JUSTICIA: Los abogados todo lo saben?
Algunos periodistas creen que los abogados penalistas son personas “todo
terreno”, y que deben saber y opinar de todo.
Peor aún, hay abogados que se sienten en la obligación de responder todas
las preguntas, por más lejanas que se encuentren de sus propios
conocimientos.
En efecto, diariamente, a través de un puñado de programas televisivos, se
puede apreciar un espectáculo dantesco destinado captar las inquietudes
más groseras y morbosas de los televidentes más tilingos. A esto de le
suma un conjunto de abogados sedientos de una efímera fama mediática,
pelándose entre ellos para ver quién grita más fuerte. ¿Los argumentos
jurídicos? Bien, gracias, por allí no pasaron.
Son los mismos letrados que opinan sobre detección de rastros; estados
mentales del imputado; escenas del crimen, credibilidad de los testigos;
mecanismos de reciclaje de basura; cámaras de seguridad; pericias de
teléfonos celulares; correcciones y consideraciones médicas sobre las
autopsias; consideraciones científicas sobre las pericias de sangre y de
cabellos; y además son especialistas en ADN. Pero cuidado con preguntarles
algo sobre Derecho penal, no sea cosa que se pretenda hacer incurrir en un
error en los distinguidos letrados. Zapatero a tus zapatos, ¿no? ¡En fin!
Pero para el colmo de todo, ninguno de ellos ha tenido acceso a la causa.
Tampoco ha entrevistado al detenido. Ni ha conversado siquiera 5 segundos
con un testigo. ¡Ay, caramba…! Son abogados penalistas, y criminólogos.
Letrados y especialistas en psiquiatría forense. Son también ingenieros
civiles, mecánicos, electrónicos, agropecuarios y nucleares. Sólo basta
que las luces se enciendan y una cámara los enfoque. Son médicos legistas,
investigadores privados, y refutadores de los hechos más obvios y
sencillos. Ellos todo lo saben, todo lo entienden, todo lo comprenden, y
todo lo hacen saber a través de la pantalla chica. Bocas grandes y mentes
estrechas. ¡Qué televisión generosa! ¿Será cierto que es esto lo que la
gente quiere ver?