LA RIOJA: Para evitar un colpaso energético el gobierno licenció a sus empleados
El gobierno de La Rioja licenció al personal de la administración pública por 40 días con el objetivo de ahorrar energía y así «evitar un colapso del sector», se informó oficialmente.
El gobernador de la provincia, Luis Beder Herrera, anunció hoy que desde el 26 de diciembre hasta el 31 de enero próximos habrá un receso general obligado para los trabajadores estatales.
Teniendo en cuenta que por los asuetos de Navidad habrá fin de semana largo, los empleados públicos riojanos dejarán de trabajar el 21 de diciembre.
La medida fue tomada cuatro días después de que la Legislatura provincial declarara la emergencia energética, como paso previo a la estatización del servicio, hoy en poder de la empresa EDELAR S.A., del grupo Vila-Manzano.
El gobierno provincial espera evitar el colapso del sistema eléctrico a raíz de la menor demanda que genera la paralización de las actividades del Estado.
El intendente de la capital riojana, Ricardo Quintela, había anunciado la semana pasada una licencia anual extraordinaria y obligatoria para el personal comunal desde el 14 de diciembre y hasta el 31 de enero.
En este caso se utilizó como argumento «el ahogo financiero» al que, según el intendente, somete la provincia al municipio.
Finalmente, Beder Herrera negó que su gobierno esté en condiciones de dar un «plus navideño» no remunerativo a los empleados públicos, como pidieron los gremios estatales alineados con el oficialismo.
Las altas temperaturas están provocando en La Rioja cortes casi continuos de energía, tanto en la capital como en el interior.
Teniendo en cuenta que por los asuetos de Navidad habrá fin de semana largo, los empleados públicos riojanos dejarán de trabajar el 21 de diciembre
Entre los afectados se encuentran las escuelas, cuyo ciclo lectivo terminará oficialmente el próximo viernes.
Varios pasacalles aparecieron colgados hoy en la ciudad de La Rioja, dirigidos al jefe de la cartera educativa provincial, Walter Flores: «Ministro, compadre, las aulas están que arden».
