Francisco reconoció que los dirigentes de todo el planeta están «desacreditados» por el «fenómeno de los sobornos»
El Papa advirtió que «el corrupto no tiene amigos, sólo cómplices» y, pese a reivindicar la función política, sostuvo que «si no hay servicio en la base, no se puede entender la identidad de la política».
«El problema de hoy es que la política está desacreditada, devastada por la corrupción, el fenómeno de los sobornos. La corrupción es por desgracia un fenómeno mundial. Hay incluso jefes de Estado que se encuentran en la cárcel por ello«, advirtió el papa Francisco en una entrevista con el diario italiano Il Messaggero.
El Papa advirtió que «el corrupto no tiene amigos, sólo cómplices» y, pese a reivindicar la función política, sostuvo que «si no hay servicio en la base, no se puede entender la identidad de la política».
«No digo que sean todos corruptos, pero creo que sea difícil permanecer honestos en política. A veces es como si algunas personas estuvieran fagocitados por un fenómeno endémico, a diferentes niveles, transversal», subrayó.
Francisco dijo que «tantos malos crecen» en momentos de «cambios de época» como el que vive hoy el mundo, porque son momentos en los que se «alimenta la decadencia moral, no solo en política sino también en la esfera financiera o social».
El Papa también afirmó que los comunistas «le robaron a los cristianos la bandera de los pobres«, porque la pobreza está «en el centro del Evangelio», por lo que ésta «es cristiana». «Los comunistas dicen que todo esto es comunista, sí como no, 20 siglos después. Entones cuando hablan, se podría decir: ¡vosotros sois cristianos!«, agregó.
En la entrevista al diario italiano, Francisco habló sobre temas espinosos como la crisis económica, la explotación de menores o la prostitución.
Este domingo, el Papa llamó de nuevo a los obispos y arzobispos del mundo entero a no buscar «el apoyo de los que tienen poder», en la tradicional entrega del palio a 24 nuevos arzobispos metropolitanos en una misa en la Basílica de San Pedro.
El papa que vestía la misma bufanda de lana (tela elegida para evocar al pastor y a su rebaño) que los arzobispos metropolitanos, también los exhortó a no perder «el tiempo en preguntas o chismes inútiles» sino a mirar «a lo esencial» siguiendo el ejemplo del Cristo «a pesar de las dificultades».
«¿Qué refugios buscamos en nuestra vida pastoral para estar seguros?», lanzó el papa, al tiempo que llamó a no dejarse «engañar por el orgullo que busca gratificaciones y reconocimientos, y allí nos parece estar a salvo».
«Nuestro verdadero refugio es la confianza en Dios: ella disipa todo temor y nos hace libres de toda esclavitud y de toda tentación mundana», indicó el papa, durante la misa solemne organizada con motivo de la fiesta de San Pedro y San Pablo.