viernes 29 de marzo de 2024 07:54:33

MÁXIMO KIRCHNER EN MEDIO DE LAS ITERNAS POR EL TEMA DEL FMI SE MOSTRÓ EN UN ACTO CON MASSA Y WADO DE PEDRO

Máximo Kirchner, sobre quien descansaba la mayor expectativa, permaneció en silencio, y sólo hablaron el gobernador Arcioni, De Pedro y Massa

Los actos realizados con diferencia de horas -y que estaban previstos en simultáneo- con presencia, por separado, de varios de los actores principales de la cúpula del Gobierno desnudaron hoy, una vez más, el estado de la interna del Frente de Todos en el marco del último tramo de las negociaciones con el FMI. Por un lado, se mostraron en Chubut el ex jefe del bloque oficialista en Diputados y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner, junto a su principal aliado en la Casa Rosada, el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro, y el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, que hace equilibrio entre el kirchnerismo y la Casa Rosada. Por el otro, el presidente Alberto Fernández encabezó un acto en Ciudad Universitaria, en Buenos Aires.

Los motivos de los encuentros -respectivamente, el aniversario de Comodoro Rivadavia y el anuncio de inversiones en ciencia- quedaron en segundo plano. La participación de De Pedro y Massa en el acto en Chubut estaba prevista desde la semana pasada. El primero, en calidad de ministro del Interior y, el segundo, por su vínculo con el gobernador chubutense, Mariano Arcioni, un aliado político. Pero el plato fuerte de la jornada fue la presencia de Máximo Kirchner, que reapareció en público por primera vez desde que difundió la carta de renuncia al bloque delFDT, tres semanas atrás. Lo hizo junto a uno de los funcionarios que representa al kirchnerismo en el la Casa Rosada, De Pedro, con quien el primer mandatario viene intentando recomponer relaciones.

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Los tres popes frentetodistas viajaron juntos en un avión que despegó desde Buenos Aires a las 10:45. Al llegar a Chubut se encontraron con el gobernador y se dispusieron para participar del acto, que estaba previsto para el mediodía pero se postergó. El motivo, adujeron en sus respectivos entornos, fue un atraso en el despegue. Pero otras versiones indicaban que se demoró para evitar que coincidiera con el acto que lideraba, exactamente en el mismo horario, el Presidente, desde Ciudad Universitaria.

Máximo Kirchner, sobre quien descansaba la mayor expectativa, permaneció en silencio, y sólo hablaron el gobernador Arcioni, De Pedro y Massa, con discursos de baja intensidad política, sobre la recuperación económica de la Argentina. Desde Ciudad Universitaria, Alberto Fernández también buscó mantener la tensión al mínimo.

Según confirmaron fuentes oficiales, el Presidente se mantiene firme en la intención de presentar a más tardar este viernes el proyecto (y anexo) para acordar con el FMI en el Congreso. Depende de que el staff del Fondo brinde el visto bueno, lo cual, según la expectativa del Gobierno, debería producirse en los próximos días. El primer mandatario tiene apuro porque se acerca elvencimiento impagable del 22 de marzo, pero también porque quiere llegar con el primer paso del tratamiento legislativo cerrado a la Asamblea Legislativa, que se realiza el próximo martes, donde buscará mostrar fortaleza en un contexto de fuertes internas.

Los ánimos se caldearon como pocas veces en la coalición de Gobierno en los últimos días, luego de que trascendió el primer borrador del pacto. Aunque el documento tiene fecha del 12 de febrero y probablemente haya tenido modificaciones, menciona una reforma previsional, lo cual disparó las alertas en el kirchnerismo, al punto de que tanto el ministro de Economía, Martín Guzmán, como el propio Alberto Fernández, debieron salir a aclarar que las modificaciones en el sistema jubilatorio no afectarán a docentes, sino sólo a los regímenes de “privilegio”, es decir, los de jueces y embajadores.

Allí, evitó referirse al tema del Fondo, como quedó claro cuando desoyó un reclamo de la diputada albertista y referente de la Quinta Sección Electoral, Victoria Tolosa Paz, para debatir, en el marco partidario, el asunto más importante de la agenda pública.

“Massa, además de ir por Arcioni, va a funcionar como contrapeso”, dijeron en las filas de La Cámpora sobre la participación del jefe del Frente Renovador que, por su rol en Diputados, mantiene conversaciones prácticamente a diario con Máximo Kirchner, y actúa como especie de pivot con el Ejecutivo. Sobre todo, en un contexto de fuertes roces por el malestar del kirchnerismo con la letra fina del pacto que negocia con el FMI el cuestionado Guzmán, para refinanciar la deuda de 44 mil millones de dólares que contrajo Mauricio Macri en 2018 y que, a ojos del ala dura del Gobierno, conllevará un ajuste inaceptable. Gte I