viernes 22 de noviembre de 2024 07:50:49

EL AÑO DE LA CABRA

Los argentinos salen un poco extenuados. Por eso es que buscarán “algunos cambios”, y no “el gran cambio”. Tantas idas y venidas a lo largo de la historia, tanto péndulo, hace que quizá quieran romper con ese karma comportándose de manera moderada

images (8)Por Carlos Fara: Para los que creen en el horóscopo chino, el año de la cabra es uno de los menos comprendidos. Parece que no es un año fácil de describir ya que a lo largo de los doce meses que abarca su reinado, la cabra aparenta ser una montaña rusa política y social, pero en pequeña escala.

También parece que es un año difícil de predecir para la Argentina, ya que no termina de haber consenso sobre cómo caerá la moneda, a diferencia de las anteriores elecciones presidenciales salvo 2003.

Más de once años de kirchnerismo le demandaron a la sociedad mucha energía. Primero para salir de la crisis. Luego para procesar las interpelaciones que le hizo el proyecto -crisis del campo, ley de medios, reforma de la justicia, etc. etc. Los argentinos salen un poco extenuados. Por eso es que buscarán “algunos cambios”, y no “el gran cambio”. Tantas idas y venidas a lo largo de la historia, tanto péndulo, hace que quizá quieran romper con ese karma comportándose de manera moderada.

The question is: ¿quién interpretará mejor ese estado de ánimo? Como se podía prever, la sociedad termina el año del caballo con no más de 3 opciones. Pero ninguna se ha disparado, lo cual es otro de los signos de moderación: reparte el juego lentamente para estudiar con precaución los movimientos de los jugadores. Los argentinos sienten que ya dieron demasiados cheques en blanco que no fueron correspondidos con la cautela esperada: si te mienten una vez la culpa del otro; a la segunda decepción la culpa es tuya.

Así como cualquier situación económica no se modifica de la noche a la mañana, lo mismo ocurre con las grandes tendencias de la opinión pública. A mi juicio eso significa que:

1) la tendencia es más cambio que continuidad: los K no llevan las de ganar;

2) en función del estado de ánimo descripto, el cambio será más moderado que profundo: no hay espacio para que el péndulo vuelva a los ´90;

3) la moderación probablemente lleve a la mayoría a ser conservadora en cuanto a definir la elección en primera vuelta, sin llegar al balotaje.

Si nadie entusiasma demasiado es probable que, como ocurrió otras veces, la elección termine de definirse por descarte y no por real fascinación. Lo cual no descalifica al ganador. Es más: lo favorece en términos de bajas expectativas sobre los logros a concretar.

Más de 3,5 millones de personas fueron a ver “Relatos Salvajes”. Eso indica un fenómeno de fascinación o de horror. La mayoría siente que los excesos les hicieron perder más que ganar al final del camino. La película fascina porque horroriza la imagen que devuelve de los propios espectadores. Luego vuelven a casa para recordar que se debe hacer yoga y tomarse todo con más calma. Esa es la clave. Ese es el futuro.