viernes 19 de abril de 2024 00:36:24

DEBEMOS OFRECER NEGOCIOS E IDEAS IMPORTANTES A LOS ACREEDORES  EN LUGAR  DE PEDIRLES  LIMOSNA 

Alberto Fernández, ha visitado distintos países europeos  y al Vaticano,  con el objeto que se postergue el pago del saldo de la deuda  que mantiene con el Club de Paris y se  apoyen las gestiones  para reestructurar la deuda de 47.000 millones  de dólares

Por Dr. Juán José Guaresti (nieto).El  Presidente  argentino ha visitado distintos países europeos  y al Vaticano,  con el objeto que se postergue el pago del saldo de la deuda  que mantiene con el Club de Paris y se  apoyen las gestiones  para reestructurar la deuda de 47.000 millones  de dólares aproximadamente  con el  Fondo  Monetario Internacional. Con ese propósito visitó España, Italia y Francia que son acreedoras de la Argentina,  Portugal y el Vaticano, pero  no  cumplió ninguna de las estrategias de un negociador hábil:  Jugó el rol de  un impotente mendicante  que viene a pedir limosna y no el  representante de una nación capacitada por la naturaleza y las aptitudes de la mayoría de sus hijos para pagar dichas deudas. No  tuvo en cuenta  los más elementales principios de quién encara una negociación: Ofrecer algo a cambio que pueda interesar a la  otra parte, tener serios  conocimientos de la situación de aquellos a  quienes  quiere convencer y  una gran  imaginación y talento para incorporar algunos ases en su baraja.  Este viaje turístico fue contra producente  porque exhibió que la Argentina no  confía en sus propias fuerzas.

