BLATTER DESPUES DE SER REELECTO SE METIÓ EN POLÍTICA Y DISPARO CONTRA ESTADOS UNIDOS
Con los ecos todavía recientes de su reelección del viernes al frente de la FIFA, Joseph Blatter no tardó en responder a sus detractores, que en los últimos días le criticaron duramente por el escándalo de corrupción que sacude a la organización desde el miércoles.
Tres días de tormenta en los que el capitán del barco, según las metáforas marinas tan del gusto del suizo, ha resistido para llegar a buen puerto para sus intereses y para disgusto de la UEFA y de Estados Unidos, entre otros, a los que Blatter lanzó dardos el sábado en una entrevista en la Radio Televisión Suiza (RTS).
Blatter denunció una campaña de «odio» de la Unión de Federaciones de Fútbol Europeas (UEFA), cuyo presidente, el francés Michel Platini, un antiguo aliado con el que está enfrentado abiertamente, pidió el jueves su renuncia.
Es un odio que no sólo proviene de una persona en la UEFA, sino de la organización UEFA, que no puede entender que en 1998 me convertí en presidente», afirmó Blatter a la televisión RTS.
«Perdono a todo el mundo, pero no olvido», dijo sobre la postura de Platini, antes de reconocer que FIFA y UEFA están condenadas a entenderse y que no pueden vivir una sin la otra.
En los últimos días, la UEFA, que respaldó mayoritariamente al príncipe jordano Ali Bin al Hussein en la elección del viernes, se había confirmado como la gran oposición a Blatter dentro de lo que Blatter acostumbra a denominar la «familia del fútbol».
Después de que el miércoles, a dos días de la elección presidencial, estallara el escándalo de las siete detenciones de dirigentes del fútbol en Zúrich y la imputación de un total de 14 personas, la UEFA pidió un aplazamiento del Congreso de la FIFA y de las elecciones, sin éxito.
Platini pidió la dimisión de Blatter y después del triunfo del suizo se centró en subrayar lanecesidad de «cambios» en la FIFA, dejando claro que no pondrá las cosas fáciles a Blatter en este quinto mandato y que estará atento a cualquier momento de debilidad.
Otro de los frentes abiertos que abordó Blatter en sus palabras a RTS fue el de Estados Unidos, el país en el que se investiga la presunta corrupción y que solicitó a Suiza la operación del miércoles en Zúrich.
«Hay señales que no engañan. Los estadounidenses eran candidatos a organizar el Mundial de 2022 y perdieron […] Si los estadounidenses quieren indagar delitos financieros o violaciones a la ley que conciernen a ciudadanos de Norteamérica o de Sudamérica que los detengan allí, y no en Zúrich, mientras hay un congreso», expresó Blatter.
«Nadie va a decirme que fue una simple coincidencia, este ataque norteamericano dos días antes de las elecciones en la FIFA no huele bien».
Durante el Congreso, el presidente de la FIFA ya había insinuado que veía sospechoso que la operación llegara justo en víspera de una elección, por lo que vio ánimo de «interferir» en el normal desarrollo de la misma.
«No olvidemos que ellos [los Estados Unidos] son el principal patrocinador del reino hachemita, y por lo tanto de mi rival [el derrotado el príncipe Ali]. Este asunto no me gusta», aseguró.
