sábado 23 de noviembre de 2024 19:08:27

UNICEF INFORMA QUE EL 30% DE LOS MENORES QUE VIVEN EN NUESTRO PAÍS SON POBRES Y EL 8,4% ES «EXTREMO»

El estudio de Unicef también refleja que 1,3 millones de niños y niñas menores de cinco años viven en condiciones de pobreza en Argentina

Fotografía captada de internet.El 30 % de los niños menores de 17 años que viven en nuestro país son pobres y el 8,4 % lo es en “extremo”, según un estudio de Unicef que se dió a conocer ayer, y que por primera vez mide la pobreza infantil desde una perspectiva que va más allá de los aspectos monetarios.

El Fondo de las Naciones Unidas  para la Infancia (Unicef), presentó el informe basado en los 28 indicadores de privación en los que se dividen las diez dimensiones que componen la pobreza “multidimensional”, según los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Convención Sobre  los Derechos del Niño de las Naciones Unidas.

En base a ello, los cuatro millones de personas menores de edad que son pobres en Argentina sufren un promedio de 5,7 privaciones, mientras que a los 1,1 millones que son “extremadamente” pobres les faltan 8 de los parámetros necesarios para contar con las mismas oportunidades que el resto de los ciudadanos, según reveló el doctor en economía y consultor de Unicef, Jorge ´Paz.

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Asimismo, el estudio destaca que entre los indicadores más frecuentes y “sensibles” para la infancia en el país sobresalen la falta de lactancia materna (un 22 % de los casos), la existencia de violencia verbal (28 %), y el hacinamiento de la vivienda (20 %) o que esta se encuentre en una zona “inadecuada” (28 %), propensa a las inundaciones o cerca de un vertedero, por ejemplo.

CONDICIONES LIMITES

El estudio de Unicef también refleja que 1,3 millones de niños y niñas menores de cinco años viven en condiciones de pobreza en Argentina, y 300.000 lo hacen en “condiciones límites”, lo que para la representante de Unicef en el país, Florence Bauer, refleja “la importancia de invertir en esta etapa de la vida”.

“Tenemos que tener un sistema en el Gobierno nacional que mida la pobreza de manera permanente y confiable, como se mide la inflación para establecer las políticas públicas necesarias”, afirmó Bauer antes de hacer hincapié en que la respuesta también debe ser multisectorial y abarcar tanto intervenciones directas (acceso a la salud) como indirectas (transferencias monetarias).

Asimismo, la representante en Argentina de Unicef llamó la atención sobre la gran “disparidad” de ingreso per cápita que existe entre las mismas provincias argentinas, ya que en las regiones del noreste y noroeste del país un niño tiene 6 veces más de probabilidad de caer en la pobreza que en Buenos Aires.

En este sentido, el consultor de la entidad, Jorge Paz, denunció que existe una “correlación inversa” entre la falta de recursos y la asignación de los mismos, ya que “los más pobres reciben menos”.

Paz también afirmó que la mayoría de los chicos pobres proviene de hogares numerosos, tiene padres asalariados no registrados, se encuentran en la base social de la población y no han completado la educación primaria ni tampoco, en la mayoría de los casos, lo han hecho sus progenitores.

Así, un niño que vive en un hogar donde sus padres se encuentran en una situación de inestabilidad laboral, tiene tres veces más de probabilidades de caer en la pobreza que en condiciones estables, y 22 veces más si los mismos no han pasado la escuela primaria, cifras que aumentan todavía más cuando el jefe del hogar es una mujer, lo que refleja la carencia de “políticas de cuidado”.

Por su parte, Sebastian Waisgrais, especialista en evaluación del organismo en Argentina, señaló que aunque medidas nacionales como la Asignación Universal  por Hijo son muy positivas, hay 1,5 millones de chicos que deberían recibirla y no lo hacen por burocracia, vivir en zonas aisladas o encontrarse fuera del sistema educativo, por lo que hay que concentrarse en el sector que se queda “fuera” de la atención pública.

POBREZA ESTRUCTURAL

“Es una pobreza mucho más estructural que la monetaria -dijo Waisgrais- porque los niños trasladan todas las privaciones a su vida adulta y la situación se va reproduciendo a sí misma y, de hecho, el 19 % de los que no son pobres por cuestiones de ingresos, sí lo son por dimensiones como la educación o la vivienda inadecuada”.

El informe de Unicef está basado en la Encuesta de Indicadores Múltiples por Conglomerados que realizó la entidad junto al ministerio de Desarrollo Social entre 2011 y 2012 a 25.000 hogares de localidades de más de 2.000 habitantes, y en la actualización de la misma con la Encuesta Permanente de Hogares del Gobierno de 2015.Fte. El Día