LA CÁMARA ELECTORAL DISPUSO MEDIDAS DE CONTROL PARA EL VOTO CON BOLETAS DE PAPEL

El naufragio de la reforma de Mauricio Macri para este año usar boleta electrónica en todo el país -proyectado que está frenado en el Senado- revivió los viejas alertas de la era papel.

Además de fulminar el tecnovoto, archivar la paridad de géneros y frenar la eliminación de «colectoras», con el proyecto PRO cayó el prometido traspaso a la Justicia del escrutinio provisorio. Ayer, en el primer capítulo de una saga que se perfila larga, la Cámara Electoral emitió tres resoluciones que reavivan la discusión sobre la transparencia de la elección y la difusión online de los resultados en la elección legislativa que deberá realizarse el 22 de octubre.

Un deja vu de 2015, cuando la oposición, encabezada por el PRO y Elisa Carrió, reclamaron medidas contra el presunto fraude. Ayer, la Cámara ratificó los controles que validó en aquel año y agregó otros. Los jueces Alberto Dalla Vía y Santiago Corcuera explican que al no avanzar la reforma electoral deben tomar «nuevos recaudos» para «favorecer la agilidad, transparencia y seguridad» de la elección.

Una de las sugerencias, luego de detectar errores en las transcripción de los resultados, es que en todos los lugares de votación se dispongan «scanners» para copiar las actas de escrutinio y enviarlas a los centros de cómputo. «Ahora eso se hace manual: el presidente de mesa copia en un telegrama los datos y suele haber muchos errores» explicaron fuentes de la Cámara Electoral.

A la vez, solicitan un esquema de trazabilidad para poder seguir «minuto a minuto» dónde están las urnas, tarea que correspondería al Correo Argentino. Esas medidas de control se agregan a otras -instrumentadas en 2015- como el «cuarto oscuro complementario» pensado para la eventualidad de que falten boletas de algún candidato. Pero, en paralelo, la Cámara se zambulle en un tema sensible: el escrutinio provisorio, procedimiento que reúne y difunde los resultados la noche de la elección.

En 2016 hubo un pulseo áspero entre la Cámara y la Casa Rosada. El ministro del Interior, Rogelio Frigerio, anunció que lo derivarían a la Justicia, pero en el proyecto enviado Congreso no se incluyó. Los camaristas reaccionaron y le arrancaron al gobierno la promesa de hacerlo en conjunto: con el soporte tecnológico del Estado y personal y funcionarios judiciales. «En ningún país de la región el escrutinio lo hace el Estado» le dijeron desde la Cámara a Clarín. «El Gobierno prometió que lo iba a traspasar y no lo hizo: estamos peor que antes» pegan en la CNE.

Decidido a no volver a pedirle a la Casa Rosada que cumpla su promesa, los camaristas emitieron ayer una acordada que establece un protocolo para la difusión de los resultados provisorios. Es un menú minucioso que fija, por ejemplo, que los resultados tendrán que comenzar a difundirse antes de las 21 horas, sin importar la cantidad de datos cargados.

Indica, a la vez, que los partidos políticos podrán disponer fiscales en los centros de emisión y recolección de datos y conocer el desarrollo del proceso, además de acceder al software que se usará para el escrutirino.

En la misma línea, tiempo antes de la elección, la Cámara acordará con los partidos políticos los parámetros que se utilizarán para la carga y difusión. «El criterio de representatividad de los datos -cargados y procesados- del escrutinio provisorio que se tomará como base para la divulgación de los primeros resultados», especifica la acordada.

También señala que la información divulgada deberá permitir que se pueda discriminar por lugar de votación y cargo a elegir, entre otras precisiones. Fte.Textual Clarin