata en contra”. Frente a todo esto, existe un problema de financiamiento que Massa pretende resolver con un blanqueo, muy estimulante porque para eso se va a tomar la cotización oficial del dólar y Massa como sabemos tiene prohibido devaluar.
Cristina se desentiende parcialmente de la suerte del Frente de Todos que ella lidera. Otros actores del peronismo, gobernadores, intendentes y sindicalistas, le discuten ahora el protagonismo y la jefatura del frente. En el intento de llevar la discusión al plano institucional aparece una y otra vez el gran problema: un gobierno con cabeza populista sigue haciendo un ajuste por lo que hace y también por lo que no hace. La evidencia cada vez más insoportable es la alta inflación.La Naciòn. Fte. Identidad Correntina