POLITICA: A Sergio Massa en «La Matanza le tiraron un salvavidas de plomo»
La sabiduría popular siempre nos brinda expresiones para utilizar en el momento preciso, la lista presentada, el trabajo realizado y los votos obtenidos por el Frente Renovador en La Matanza, recuerda aquella que significa ayudar a que alguien se hunda, interpretando que en este caso, ayudar implica hacer lo necesario para que una persona fracase o se perjudique.
Cuando Sergio Massa lanzó su candidatura a Diputado Nacional por el Frente Renovador, rápidamente consolidó esa extraña sensación que tenían los bonaerenses de que su figura era la única con posibilidades ciertas de derrotar al kirchnerismo. Todas las encuestas de opinión así lo anunciaban, solo tenía que rodearse de buenos dirigentes, fueran estos candidatos o no, hacer listas que de alguna manera fuesen representativas y echar manos a la obra.
Sergio Massa se había convertido, merced a una serie necesaria de sucesos, en el hombre que el destino o la providencia ponía en el camino de los bonaerenses y por que no de los argentinos. Pero ese encadenamiento de sucesos, muchas veces puede modificarse por nuestros propios actos y eso fue lo que le ocurrió al Intendente de Tigre. Massa cometió un error imperdonable, el mismo que muchas veces se le achaca a la presidenta, se rodeó de las personas incorrectas, delegó en algunos de ellos responsabilidades que no supieron asumir, porque no tuvieron en cuenta todo lo que se hallaba en juego, porque se olvidaron del capital y la figura política que Massa representa y porque mediante la vieja y célebre rosca “dirigencial” urdieron la trama para acomodar en las listas del Frente Renovador a los amigos o realizar sus “negocios personales”.
Así seguramente estará pensado hoy el Intendente de Tigre, a la luz de los resultados obtenidos en el Municipio de La Matanza durante las P.A.S.O., celebradas este último domingo, Martín Insaurralde un desconocido total para los matanceros, lo superó por más de 10 puntos (41,18 a 30,94) y eso que arrancó con más de 12 puntos de desventaja.
La lista presentada por el Frente Renovador en La Matanza, una lista confeccionada vaya a saber por quien, y de la cual hoy nadie quiere hacerse cargo muy lejos se halla de representar lo que Sergio Massa deseaba mostrarle a la comunidad, los candidatos de Massa son los únicos responsables del resultado electoral, dirigentes sin prestigio, conocimiento y peso político, (todos sin excepción perdieron en las localidades donde tienen su mejor trabajo) una lista de viejos y jóvenes acomodaticios, casi sin escrúpulos, de los que todos sabemos cuales son los verdaderos intereses que les preocupan, en definitiva una lista a pedir del Intendente Fernando Espinoza.
Esos apostatas del massismo poco acostumbrados al trabajo, pero convertidos en candidatos renovadores “se agrandaron como galleta en el agua”, inclusive aquel que había sido apóstol pero “tuvo que entrar por la ventana” la noche del sábado que cerraban las listas. Se tiraron “como gato panza arriba” y lograron que esos 12 puntos de ventaja se fueran diluyendo día tras día. No les importó el llamado de atención que les hiciera Massa, creyeron que con Sergio alcanzaba y terminaron convirtiéndose para el candidato a Diputado Nacional, en un verdadero “salvavidas de plomo”.
Ahora bien, que le espera a Massa de cara a octubre. Todavía está a tiempo de timonear el barco y torcer el rumbo, la parada no es fácil porque Espinoza sin enemigos fuertes a la vista va a seguir poniendo toda la carne al asador. Probablemente la solución se halle en que Massa incorpore a su ejército verdaderos oficiales, oficiales de cielo, mar y tierra, con tropa consecuente y experimentada, con conocimiento en estas lides, honestos, pero por sobre todo leales con sus jefes y sus decisiones, hombre que en La Matanza por suerte existen y que el armado electoral (la rosca) dejaron afuera. La decisión está en manos de Massa, todos tienen un poco de culpa, pero puede ser que se halla aprendido la lección. Los dirigentes no se hacen nacen, solo hay que tener un poco de humildad para comprenderlo.