EL DISCURSO NO CAMBIA Y LA HUIDA DEL PESO SE ACENTÚA
La huida del peso argentino se profundizó, no aparecen los vendedores de dólares, todos compran, y quieren hacerlo si es posible fuera del alcance de la Afip, ya que no quieren quedar pegados frente a la presión impositiva
El día de ayer ya arrancó con un clima enrarecido. Los nubarrones se iniciaron con el presidente Alberto Fernández hablando en el Coloquio de IDEA. Luego llegaron frases de Kristalina Georgieva, desde Estados Unidos, que tras la misión del Fondo a Buenos Aires ahora dice ver “con preocupación a Argentina en temas sociales, monetarios y fiscales”, afirmando que mandará otro equipo en noviembre, pidiendo de manera concreta que Fernández presente un programa, un plan. Y por si todo eso no era suficiente, llegó la frutilla del postre para un día complejo: a través de representantes la vicepresidenta Cristina Kirchner manifestó que ella también quiere compartir la conducción del PJ.
El Presidente Alberto Fernández, además, manifestó que no piensa devaluar ni quedarse con los depósitos de la gente. Y con semejante combo, la huida del peso argentino se profundizó, no aparecen los vendedores de dólares, todos compran, y quieren hacerlo si es posible fuera del alcance de la Afip, ya que no quieren quedar pegados frente a la presión impositiva. Y, por si fuera poco,el Indec admitió que en setiembre, con pandemia y tarifas congeladas, se anotó la inflación mensual más alta desde el inicio desde marzo (2,8%) mientras vestimenta y alimentos registraron subas de hasta el 5%.
Toda esa ensalada hizo que los dólares libres volvieran a subir a un nuevo récord. Los bonos argentinos siguieron bajando sin parar. Y el riesgo país volvió a subir, superando los 1.400 puntos básicos, lo cual confirma que los nuevos bonos de Argentina, recién reestructurados, tienen una tasa a vencimiento del 15,5% anual, lo cual en los hechos significa que el mercado está convencido de que el país no podrá cumplir con sus compromisos.
A todo esto, el mundo financiero se sigue acercando al momento decisivo de la elección presidencial en EE.UU., donde también hay una grieta política importante. Y, tal como vienen advirtiendo los expertos, los precios de las acciones empezaron a desinflarse, ya que el Gobierno norteamericano tuvo que frenar los estímulos, ya que la presión sobre los precios y todo el sistema monetario está empezando a poner los números en alerta.
Con eso, en el exterior el dólar subió 0,4% en Brasil, no cambió en Chile y en México, pero bajó 0,1% contra el euro, 0,3% contra el yen y cayó 0,6% contra la libra. Y a nivel local los seis dólares de Alberto volvieron a trepar. El dólar turista subió 5 centavos hasta $136,87, el oficial subió 3 centavos hasta $82,95 y el blue subió $1 hasta $167. Subieron US$ 10 millones las reservas del Banco Central, hasta US$ 40.848 millones. El dólar MEP saltó $5,05 hasta $150. El contado con liquidación subió $8,32 hasta $165,42. La brecha entre el dólar oficial y el blue saltó al 101% y entre el CCL y el mayorista saltó hasta el 113%, la más alta desde la hiperinflación de 1989. Y, medidos en pesos la libra saltó 69 centavos hasta 100,76 pesos, el euro subió 7 centavos hasta 90,94 y el real bajó 5 centavos hasta 13,84. Y todo esto se da con un BCRA que persiste en mantener las tasas quietas, a pesar de que la inflación muestra los dientes: las Leliq pagaron 37% anual y plazos fijos al 33%.
El corte de ayudas y la aparición de varios balances mediocres, más los retrasos en las vacunas contra el covid, determinaron que la Bolsa de Nueva York bajara ayer 0,7%, con los analistas advirtiendo que sea quien sea el que gane, en EE.UU. se viene un ajuste imposible de evitar, tanto que ayer se vio una nueva baja sensible en Wells Fargo y en Bank of America. Detrás de eso, la Bolsa de San Pablo subió 0,8%, pero la de México achicó 0,3%.
Con el mercado bursátil argentino volvió a darse la particularidad de los últimos tiempos: los precios de las acciones suben en pesos, pero no se mueven o siguen bajando medidos en dólares. Con $1.001 millones operados, la Bolsa porteña tuvo una suba en pesos del 2,8%. Mientras que los ADR argentinos en NY estuvieron mixtas: hubo subas del 1% al 3,7% para Ternium, Bunge, Pampa E, TGS, IRSA I y Edenor; bajas del 1% al 2,4% para Mercado Libre y Banco Macro.
Por último, las commodities siguen bailando sin rumbo definido, ya que la incertidumbre sobre la marcha de la actividad es total, dado que el Covid obliga a los países a abrirse y a cerrarse constantemente.
Ayer hubo una suba para el petróleo, los metales preciosos estuvieron sostenidos. Los metales básicos evolucionaron mixtos. Hubo debilidad en las criptomonedas. Y en los granos hubo algo llamativo: los precios en Chicago estuvieron decididamente para arriba, pero en la Bolsa de Rosario esa suba no se vio: los productores siguen esperando menos retenciones y un tipo de cambio exportador más realista. Por Carlos Varela. Fte textual El Economista