sábado 20 de abril de 2024 13:07:51

sara1La actriz y cantante protagonizó medio centenar de películas, publicó más de una treintena de discos y fue una de las artistas con mayor proyección internacional.

La mujer, quien nació en la localidad española de Campo de Criptana, fue la diva por excelencia del cine español, icono de sensualidad y mito del cuplé.

Esta belleza hispana, a la que llamaron “manchega universal”, cautivó Hollywood y compartió carteles con figuras como Gary Cooper y Burt Lancaster en la película “Veracruz”. En España protagonizó uno de los grandes éxitos del cine español “El último cuplé” (1957), por cuyo 50 aniversario recibió un homenaje en Miami.

Pronto se convirtió en todo un mito erótico, una artista que interpretaba seductoras canciones a la estela de un puro: “Fumando espero”, “Bésame mucho”, “La violetera” o “Amado mío”.

En la meca del cine americano firmó contratos millonarios para Warner Bross y United Artits, trabajó con directores como Anthony Mann -su primer marido- y enamoró en la pantalla a galanes como Cooper, Lancaster o Charles Bronson.

Entre los reconocimientos que recibió figuran la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo desde 2010, Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes (1958), el Premios del Sindicato Nacional del Espectáculo (1959) y del Círculo de Escritores Cinematográficos (1959), el título de Actriz del Año (1959) y el Disco Oro (1959, por “La violetera”).

La Academia del Cine le concedió en 1997 su Medalla de Oro, el Águila de Oro de Hollywood (1986, el Oscar hispano), la Orden de las Artes y las Letras Francesas (1982), el Premio del Círculo de Escritores Cinematográficos (1999) y una Biznaga de Plata -“La Película de Oro” de Málaga (2007) por “El último cuplé”.

Sandra tuvo una azarosa vida sentimental, que incluye cuatro maridos. Tras su matrimonio en 1957 con el director Anthony Mann, en 1964 se casó con el productor José Vicente Ramírez Olalla y en 1979, luego de nueve años de convivencia, con el industrial mallorquín Pepe Tous. Éste último que fue, según la propia Sara “el amor de su vida”, murió en 1992. Habían adoptado dos hijos: Thais y Zeus.

En 1993 se volvió a casar con Tony Hernández, un cubano de entonces 39 años, declarado admirador de la artista, de quien se separó en 2003.

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