ECONOMÌA DE LA NACIÒN RECIBIÒ LA PEOR NOTICIA LA INFLACIÒN EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES FUÈ DEL 7,7%
A la espera del IPC que revelará el INDEC esta semana, el distrito gobernado por el PRO publicó su medición, que acumula 44,1% en lo que va del año
En la semana en la que el nuevo súper ministerio de Economía deberá afrontar su primer sacudón, quien se adelantó a dar la mala noticia fue el Gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta. Este lunes se conoció el IPCBA, índice de precios al consumidor medido por la Ciudad de Buenos Aires, y el resultado confirmó “malos números” que esperan en Economía y a los que ya se adelantó Sergio Massa en el anuncio de sus primeras medidas.
La inflación de julio según el Gobierno porteño fue de 7,7%, en línea con lo que fueron proyectando consultoras privadas durante las últimas semanas. Este valor es el más alto registrado para un mes desde que el macrismo implementó una medición propia en su tierra natal allá por el 2012. Anualizada, la inflación porteña ya alcanzó el 69,2% y el acumulado para los primeros siete meses del 2022 es de 44,1%.
El impacto de las vacaciones de invierno se evidenció en una suba muy por encima del promedio de ítems como “recreación y cultura”, que aumentó un 13,3%, o “Restaurants y hoteles” con suba del 12,3%. Prendas de vestir y calzado, por su parte, sigue siendo otro rubro que marca fuertes subas mes a mes y se ubicó en julio en 8,1 de alza. “Durante julio la variación del IPCBA respondió funda-mentalmente a las subas en las siguientes divisiones: Alimentos y bebidas no alcohólicas, Restaurantes y hoteles, Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, Recrea Dción y cultura y Prendas de vestir y calzado, que en conjunto explicaron el 66,9% del alza del Nivel General” explica el informe porteño.
Los alimentos y bebidas no alcohólicas, centro de la problemática inflacionaria para los sectores más vulnerables de la sociedad, vieron incrementados sus precios en la línea del aumento general del 7,7%. Sin embargo, en lo que va del año registran más de seis puntos y medio por encima del índice general, llegando a un incremento del 50,7%. Frente a la inflación interanual general del 69,2%, los alimentos subieron un 73,8%.
La problemática de la vivienda es un eje central en la CABA. Con la ley de alquileres aún en discusión en el Congreso, los aumentos en los valores de alquileres y los gastos comunes llevaron el rubro “vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles” a un alza del 7,1%. Sin embargo, tanto en lo que va del año como la medición interanual este ítem corre por debajo del promedio general. Si el IPCBA del 2022 ya registra un 44,1% de aumento, los gastos en vivienda marcaron en la medición del Gobierno porteño un alza del 38,3%, mientras que si la inflación interanual llegó al 69,2% para este rubro se ubica en 55%. De todas formas, el ancla del precio de las tarifas de servicios públicos opera como un freno de mano para esta categoría, que pronto se verá más impactada por los aumentos que vendrán con la segmentación.
El anticipo porteño se suma al que ya vienen vaticinando las consultoras privadas durante las últimas semanas. La inercia inflacionaria se vio potenciada en julio por la crisis política desatada tras la renuncia a principios de mes de Martín Guzmán. El breve interinato en Economía de Silvina Batakis no logró contener la presión devaluatoria, y el impacto en los precios llevará al valor que el INDEC informará esta semana a lo más alto desde la implementación del plan de convertibilidad para frenar la hiperinflación de principios de lo
Así lo vienen anunciando desde consultoras hasta un relevamiento del propio Banco Central. Algunos ejemplos: la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL) ubicó en un 8,5% la suba para julio y un 98% para fin de año; la consultora Ferreres estimó un 8% mensual y un 86% a fines del 2022; Ecolatina vaticinó un IPC en torno al 7,5% para julio, similar al de la consultora C&T; otras mediciones un tanto más auspiciosas para el FDT fueron las de Eco Go, dirigida por Marina Dal Poggetto, o la de PxQ, de Emanuel Álvarez Agis, ambos nombres que sonaron como posibles vice para Sergio Massa y que estimaron la suba de precios de julio en un 6,5%.
Por su parte, el BCRA dio a conocer el viernes pasado un informe de expectativas de mercado en el que fueron consultados distintos agentes económicos. El resultado ubicó la inflación anual de este 2022 en el orden del 90,2%, uno 14,2% más que lo que la misma consulta reflejó un mes antes. El mismo informe del BCRA indica que las proyecciones del mercado para el 2023 también marcan una inflación alta, alrededor del 76,6%.
Estos números desalentadores se dan justo en el inicio de la nueva (¿y última?) gestión económica del FDT. Sergio Massa agarró el fierro caliente de tener que hacer frente a las malas noticias que llegarán, de mínima, esta semana y el mes que viene en relación al aumento de precios, y el impacto de estos números sobre la imagen de su incipiente gestión son por ahora una incógnita.
Cuando sonara su nombre como posible superministro ante la renuncia de Guzmán, algo que finalmente no se concretó hasta la semana pasada, una de las especulaciones sobre el por qué no se había dado su arribo al Ejecutivo tuvo que ver con el intento del tigrense por no ser la cara como Ministro de Economía del peor índice inflacionario desde la híper de los 90. La profundidad de la crisis desatada por la renuncia de Guzmán y la presión del poder económico sobre la políticamente frágil gestión de Batakis aceleraron todos los tiempos y al oficialismo no le quedó otra opción que apurar el disparo de su última bala en la carrera hacia 2023.
Hiperactivo desde su nombramiento, Massa sigue la consigna de un anuncio económico por día, y quizás el contrapeso de la mala noticia inflacionaria con la que deberá lidiar en los próximos días esté dado por el poder que el kirchnerismo le cedió al otorgarle el área energética desde la cual resistió a muerte a Guzmán. Habrá que ver si con eso alcanza para generar expectativas que tiendan a una estabilización económica, tanto en los mercados como en una población a la que cada mes el sueldo le rinde menos. Primer gran examen para el superministro esta semana, para el cual su amigo y potencial competidor presidencial ya le marcó el temario este lunes. Fte. D