ECONOMIA: Brasil enfrenta la desaceleración con ortodoxia
ARTICULO PRODUCIDO POR EL RECONOCIDO ECONOMISTA DR RODOLFO ROSSI EX PRESIDENTE DEL BCRA PARA EL MULTIMEDIOS PRISMA. Brasil viene desacelerando su economía. De un crecimiento del 7,5 % en 2010, decreció al 2,7 % en el 2011, pronosticándose un 1,5 % para el corriente año. Los países emergentes que impulsaron la economía global posterior al colapso de Junio de 2008, están perdiendo fuerza. El modelo de crecimiento que combinaba exportaciones de materias primas, protección industrial y elevado consumo interno alentado por el crédito, se está agotando.
En los últimos años su moneda el Real se ha fortalecido y sus productos se han encarecido, con serios problemas de competitividad. Sin embargo, desde Abril del año pasado se ha depreciado un 26,2 %, dándole algún respiro a su industria, que viene cayendo en su nivel de producción. El modelo “desarrollista de Brasil” que se apoya en empresas estatales y préstamos subsidiados para industrias protegidas por altos aranceles de importación, no estaría dando buenos réditos al crecimiento. Por su parte las materias primas que han crecido en sus precios fuertemente – rehabilitándose incluso del “bajón” sufrido en el año 2008 y el primer trimestre del 2009 -, son apoyadas en su producción, pero no habilitaría el financiamiento de las ambiciones de crecimiento brasileñas. La producción de petróleo está decayendo y los proyectos de explotación en aguas profundas están resultando más caros y difíciles de lo previsto. Por su parte, su población en general, está teniendo un nivel de endeudamiento de importancia por el aliento del consumo. El Gobierno prioriza el equilibrio fiscal y resiste los aumentos salariales de los empleados públicos.
Frente a una situación de “stress” económico previa a una dificultosa situación de “desaceleración e inflación”, el Gobierno anunció recientemente un importante programa de inversiones en el que la participación del sector privado será “esencial para la continuidad y aceleración del crecimiento”. Para la administración del programa de concesiones se creará la Empresa de Planeación y Logística.
Es indudable que, el Gobierno con un programa de US$ 21.000 millones para la construcción de rutas que mejorarán la infraestructura y los costos del transporte y de US$ 45.500 millones para la instalación de nuevas redes ferroviarias, en alianza con inversionistas privados, crearán nuevos puestos de trabajo y rehabilitarán el crecimiento y la confianza en el país.
Podría ser interesante que nuestro país tome como procedente esta positiva nueva orientación económica de Brasil, que muestra un grado de pragmatismo y sinceramiento de su Presidenta, que augura un “país mas fuerte, más rico, más moderno y más competitivo”, que se podrá lograr únicamente con reglas claras y si me permiten, sin necesidad de “tener suerte”.