CRISTINA PARTICIPO DEL TEDEUM EN LA BASÍLICA DE LUJÁN
En las primeras filas estuvieron sentados el vicepresidente Amado Boudou, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y los ministros Axel Kicillof (Economía), Héctor Timerman (Relaciones Exteriores), Débora Giorgi (Industria) y Julio de Vido (Planificación Federal). También participó el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.
Cristina Kirchner participó de la ceremonia religiosa en conmemoración del 205° aniversario de la Revolución de Mayo en la Basílica de Luján. Días atrás, la Presidente explicó que decidió trasladar el acto hasta ese lugar por dos motivos: su devoción por la Virgen de Luján y su deseo de recorrer las obras de restauración que habían sido ordenadas por su difunto esposo Néstor Kirchner.
En su discurso, el arzobispo de la Arquidiócesis de Mercedes-Luján, Agustín Radrizzani, agradeció las reparaciones y expresó la «esperanza de la Argentina que quiere abrirse a un futuro luminoso».
Radrizzani citó las palabras de un discurso del entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, del 19 de marzo de 2003 y pidió: «Caminemos juntos, cuidémonos los unos a los otros, cuídense entre ustedes. No se hagan daño. Cuiden a los niños y a los ancianos. Que no haya odio. Que no haya peleas. Dejen de lado la envidia. No le saquen el cuero a nadie. Dialoguen».
Unos minutos antes, el arzobispo de Luján pidió también «cultivar una auténtica convivencia, mayor solidaridad, mayor justicia social y decidida participación de todos en los proyectos comunes», además de «promover iniciativas más amplias a favor de todos, especialmente los más pobres y desprotegidos».
Las cuatro confesiones religiosas estuvieron presentes a través de sus representantes: MonseñorKissag Mouradian; Arzobispo de la iglesia Apostólica Armenia, Sheij Abdelnaby Elhefnawy, del Centro Islámico de la República Argentina, Pastor Flores de la Iglesia Evangélica y Bettina Manasowicz por el judaísmo. Todos ellos tuvieron oportunidad de decir unas palabras desde el púlpito.
A la izquierda de la nave central de la Basílica se sentó Cristina Kirchner, mientras que a su derecha lo hizo Daniel Scioli, en su rol de gobernador de la provincia de Buenos Aires. De todos modos, la transmisión de las cámaras de Casa Rosada fue cuidada: cada vez que era enfocada la jefa de Estado, detrás suyo aparecían los candidatos Florencio Randazzo y Julián Domínguez.
Unos minutos después de la ceremonia, Cristina Kirchner recibió el saludo protocolar del cuerpo diplomático y representaciones extranjeras por la fecha patria. Por la tarde, la jefa de Estado se trasladará a la Plaza de Mayo. Como lo ha hecho otros años, se dejará ver cerca del escenario principal en donde actuarán diversas bandas musicales. Cuando la noche le gane a la tarde está previsto que dé un discurso que probablemente será transmitido a todo el país por cadena nacional.Fte.infobae