jueves 2 de mayo de 2024 12:01:56

CON EL DÓLAR DESBOCADO AHORA EL GOBIERNO TEME LO PEOR PARA LOS PRECIOS

Nervios e idas y vueltas en el elenco oficial al ritmo del dólar récord. Las advertencias de las alimenticias. Expectativas por anuncios

La acelerada suba de los dólares alternativos tiene perplejos a los funcionarios del equipo económico: lo que hasta hace algunos días lucía como un pronóstico de mentes afiebradas, ahora se está verificando en la realidad. La cotización del blue, pero sobre todo la del contado con liquidación y la del MEP, parece no encontrar techo y se encamina a batir el récord de octubre de 2020, en términos reales.

Aquel pico de $195 por dólar en plena pandemia equivale a unos $420 de ahora. Alrededor de $100 adicionales a lo que vale hoy el blue. No hace falta llegar a semejante número para hablar de una cotización que ya, hoy en día, es de pánico.

El precio actual del billete verde -dando lugar a una brecha del 145% contra el oficial mayorista- tiene que ver con la falta total de expectativas positivas. Una desconfianza plena de que el Gobierno tenga la capacidad para revertir el escenario.

Todos se cubren ante lo que claramente aparece como un descalabro total. “Todos los que pueden se dolarizan y, los que no, cuidan sus stocks al extremo”, cuenta a iProfesional el ejecutivo de una reconocida Alyc, que tanto el martes como el miércoles recibió llamados desde despachos oficiales para aflojar con las operaciones del contado con liqui y con el MEP.

La falta de expectativas positivas condiciona las acciones del Gobierno.

La falta de expectativas positivas condiciona las acciones del Gobierno.

Crisis: la alarma de Batakis

La flamante ministra de Economía quiso ser lo más explícita posible ante sus colegas del gabinete nacional durante su presentación oficial, en la Casa Rosada. Batakis habló de los meses duros. Plantea, como su colega Miguel Pesce, que después de agosto habrá una caída en las importaciones de energía, y que entonces sí el Banco Central podrá embolsar dólares para robustecer las reservas.

Las medidas sueltas que van saliendo a la luz, sólo incorporan más ruido que otra cosa. Sucedió cuando, la semana pasada, la AFIP anunció el aumento del 35% al 45% en la percepción del impuesto a las Ganancias para los gastos en dólares con tarjetas de crédito.

Y vuelve a pasar ahora, cuando el propio Gobierno deslizó que trabaja en un dólar diferecniado para turistas para turistas extranjeros. . El proyecto original es del economista Agustín D’Atellis, que asumió como director del Banco Central hace algunas semanas, cuando Martín Guzmán absorbió la secretaría de Comercio y designó a Guillermo Hang como reemplazante de Roberto Feletti.

Hubo desconcierto en las filas oficiales tras el adelanto de esa medida, que estuvo en boca del ministro de Turismo, Matías Lammens, y no en la de un miembro del equipo económico. “Apuntamos a un cambio diferenciado para el turista, que pueda liquidar sus dólares en el mercado formal a través de la tarjeta de crédito u otro medio y pueda acceder a un tipo de cambio diferenciado que se acerque al dólar  MEP o al contado con liquidación”, expresó Lammens.

“Necesitamos que los dólares ingresen al Banco Central”, remató el funcionario.

Las dudas ante el infortunado (pre)anuncio, en un mercado tan sensible por la incertidumbre, hizo que los dólares alternativos se dispararan a valores récord durante la jornada de ayer.

En medio de la disparada del dólar, Batakis advirtió sobre

En medio de la disparada del dólar, Batakis advirtió sobre “meses duros” para la Argentina.

Las dudas y los temores en el gabinete

 

El apuro por el anuncio de un dólar para turistas extraneros no se entiende: a la misma hora que Lammens daba ese adelanto, la ministra Batakis no había terminado de definir cómo se instrumentará la iniciativa.

La angustia en el equipo de Batakis refería al posible impacto de la brecha cambiaria en los precios de los alimentos. iProfesional viene dando cuenta del aumento en los costos de los fabricantes, que recibieron incrementos de hasta 50% en los insumos que les venden sus proveedores. Esas empresas ya advirtieron al Gobierno sobre la inevitable presión sobre los precios de la comida. Y también de un agravamiento de los faltantes.

Ese escenario hace temer lo peor: que la inflación se agrave el mes que viene, después de un mes de julio donde se espera un índice de precios superior al 7%.

La alarma es compartida desde el Banco Central, donde los datos de alta frecuencia de la primera quincena del mes dan cuenta de esa misma dinámica.

El impacto político y social de una disparada adicional en los precios de los alimentos puede ser sofocante. Por eso, todas las alarmas están sonando en la Casa Rosada. Aunque por ahora no aparecen respuestas contundentes para evitarlo.iP