En ese contexto, la alineación del «Millonario» con cinco volantes le permitió no pasar zozobra y controlar a los velocistas del «Granate» (Lautaro Acosta, Silva; José Luis Gómez en las contadas ocasiones en las que pasó al ataque), pero no le aportó soluciones en la elaboración. La falta de aceleración, sumada a las imprecisiones a causa de la superpoblación de piernas provocó la sequía de situaciones de riesgo. Así y todo, el conjunto de Marcelo Gallardo resultó el autor de las mejores aproximaciones. A los 13 minutos, el desborde de Saracchi encontró en el centro del área a un Scocco incómodo, que impactó sin la suficiente dirección y el balón terminó en las manos del arquero. Luego, un remate alto de Pity Martínez y otro intento de Scocco sacudieron un poco la medianía.
En el segundo tiempo se exacerbaron los roles. River fue más protagonista aún y Lanús se fue confiando cada vez más en la igualdad. Desde los chispazos de Gonzalo Martínez, generando faltas en las inmediaciones del área defendida por Andrada, el conjunto de Núñez tuvo largos momentos de pleno dominio territorial. Es verdad, pocas veces logró traducirlo en chances de riesgo y el trámite se hizo chato. Pero el conjunto del Sur apenas si intentó salir con una corrida de Acosta que Lux anticipó sin mayores inconvenientes. El «Millonario», en cambio, contó con la oportunidad más clara, a los 10 minutos de la parte complementaria, cuando la guapeada de Javier Pinola terminó en un zurdazo en el palo.
La mayor virtud del ganador fue, seguramente, la obstinación. Aunque nunca halló espacios, continuó insistiendo. Su entrenador movió el banco en consecuencia: un vertical De la Cruz reemplazó a Ignacio Fernández, más pensante. Y el vértigo de Carlos Auzqui ingresó por un mediocampista: Ariel Rojas. El premio para River llegó desde el pizarrón del Muñeco: De la Cruz inició la jugada, Pity Martínez hizo esforzar a Anddrada y Scocco, de rebote, decretó la ventaja que River intentará hacer valer en una semana en La Fortaleza con el objetivo de disputar una nueva final de la Copa Libertadores, como ocurrió en 2015.