Quisiera  ratificar algo dicho por el autor de esta nota muchas  veces: La situación  argentina  tiene arreglo y un futuro venturoso, pero, como va, termina en  quiebra. Nos podría salvar asumir la filosofía de  las políticas  que transformaron  en la segunda mitad del siglo  XIX un  inmenso desierto con fronteras ni siquiera bien establecidas,  en una nación respetable  y respetada al extremo que en  1939  el  producto bruto interno argentino  era igual  al de toda  América  del Sud sumada. La parte industrial de ese producto duplicaba a la agrícola ganadera aunque siete años atrás estaban a la par.  En buena medida ese portentoso crecimiento  que fascino al mundo civilizado se  basaba, en lo económico, en una red ferroviaria particularmente eficiente  que era la más extensa  de América del Sud .Esta se  había construido sustentándose en la credibilidad  que inspiraban sus gobernantes al capital extranjero porque nacional había muy poco. Afortunadamente la Constitución de 1853/60 preveía, en su artículo 67,inciso 16, otorgar concesiones “…temporales y recompensas de estímulo” que implicaban que los contratistas ponían los  fondos y construían  las obras y  la Nación Argentina les entregaba en pago tierras al lado de la vía. Se pactaba una  ganancia para el concesionario así como la ulterior prestación del servicio. Cualquiera se da cuenta que en  aquella época los terrenos que se entregaban no  valían  nada…hasta que aparecían los rieles. Los ferrocarriles respondían admirablemente al concepto alberdiano  de “gobernar  es poblar.” Por eso y para facilitar la producción  los ferrocarriles tenían que abrir una estación cada 25 km que fueron origen de muchos pueblos. Existe otro aspecto que ocurrió y volverá a ocurrir si se actúa con seriedad: Cayeron los precios notablemente. Para traer un barril de licor de Mendoza  a Buenos Aires, se requerían 20 días de carreta  pero solamente 15  horas de tren. Las obras de construcción de ferrocarriles y el aumento del comercio crearon una impresionante demanda de  empleos,  lo que ocasionó elevada  suba de salarios al extremo que los barcos extranjeros tenían el problema que cuando sus tripulaciones  se  enteraban  de lo  que se pagaba aquí , muchos se quedaban  y las naves volvían a  sus  puertos de origen  como podían.  ¿Cual es la idea que  gobernaba la construcción de ferrocarriles?: Utilizar los medios que la naturaleza ofrecía pródigamente en nuestra inmensa geografía. Si se quiere bajar  la inflación, es preciso sin  dejar de pensar en otras alternativas y las aptitudes creadoras de nuestros compatriotas, reducir los gastos de transporte  utilizando o creando vías fluviales, que son  el medio de comunicación más barato y desde luego terminar con los gastos públicos  innecesarios. Esto abatirá los precios que pagan los consumidores, nuestros confiscatorios impuestos y agrandará  los mercados. Debemos hacer  lo mismo  que hicieron  nuestros mayores: Apelar  al capital extranjero, unido o no al capital privado nacional, por el sistema de concesiones. Nuestro presidente debió viajar  con un proyecto de tratado con las cuatro naciones que visitó para explicar a  sus interlocutores  la notoria cantidad y dimensión de las obras públicas que podemos  realizar aquí  y que las vamos a recibir igual que a otras naciones del mundo,  en calidad de socios para  superar hermanados las consecuencias de  esta  enfermedad que todos padecemos. Nosotros, igual que los  demás habitantes del planeta, necesitamos  fuentes de trabajo genuinas  y debemos ofrecer lo que tenemos en calidad de pares y no arrodillados para recibir limosnas. Las obras que pueden hacerse en el  territorio argentino tienen un monto tal que los 2240 millones de dólares que le debemos al Club de París o los 47.000 millones al F.M.I. pierden todo significado. Nuestro Presidente debió  brindar  otra idea que vale más que la deuda externa  argentina porque abarca a todo el género humano. En la publicación de una muy respetable institución científica argentina “IntraMed”, titulada “Vitamina D y Covid 19” aparecida en Google del 12 de febrero de 2021 se desarrolla en 19 páginas la posibilidad de  cubrir  las  deficiencias de vitamina D para enfrentar al Covid  19 y   dice : “ La evidencia que  vincula la deficiencia de Vitamina  D con la gravedad de  COVID 19 es  circunstancial pero considerable: vínculos con el origen étnico, la obesidad, la institucionalización, latitud y exposición ultra violeta; aumento del daño pulmonar en modelos experimentales; asociaciones con la gravedad de COVID 19 en pacientes hospitalizados. “ No dice que se han presentado  pruebas irrefutables  sobre la vinculación  entre la deficiencia en  la cantidad de  vitamina D que tienen los afectados y el Covid 19, pero la nutrida información  que  brinda exhibe que existe tal vinculación. El pueblo argentino debería ser enterado de este  trabajo.

En las publicaciones del autor  en Facebook de Enero  y Abril  de este año,  tituladas respectivamente : “El sol y el deporte nos pueden defender del  COVID 19 “ y “ El sol, una fuente natural que favorece la producción de Vitamina D , fundamental en la producción de  anticuerpos”, se dio por demostrada la influencia del sol y la vitamina  D  para corregir las deficiencias que pudiera haber de esta  última  en el sistema inmunológico de la población y de esta manera combatir al Covid19, sustentándose en otros fundados  pareceres. Estos  muestran  que el sol es el principal  “fabricante” de vitamina  D y que la deficiencia de ésta,  debilita  al sistema  inmunológico que  defiende a los seres humanos del Covid 19. Un estadista debe tener el  valor y el talento necesarios para  tomar intrincadas decisiones y acertar. Aquí no hubo tal cosa. Es inadmisible que el  gobierno haya guardado  completo silencio ante  las  afirmaciones científicas de  IntraMed y otros  especialistas. Se debió   comunicar a la población que posiblemente si se corrigiera la deficiencia de  vitamina D cuando esta  exista en el sistema inmunológico como en muchas ocasiones existe entre nosotros, podría  reducirse sustancialmente el desastre que asola a nuestra patria , informar de  esta idea a nuestros acreedores  y favorecerlos con ella. Se habrían convencido que no estaban tratando con  mendigos sino con gente inteligente decidida a terminar con tanta muerte y tanta pobreza…y que pueden pagarles perfectamente.