El ex secretario de Cristina Fernández de Kirchner, Fabián Gutiérrez, esta siendo buscado en El Calafate, Santa Cruz, ya que su madre reportó que no tiene contacto con él desde ayer jueves. Recordemos que Gutierrez declarò como arrepentido en la causa de «los cuadernos» ante el fallecido Juez Bonadìo.

En la tarde del viernes, su celular fue encontrado en una obra en construcción ubicado en la esquina de la calle Raymundo freile y Piedrabuena del barrio 50 viviendas de esta localidad, según informa el diario Ahora El Calafate.

Según fuentes extraoficiales de la investigación le confiaron al portal OPI Santa Cruz que su campera con algunas manchas de sangre fue hallada en su camioneta.

«En horas de la tarde de hoy los investigadores encontraron el celular de Gutierrez en una obra en construcción en Raymundo Freile en el Barrio 50 viviendas de la villa turística», informó el porta antes mencionado. 

La búsqueda se originó tras una denuncia por desaparición de persona que inició la madre de Gutierrez, Teresa García, quien durante años fue interventora de la Caja de Servicios Sociales de Santa Cruz y la mujer que lo acercó al matrimonio K.  Gutiérrez había llegado a El Calafate en un vuelo de «repatriados» y cumplió 14 días de cuarentena obligatoria en su casa, donde hoy la policía realizó operativos, ubicada en la calle Santiago Perkic, casi esquina Padre de Agostini.

El juez Carlos Narvarte sostuvo que en la casa de Gutiérrez no se encontró “ningún cuerpo” y se levantaron los rastros para determinar qué sucedió dentro de la vivienda en las últimas horas ya que «algunos indicios podrìan dar cuenta de un hecho ilìcito». Cerca de las 23 anticipó que se iniciará un rastrillaje y se realizarán otras medidas que no quiso anticipar. El juez sostuvo que no tiene confirmación de la aparición de una campera manchada con sangre. La fiscal del caso es Natalia Mercado, hija de la gobernadora Alicia Kirchner.

Posteriormente, el magistrado confirmó que en la casa del desaparecido se encontraron manchas de sangre y pedazos de precintos. Además, resaltó que está “abocado a la búsqueda del cuerpo” para “poder constituir una hipótesis”.

Asimismo, fuentes cercanas a la investigación adelantaron que por el momento hay tres demorados por esta causa, entre los cuales se encuentra un joven de 20 años que habría sido la última persona en ver a Gutiérrez.

El ex secretario del matrimonio Kirchner fue procesado en noviembre pasado, sin prisión preventiva por lavado de dinero agravado, a raíz de varias operaciones sospechosas vinculadas con maniobras de recaudación ilegal de la causa de los “cuadernos” del chofer Oscar Centeno.

Parte del dinero proveniente de los ilícitos perpetrados por aquella asociación ilícita, fue recibido por Héctor Daniel Muñoz y Víctor Fabián Gutiérrez, y luego fue puesto en circulación en el mercado con el fin de aparentar un origen lícito, consideró el juez federal Claudio Bonadio. “El vínculo con dicha asociación excede la de un mero secretario privado”, tal como era Gutiérrez, “pudiendo afirmarse en base a indicios objetivos que habría recibido dinero de dicha banda y luego lo puso en circulación en el mercado, intentando darle una apariencia lícita”, señaló el juez en su fallo.

En la declaración de octubre pasado ante el juez Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli, el ex secretario reveló que a Cristina Kirchner la llamaban “la loca” o la “yegua” porque “nadie quería trabajar con ella”. Contó cuánto dinero gastaba en compras cuando se iba de viaje oficiales, cómo terminó renunciando porque la ex Presidenta lo increpó por haber ido al baño y por qué el ex ministro de Planificación Julio De Vido “la odiaba”. También detalló cómo eran las reuniones de la recaudación al final de cada día, en donde los ex funcionarios llegaban con sus bolsos o mochilas para entregarlos a Néstor Kirchner. Y reflotó las sospechas de las bóvedas que había en las casas del entonces matrimonio presidencial. Los detalles de la declaraciòn que convirtiò a Gutierrez en imputado-colaborador y le permitiò ser excarcelado:

