POLITICA. Fuerte crítica de una revista norteamericana sobre el gobierno de Cristina Kirchner
La revista norteamericana Foreign Policy, voz autorizada en política internacional mundial, publicó un artículo muy crítico de la gestión de la presidente Cristina Kirchner y de la recientemente promulgada ley de blanqueo de capitales, a la que califica como un «delirante plan para salvar la economía a través del lavado de dinero».
El artículo señala que la norma que permite ingresar al país moneda extranjera no declarada es la más reciente novedad ideada por Cristina Kirchner para aliviar «la autoinfligida caída libre de su economía», y que es «el último de una serie de pasos que parecen más arraigados en el pensamiento mágico que en la realidad económica, y quehan llevado a la Argentina cada vez más cerca de la ruina financiera y al estado de paria internacional».
La publicación norteamericana dice más adelante que «esta indiferencia casual por las leyes y las reglas de la economía hacen que la decisión de abrir el sector financiero a miles de millones de dólares en dinero sospechoso sea tan alarmante».
La nota, que también examina el rol de la agrupación juvenil La Cámpora en las más recientes decisiones del gobierno nacional y cuestiona el acercamiento con países como Irán y Venezuela en materia internacional, también señala que personas cercanas a la presidente están involucradas en un «escándalo» de lavado de dinero, en referencia al caso Baéz.
Para el final, Foreign Policy asegura que Cristina Kirchner «decidió actuar al margen del Estado de derecho y las normas internacionales» y plantea que «es hora de que los Estados Unidos y otros países comiencen a tratar a su gobierno como el rogue state (anglicismo de jerga diplomática que identifica a los estados autoritarios y con lazos con régimenes peligrosos) en el que se ha convertido».
Esta no es la primera vez que la histórica revista de política internacional hace foco en el gobierno de Cristina Kirchner. El año pasado, la publicación había incluido a Amado Boudou en una lista de los «cinco vicepresidentes más problemáticos del mundo», junto a los número dos de Afganistán, Irak, Sudán y Sierra Leona.