ANÁLISIS POLÍTICO DEL CONSULTOR POLÍTICO CARLOS FARA «AMANECE, QUE NO ES POCO»
Por Carlos Fara. Dentro del mismo gobierno lo reconocen: el balance da negativo, pero la están remando y tratan de brindar letra a su tropa para que mantenga su temple en el medio de la tormenta. En estos últimos días circuló profusamente por Whatsapp una lista de «81 cosas en las que el gobierno está mejorando la vida de los argentinos». Las fotos siempre son engañosas ya que, por un lado, las lentes distorsionan algo, y por el otro,no muestran la dinámica y por lo tanto pierde el contexto. Si fuera por las proyecciones económicas del año próximo, el gobierno habrá transcurrido 3 de los 4 años con caída del PBI y alta inflación. Muy distinto de lo que hasta los economistas no oficialistas imaginaban.
Semejante deterioro terminó generando su lógico correlato en el nivel de aprobación del gobierno. Tampoco esto es algo que el macrismo niegue. Sin embargo, siempre les surge una veta optimista y “contextualista”: “Es verdad, pero….”. Y ahí fluye una ristra de elementos que no dejan de ser ciertos, aunque su ponderación puede ser discutible: el contexto internacional, los cuadernos de Centeno, la herencia recibida, somos minoría en el Congreso y en las gobernaciones, etc. etc. La máxima de Almafuerte sale en su ayuda: “No te des por vencido ni aún vencido”.
Los errores que ha tenido la administración del presidente han sido al por mayor: mala praxis política, errores conceptuales, mirada ingenua, mala comunicación, falta de planificación, incorrecta evaluación de las consecuencias de ciertas medidas en la opinión pública, pronósticos fallidos y sensación de improvisación. Dicho esto, que tiñe todo de gris oscuro, no evita la identificación de las cosas positivas que le han sucedido al gobierno en términos políticos:
- Ganó con comodidad la primera elección legislativa de medio término: luego del fantasma de 2001, ese tema era clave para los cerebros estratégicos de Cambiemos. Con todos los problemas económicos a cuestas despejó un término de la ecuación para asegurar el cumplimiento de los tiempos institucionales.
- Va camino a ser el primer gobierno no peronista que concluya su mandato después de 91 años: un hecho inédito luego de la aparición del movimiento que lideró Perón.
- Logró un piso de gobernabilidad en el Congreso: con minoría en Diputados y clara desventaja en Senadores obtuvo sus leyes básicas, negociación mediante con los gobernadores opositores. El sistema presidencialista le jugó a favor: solo tuvo que vetar 5 veces totalmente, y 3 veces parcialmente.
- Evitó los diciembres incendiarios: merced a una razonable negociación y aplicación de fondos sociales no tuvo escenas de falta de control. Cuando pulseó para tener el control de la calle –en 2 votaciones en diputados- se salió con la suya.
- Está claro a esta altura que ganar elecciones es una de las cosas que mejor le salen. Como ese factor no es previsible por las encuestas, el oficialismo tiene ahí un hándicap de cara al año que viene.
Aun con este balance deficitario Cambiemos puede ganar la elección presidencial de 2019. Y ahí ocurriría otro fenómeno inédito: un gobierno no peronista sería sucedido por otro de su mismo signo, 91 años después.
Amanece que no es poco.