martes 15 de octubre de 2024 02:36:00

JUSTICIA. Iniciado el año electoral piden el procesamiento del ex presidente Amado Boudou

A partir de hoy, el juez federal Norberto Oyarbide podrá decidir si le hace lugar al pedido de procesamiento presentado el viernes pasado por el fiscal Carlos Rívolo

Amadoo Boudou está por emprender su regreso desde México. Pidió permiso en Tribunales para pasar unas vacaciones en un departamento de la Colonia Nápoles, un barrio de la recientemente nombrada como Ciudad de México (hasta hace días Distrito Federal). Tiene pasaje de regreso para el viernes 5, pero como el fin de semana próximo es largo por el feriado de Carnaval, Boudou deberá presentarse en Comodoro Py, para certificar que volvió al país, el martes 10 de febrero.

Entre hoy y entonces, el juez federal Norberto Oyarbide podrá decidir si le hace lugar al pedido de procesamiento presentado el viernes pasado por el fiscal Carlos Rívolo en la causa por dádivas por la que Boudou fue indagado en diciembre de 2015.

Para el fiscal no quedan dudas: se probó que Boudou recibió dádivas cuando en diciembre de 2011 viajó en avión privado hasta Necochea y desde allí en helicóptero de una empresa contratista de obra pública para un acto junto al por entonces intendente del lugar Horacio Tellechea.

Rívolo consideró probado que cinco días antes del vuelo a Necochea, la empresa Alas del Fin del Mundo ofreció al Senado de la Nación un avión Bombardier Learjet 60 XR matrícula LV-CRB para viajes promocionales. Boudou aceptó la oferta del vuelo promocional del 17 de diciembre de 2011.

En la causa quedó acreditado que ningún otro senador de la Nación (Boudou presidía el Senado) recibió el mismo ofrecimiento de la empresa Alas del Fin del Mundo. Y además en diciembre de 2011 la empresa no podía realizar vuelos rentados porque no tenía los permisos de explotación aérea necesarios para operar.

Cuando se bajaron del avión, Boudou y su comitiva, subieron a un helicóptero de la constructora Ecodyma. Quien manejó el helicóptero Bell 407 Long Ranger matrícula LV-CIB aquella vez fue Marcelo Juan Scaramellini, uno de los dueños de la constructora que ha obtenido contratos de obra pública de diferentes estados.

Se corroboró que ninguno de los vuelos fue abonado. El viaje en avión tuvo un costo de 5500 dólares y el de helicóptero de 35 dólares. Fte. textual Infobae