BRASIL: La represión a una indignada a través de una fotografía que recorre el mundo
Víctor Caivano, un fotógrafo argentino que captó el momento, viajó a Brasil para cubrir la Copa Confederaciones para la agencia de noticias AP. Allí, en las afueras de Recife, se encontró con el masivo movimiento popular, ya catalogado como “los indignados brasileños”.
Estaba en un taxi cuando vio las movilizaciones. Decidió bajarse del auto y cubrir también esas marchas. «No estaba cubriendo la protesta. Volvía al hotel y bajé del taxi. La mujer estaba indefensa, no hacía nada«, relató el fotógrafo.
“El flash hace brillar su rostro, el gas forma una película en su cara. Ella entra en shock y retrocede«, agregó. Su trabajo se transformó en un emblema de los últimos días en Brasil.
Más de 250.000 personas han salido a las calles en varias ciudades del país en los últimos días para protestar por los multimillonarios gastos públicos en la Copa de Confederaciones y el Mundial y para exigir un transporte público mejor y más barato, y salud y educación pública de calidad.
Las manifestaciones se expandieron rápidamente y la causa se amplió a denuncias contra los 15.000 millones de dólares destinados por el gobierno al Mundial de Fútbol del año próximo. Los manifestantes piden ese dinero para vivienda digna, salud y educación públicas de calidad, en este país donde existe aún una gran brecha entre pobres y ricos.
Las protestas ocurren en un momento de magro crecimiento económico en Brasil (0,6% en el primer trimestre) y una inflación en alza (6,5% anual en mayo, el techo de la meta oficial). Los alimentos, a los que la población es más sensible, han subido más de 13% anual.