COMENZARÓN LAS REUNIONES ENTRE KICILLOF Y RODRÍGUEZ LARRETA QUENES SE ESTARÍAN PONIENDO DE ACUERDO EN MANTENER LA CUARENTENA Y NO FLEXIBILIZAR
Las posiciones de ambos gobierno son compatibles. A priori, en el horizonte no aparece una negociación demasiado compleja o tensa
El gobierno de la provincia de Buenos Aires se quedará en la misma fase de la cuarentena en la que está actualmente. Fase 3. Lo tiene decidido Axel Kicillof. En la Ciudad de Buenos Aires analizan la posibilidad de avanzar en la apertura de alguna actividad que genere baja movilidad, pero advierten que no pueden moverse demasiado. Quizás hasta se queden en el mismo lugar en el que están. Sin tocar nada.
Las posiciones de ambos gobiernos son compatibles. A priori, en el horizonte no aparece una negociación demasiado compleja o tensa. Ambos comprenden que no pueden avanzar demasiado cuando la curva de contagios se mantiene muy alta. Lo que resta en pulir las posiciones de cada uno y sellar el acuerdo. Allí entrará en juego la palabra de Alberto Fernández y su rol de mediador.
Los últimos datos indican que están ocupadas el 66% de las camas de Terapia Intensiva del conurbano. El sistema todavía tolera, pero el crecimiento de casos avanza con firmeza y se expande en un conglomerado urbano en donde viven 13 millones de personas. Por eso la decisión de Kicillof es mantener a los municipios del AMBA en la fase que están hasta que la curva empiece a descender lentamente.
El primero en anticiparlo públicamente fue Gollan, que no descartó la posibilidad de dar marcha atrás con la flexibilización del aislamiento si los contagios se multiplican y el crecimiento se acelera. “Si esto sigue así, hay que pensar en hacer un cierre más estricto, pero también hay que ver si la sociedad luego lo acompaña”, aseguró.
Si hay un escenario peor que el actual, tanto en el AMBA como en el interior del país, donde comenzaron a producirse una serie de rebrotes, sobre todo en los grandes centros urbanos, la decisión de cerrar estrictamente la circulación debe ser tomada por Alberto Fernández en un contexto nacional. Si se tiene que vlver atr´s, tiene que ser un cierre duro, estricto. Volver a la fase en laque sol9 estaban abiertos los supermercados y las farmacias, reflexionan en La Plata.
Kicillof asume que la gente está harta de la cuarentena pero no tiene más remedio que mantener las restricciones y pedir, cada vez que puede, que no hagan reuniones sociales, ni se junten a jugar deportes de grupo. Parece una obviedad, pero la campaña bonaerense de concientización está apuntada hacia esas actividades porque saben que suceden y que son focos de contagios permanentes.
Esta semana el gobernador seguirá el mismo plan de acción de siempre. Probablemente el miércoles se reúna con el equipo de expertos que lo asesoran y escuche cuál es el análisis que hacen frente a la panorama actual. El jueves haría un Zoom con los intendentes para escuchar sus posiciones y comentarles cual es la del gobierno y, finalmente, se reuniría con Rodríguez Larreta y el Presidente para terminar de cerrar el acuerdo y ponerle día y hora al anuncio de la extensión de la cuarentena.
El ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, aseguró este lunes que la curva de contagios de coronavirus “está madura” y que en base a diferentes elementos técnicos esperan que empiece a bajar en las próximas semanas.»Es una cuestión de pocas semanas que empiece a descender»», preciso.
En el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires anticipan que serán “cautos y conservadores” y que esperarán los próximos dos días para analizar los números de las últimas dos semanas. “En base al análisis de esos datos veremos si podemos sumar o no alguna actividad de bajo impacto en la movilidad”, advirtieron.
En la Ciudad piensan en que pueden sumar alguna actividad de la Fase 2, que tenga bajo riesgo de contagio y que no genere traslado de gente que vive en el conurbano hacia la Capital Federal. De esa forma podrían lograr un acuerdo con el gobierno bonaerense pero, al mismo tiempo, dar un pequeño paso hacia adelante y generar una muestra simbólica de que la intención es avanzar en un plan de flexibilización.
Lo que está claro es que Rodríguez Larreta no correrá riesgos innecesarios. No abrirá demasiado el grifo en un momento donde los contagios se mantienen elevados y, según los datos epidemiológicos que manejan, podrían haber llegado al pico. Quizás, en 15 días, la realidad sea mucho mejor que la que hoy tienen. Al menos, así lo esperan. Además, sabe que debe llegar a un acuerdo con Kicillof y Alberto Fernández, en el marco de un plan conjunto, y que la moderación es la única carta igual que tienen los tres en sus manos.fTE. iNFBAE