¿HABRA BALOTAJE?
El escenario electoral es de cambio, como ya sucedió claramente en 1989 y 1999. En ambas situaciones perdió el oficialismo de turno
Por Carlos Fara: Como lo vengo diciendo en muchos reportajes desde principios de año, creo ser el primero que dice en la Argentina que no habrá segunda vuelta el año próximo. Como siempre sucede en estas cosas, es una afirmación mezcla de intuición, lógica y un poco de provocación deliberada para ayudar a revisar las rutinas intelectuales. ¿Por qué creo que no habrá balotaje? Está bueno documentarlo, revisarlo dentro de un año y aprender en consecuencia.
- El escenario electoral es de cambio, como ya sucedió claramente en 1989 y 1999. En ambas situaciones perdió el oficialismo de turno. En 2003 el contexto es más complejo, pero básicamente era un cambio respecto al legado de Menem, que competía en la elección.
- En los últimos 30 años nunca se dio un resultado contrario a lo que deseaba la mayoría de la sociedad. De modo que puede debatirse quién será el próximo presidente, pero es poco probable que gane el candidato que representa al oficialismo.
- Evidentemente a los argentinos no les gusta el balotaje, y la única vez que podría haber sucedido -2003- el eventual perdedor se bajó con solo mirar la amplia coincidencia de las encuestas.
- Es erróneo comparar el escenario actual con 2003, ya que en ese momento no existían las PASO, las cuales brindan información al electorado sobre la relación de fuerzas. Eso tuvo impacto en 2011 por la arrolladora diferencia de CFK sobre sus competidores, pero sí se vio claramente cómo funcionó la polarización en 2013 en la provincia de Buenos Aires.
- Con esta situación económica inestable, suena poco probable que los argentinos vean la moneda en el aire entre la primera vuelta y la segunda, sin saber qué rumbo económico tomará el país. ¿Cuánto valdrá el dólar blue en esos 20 días hasta que se resuelva la cuestión?
¿Qué creo que pasará? El electorado, informado sobre quién es el opositor con más fuerza en las PASO, polarizará la elección en la primera vuelta, llevando al challenger por encima del 40 % (quizá 45 % para que no haya discusión) y todo concluirá allí.
Contraargumento: ¿y qué pasa si las PASO terminan en una paridad entre Scioli, Massa y Macri? En ese caso tiro todos estos razonamientos al tacho de la basura. Pero mi olfato de 28 años de consultor me dice que eso es poco probable. Queda documentado y se levantan apuestas.