jueves 28 de marzo de 2024 18:17:50

¿QUIÉN GANÓ? POR EL CONSULTOR POLÍTICO CARLOS FARA

No importa quién sacó más votos. Lo importante es lo que piense la mayoría de la sociedad. Así sucede siempre. Es la batalla por la percepción, no por los hechos objetivos.

Carlos Fara. Esta es una característica del mundo contemporáneo, y dentro de ella está la política. De modo que los hechos serían relativos. Pero todo eso es relativo. También la batalla por la percepción. Cuando se desarticula todo el tiempo la percepción y los hechos, algo negativo termina sucediendo en todos los ámbitos de la vida.

L@s ciudadan@s votan y una fuerza política saca más votos que las demás. Luego hay un sinfín de interpretaciones en función de las expectativas previas. Si yo pensaba que iba a perder 3 a 0 y termino 3 a 1 o 3 a 2  me puedo dar por satisfecho. No cambia la tabla de posiciones, pero al menos es un aliciente. Si fuera al revés, que yo iba a ganar seguro, pero tengo un triunfo más apretado, me iré a los vestuarios con un sabor un poco amargo. Eso es lo que pasó el domingo a la noche: una cuestión de expectativas.

Los mercados financieros –que suelen equivocarse bastante más de lo que se supone- daban por descontada una derrota del oficialismo. Por lo tanto, la reacción de las 48 horas posteriores estuvo dentro de lo esperable: primer día up, segundo día down. Uno podría preguntarse si tanta materia gris no tiene estas cosas estudiadas con detalle. Pues no: a veces actúan de la misma manera como el más incauto de los mortales y le quieren creer a sus propias expectativas. Así sucedió el viernes previo a las PASO presidenciales de 2019. Quisieron creer que Macri podía perder por muy poco o incluso empatar aquél comicio, basados en algunos sondeos que erraron fatalmente (vale recordar que Macri también creyó en eso). Pero había colegas muy serios y serias que veían otro escenario. ¿Por qué los inversores no les hicieron caso? Muy simple, actuaron por wishful thinking, quisieron creer en lo que a ellos les gustaría que suceda.

A todos nos pasa, tampoco es tan grave. Si les ocurre a miles de analistas que desarrollan poderosos algoritmos para ganar millones de dólares en cuestión de minutos, ¿por qué no le podría pasar a la dirigencia política? Por lo tanto, como a todos nos pasa, convierte al suceso en algo folclórico. Hay votos que se cuentan y denotan tendencias y advertencias de la sociedad. Para todos y todas.

Entonces, volviendo al título de la nota (deliberadamente engañoso, lo reconozco), quién ganó y quién perdió es todo relativo.

¿Cómo?????????? Trataré de explicarme. Una cosa es qué fuerza sacó más votos –Juntos- pero como dije, sobre ganadores y perdedores siempre hay una bibliografía extensa. Por ejemplo ¿quién ganó en Tucumán? El Frente de Todos, pero… se le redujo su diferencia respecto a las PASO notablemente. Es más, fue la mejor elección de una alianza opositora a nivel provincial post 2001. La victoria justicialista es un hecho indiscutible, pero hay que ponerlo en perspectiva. Algo semejante ocurrió en San Juan.

 

Quedarse con la foto del progreso electoral del oficialismo en la provincia de Buenos Aires es engañoso también, pese a la recuperación de Chaco y Tierra del Fuego. El Frente de Todos salió tercero en 5 distritos y pelea voto a voto con la izquierda el segundo lugar en Jujuy.

Entonces la foto de las PASO no es muy distinta a la del comicio de la elección general. Y aquí va el dato del millón. Siendo que la diferencia –según recuento provisorio- es de 8.3 puntos a nivel nacional entre Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, y que en la provincia de Buenos Aires (39 % del padrón nacional) fue de 1.3 puntos, eso significa que en el 61 % restante la oposición se impuso por 12.8 puntos, casi 13. Eso suena a una brecha importante. Claro, en términos comparativos, dicha brecha en las PASO fue 14.2 puntos.

Para concluir, casi la mitad de los americanos creían en noviembre pasado que hubo fraude en la elección que ganó Biden. Obviamente la gran mayoría fueron votantes de Trump. Cuando alguien instala un mensaje de ese tipo es para satisfacer a su voto duro, no para cambiar la percepción de la mayoría.