Su llegada a los Kirchner fue gracias a su abuela: “Mi abuela era un cuadro dentro del Partido Justicialista. A raíz de esto es que Néstor Kirchner me lleva a militar. Y luego a trabajar en la gobernación. Con la campaña presidencial del 2003 paso a trabajar en la casa de Santa Cruz en Buenos Aires con Valerio Martínez, Daniel Muñoz y Miriam Quiroga. Trabajábamos para la campaña. Una vez ganadas las elecciones, pasé a desempeñar el cargo de secretario adjunto al presidente”.

Cambio de planes: “A una semana de la asunción presidencial, Kirchner me convocó a su despacho y me dice que mi tarea concreta sería el acompañamiento de la primera dama y senadora nacional Cristina Fernández de Kirchner en todo momento. Yo no recibí muy gustoso esa tarea dado el carácter fuerte que tenía Cristina. Nadie quería trabajar con ella. Entre los secretarios la apodábamos ‘la loca’, ‘la yegua’ y otro término que no quiero mencionar por razones de género”.

Bolsos vs. Mochilas: “Recuerdo que a veces cuando ella salía del Senado nos dirigíamos a la Casa Rosada. Ella como primera dama tenía despacho ubicado cerca de Néstor. En esas ocasiones, que eran por la noche alrededor de las 21:30, yo podía observar que José López y (Ricardo) Jaime iban a verlo a Kirchner. José López con más frecuencia y llevando bolsos. Respecto de Jaime era frecuente verlo con una mochila. Siempre usaba mochila”.

Los visitantes: “Julio De Vido frecuentaba la Casa Rosada a eso de las 19. López tenía una relación más cercana con Néstor Kirchner. Es más, no pasaba por De Vido. Una vez que se hubiesen reunido Kirchner, López, Jaime y De Vido indistintamente, con lo que traían estas personas se retiraba Muñoz por tierra. Aclaro que a De Vido nunca lo vi traer nada porque venía más temprano. Solo después de esos encuentros nos íbamos con la doctora Kirchner, Néstor Kirchner y (el ex secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos) Zannini en helicóptero generalmente a Olivos”.

Sin ver, era dinero: “Quiero aclarar que si bien nunca vi el contenido de los bolsos que traían las personas mencionadas, mi percepción y el comentario de los secretarios era que traían recaudación. Vuelvo a remarcar que esto es una conjetura mía basada también en comentarios que se escuchaban. Estas circunstancias también las presenciaba Daniel Álvarez, que luego de todo esto también venía con nosotros en el helicóptero”.

Valijas con candado: “Daniel Muñoz, la mayor parte de los viajes, llevaba valijas con candado. Era el único que las tocaba y se ubicaba con las mismas en la parte trasera del avión pasando el área presidencial entre la sala que solían usar los periodistas y la cocina. Lo hacía de manera reservada. Yo no vi el contenido de esas valijas pero se comentaba y también yo lo pensaba que contenían dinero. El equipaje del matrimonio presidencial viajaba en la bodega del avión. Recuerdo que en esos viajes cuando llegábamos a la residencia de El Calafate, cuando arribaba Muñoz, Néstor Kirchner nos hacía retirar”.

¿Las bóvedas?: “En esa casa yo no vi bóvedas pero existía un lugar bajando las escaleras donde había una puerta placa de color blanca cerrada donde siempre decíamos entre los secretarios que ‘ahí estaba la historia’, en relación al lugar donde se podría guardar los bultos mencionados. Era el único lugar de esa casa al que yo no tenía acceso, siendo que me desplazaba con absoluta libertad por toda la casa. Es decir, cuando los Kirchner llegaban de un vuelo nos dirigíamos todos a la casa y al poco tiempo aparecía Muñoz. Cuando aparecía Muñoz, nos hacían retirar a todos por una hora aproximadamente. Lo mismo ocurría en la casa de Río Gallegos donde había un sector contiguo al gimnasio de las mismas características de lo relatado en El Calafate que todos pensábamos que en este lugar también se almacenaban los bultos aludidos”.